NARRAS TÚ:
Me crucé de brazos intentando adoptar una postura cómoda
para que la silla dura y fría en la que estaba sentada, no me hiciese daño en
la espalda.
Miré a mi derecha y observé como todos los empleados de la
discográfica en la que nos encontrábamos.
La puerta del estudio se abrió dejando ver la delgada figura
de Naomi.
-Es tu turno- se apartó de la puerta y me dejó entrar a la
sala.
Entré cautelosamente y divisé varios equipos de música
profesionales.
-Buenos días señorita Healthrow una voz aspera salió de la
boca de un hombre alto y fuerte que se encontraba delante de mí, sentado en un
mullido sillón de piel.
De vez en cuando le daba diminutos sorbos a la taza de
cristal que sujetaba entre sus gruesas manos.
-Siéntate por favor- me señaló uno de los sillones y yo me
senté donde me había indicado.
Empezamos a hablar sobre cómo sería el álbum y me mostró los
títulos de las canciones que formarían nuestro disco.
-Bueno, pues si no tienes ninguna duda, empezaremos a
grabar- abrió la puerta de una cabina en la que se encontraba un enorme
micrófono y unos cascos.
Me los coloqué y una letra muy pegadiza empezó a sonar.
Delante de mí había un pequeño soporte en el que se
sujetaban varias hojas, con las letras de cada una de las canciones en las que
yo cantaría.
Empecé a leer la letra y realmente me encantó.
“Este disco va a ser sin duda un éxito” pensé esbozando una
sonrisa.
De repente se abrió la puerta del estudio y aparecieron
Paula, Naomi e Irene con expresiones serias.
-¿Qué pasa?- no hizo falta que me respondieran a la pregunta
ya que en cuanto Niall, Liam, Zayn, Louis y Harry aparecieron por la puerta.
Mi expresión cambió por completo y rápidamente salí de la
cabina.
-¿Qué hacéis vosotros aquí?- pregunté enarcando una ceja.
-¿No os lo ha contado vuestra asistenta personal?- preguntó Zayn
burlón.
-No ¿Tienes algún problema con eso?- Paula se acercó a él y
se puso la mano en la cintura muy segura de sí misma.
-No, absolutamente ninguno- Zayn empezó a acercarse a ella.
Los dos se miraban fijamente a los ojos y cuando Paula se
dio cuenta de que solo varios centímetros separaban sus anatomías, se separó rápidamente
de él.
Las mejillas de Paula se tornaron de un rojo intenso y Zayn
la miraba fijamente con una expresión de deseo en sus ojos.
Todos los chicos empezaron a reírse mientras nos miraban burlones.
Miré a Niall y pude notar tristeza en su mirada pero en su cara había una expresión de venganza que me ponía los pelos de punta.
Aparté mi mirada de él y miré al suelo mientras notaba como los ojos se me humedecían.
-Ahora vuelvo- salí de aquella sala y corrí por el pasillo hasta que llegué al baño. Me encerré en uno de los compartimentos y apoyé mi espalda en la fría pared. Me fui resbalando hasta quedar hacha un ovillo en el suelo mientras las lágrimas caían por mis mejillas.
"No llores. Tienes que ser fuerte" me dije a mí misma intentando calmarme.
Entonces volvieron esos recuerdos que intentaba olvidar desde hacía mucho tiempo. El día en que conocí a Niall.
*FLASHBACK*
Acababa de terminar de ensayar con las chicas y habían dado un descanso de 10 minutos.
Rápidamente me dirigí a la planta bajo situada debajo de los escenarios de X Factor (El programa en el que las chicas y yo estábamos concursando).
Atravesé largos pasillos hasta que llegué al baño. Cuando fui a abrir la puerta alguien la abrió a la vez que yo, lo que hizo que cayese al suelo golpeándome en la cabeza.
Un chico rubio con ojos azules se agachó y me miró preocupado durante unos segundos.
-¿Te encuentras bien?- preguntó mientras yo me incorporaba y me tocaba la cabeza.
-Sí estoy bien- intenté decir yo sin sonar dolorida. Hice una mueca de dolor al tocar lo que seguramente sería un chichón.
Me agarró de la mano y me ayudó a levantarme.
-¿Quieres que te acompañe a la enfermería?- preguntó sonriendo.
-No hace falta, estoy bien- le sonreí y cuando iba a girarme él me cogió de la muñeca.
-Eh... bueno... ¿Quieres venir a la cafetería?- preguntó tímido.
Solté una pequeña risita y accedí.
Los dos fuimos a la cafetería y empezamos a hablar sobre nuestras vidas en Londres.
A partir de ese día una preciosa amistad surgió, seguida de un amor imposible.
*FÍN DEL FLASHBACK*
Las lágrimas cesaron pero sentía que esos recuerdos jamás escaparían de mi mente.
Decidí levantarme y salí del baño.
Me dirigí a la puerta de salida del edificio dispuesta a volver a casa, pero de repente una ráfaga de sentimientos me inundaron por dentro.
"Tienes que ser fuerte" pensé para mí misma.
No iba a abandonar como lo había hecho otras veces. Lucharía hasta el final para conseguir lo que más deseaba y esta vez no me rendiría tan fácilmente.
Todos los chicos empezaron a reírse mientras nos miraban burlones.
Miré a Niall y pude notar tristeza en su mirada pero en su cara había una expresión de venganza que me ponía los pelos de punta.
Aparté mi mirada de él y miré al suelo mientras notaba como los ojos se me humedecían.
-Ahora vuelvo- salí de aquella sala y corrí por el pasillo hasta que llegué al baño. Me encerré en uno de los compartimentos y apoyé mi espalda en la fría pared. Me fui resbalando hasta quedar hacha un ovillo en el suelo mientras las lágrimas caían por mis mejillas.
"No llores. Tienes que ser fuerte" me dije a mí misma intentando calmarme.
Entonces volvieron esos recuerdos que intentaba olvidar desde hacía mucho tiempo. El día en que conocí a Niall.
*FLASHBACK*
Acababa de terminar de ensayar con las chicas y habían dado un descanso de 10 minutos.
Rápidamente me dirigí a la planta bajo situada debajo de los escenarios de X Factor (El programa en el que las chicas y yo estábamos concursando).
Atravesé largos pasillos hasta que llegué al baño. Cuando fui a abrir la puerta alguien la abrió a la vez que yo, lo que hizo que cayese al suelo golpeándome en la cabeza.
Un chico rubio con ojos azules se agachó y me miró preocupado durante unos segundos.
-¿Te encuentras bien?- preguntó mientras yo me incorporaba y me tocaba la cabeza.
-Sí estoy bien- intenté decir yo sin sonar dolorida. Hice una mueca de dolor al tocar lo que seguramente sería un chichón.
Me agarró de la mano y me ayudó a levantarme.
-¿Quieres que te acompañe a la enfermería?- preguntó sonriendo.
-No hace falta, estoy bien- le sonreí y cuando iba a girarme él me cogió de la muñeca.
-Eh... bueno... ¿Quieres venir a la cafetería?- preguntó tímido.
Solté una pequeña risita y accedí.
Los dos fuimos a la cafetería y empezamos a hablar sobre nuestras vidas en Londres.
A partir de ese día una preciosa amistad surgió, seguida de un amor imposible.
*FÍN DEL FLASHBACK*
Las lágrimas cesaron pero sentía que esos recuerdos jamás escaparían de mi mente.
Decidí levantarme y salí del baño.
Me dirigí a la puerta de salida del edificio dispuesta a volver a casa, pero de repente una ráfaga de sentimientos me inundaron por dentro.
"Tienes que ser fuerte" pensé para mí misma.
No iba a abandonar como lo había hecho otras veces. Lucharía hasta el final para conseguir lo que más deseaba y esta vez no me rendiría tan fácilmente.