¡Hola!
Quería pedir disculpas por no haber subido capítulo en estas últimas semanas, pero he estado muy ocupada con los exámenes globales y demás.
Hace días intenté subir los últimos capítulo de la novela (os aviso de que no quedan más de cuatro capítulos para el final de la novela) pero me fue imposible poder subirlos ya que se me estropeó el ordenador en el que tenía todos los capítulos escritos y se eliminaron todos, incluidos los que tenía pendientes por subir.
Me temo que tendré que escribirlos de nuevo por lo que tardaré varios días en subir un nuevo capítulo.
Vuelvo a pedir disculpas por la espera y por tardar tanto en subir pero, repito, que he tenido muchos exámenes en estas ultimas semanas y apenas he tenido tiempo para escribir.
Esperaré unos días a ver si me arreglan el ordenador en el que tenía guardados todos los capítulos, pero en caso de no poder recuperarlos, tendré que volver a escribir los que me faltan y quizás tarde una o dos semanas en terminar la novela.
Aprovecho esta oportunidad, para agradeceros por todo el apoyo que me ofrecéis a través de los comentarios que recibo cada vez que hago alguna nueva publicación y por todas las visitas que tiene el blog, gracias a vosotros.
Espero que sigáis visitando el blog y que continuéis leyendo la novela, como lo habéis echo hasta ahora.
Sandra xx
Este es un blog dedicado a One Direction donde encontrarás todo tipo de información sobre la banda y novelas.
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miércoles, 22 de enero de 2014
miércoles, 8 de enero de 2014
CAPÍTULO 25: ÚLTIMO BESO
Abrí los ojos lentamente, cegándome con la potente luz que
se filtraba por el cristal translucido de la ventana. Miré a ambos lados de la
cama buscando a Liam, pero él no se encontraba allí.
Me incorporé notando leves estallidos de dolor en el
costado. Un hormigueo incesante me corría por el cuello, pero no podía siquiera
tocármelo ya que la enfermera me había colocado un collarín blanco que me
obligaba a mantener el cuello erguido, de modo que se curase más rápidamente.
Me levanté y me puse los zapatos, los cuales reposaban a los píes de la cama,
relucientes.
Tardé varios minutos en ponérmelos ya que el hecho de tener
que doblarme sobre mis propias costillas me provocaba estallidos de dolor por
todo el cuerpo, pero conseguí atármelos.
Me levanté de la cama y me dirigí al baño para asearme, ya
que llevaba varios sin hacerlo y la idea de estar sucia me era poco agradable.
Cuando terminé salí del baño con un gran albornoz blanco
cubriéndome el cuerpo. Mi pelo estaba alborotado y concentrado en una maraña de
pelos enredados que solo sería capaz de desenredar con la ayuda de un peine.
Volví a la cama y me encontré con varias prendas de ropa
puestas sobre la sábana. Estaban perfectamente dobladas y planchadas y
desprendían un olor a detergente que me impregnó las fosas nasales.
Era así:
Sabía que aquello había sido un regalo de Liam, a modo de
despedida, por lo que no debería aceptar aquel detalle pero lo cierto era que
si iba a ver a Zayn tendría que estar presentable y aquella ropa era la
adecuada para aquella ocasión.
Me lo puse sentada en la cama, sin importarme que mi pelo
mojase la tela blanca de la sábana. Cuando terminé me peiné con las manos (no
disponía de un peine en ese momento) y salí al pasillo con una sonrisa. Miré a
ambos lados e hice una mueca al observar las múltiples puertas que se extendían
a través de él.
No sabía ni siquiera donde me encontraba.
Comencé a andar por el pasillo y me interné por aquellos que
le sucedían, mirando las paredes blancas. Tras varios minutos de recorrer
muchos pasillos, todos idénticos entre sí, caí en la cuenta de que estaba
atrapada en una especie de laberinto.
Fruncí el ceño y miré a mi alrededor, buscando alguna
posible puerta que me sirviese como salida de escape. No me gustaba estar en un
sitio desconocido con personas desconocidas. Seguí recorriendo los pasillos con
la esperanza de encontrar la salida pero no hubo ni rastro de ella.
Doblé una esquina y me apoyé en la pared de uno de los
pasillos, esperando a que alguien apareciese y me ayudase a salir de aquel
laberinto.
El tiempo fue pasando y nadie aparecía por allí. Mi cuerpo
se deslizó por la pared blanca y me quedé de cuclillas en el suelo, mirando
fijamente a un punto fijo. Me senté sobre mis piernas y comencé a tararear una
canción que me sabía de memoria.
Step one
you say we need to talk
He walks
you say sit down it's just a talk
He
smiles politely back at you
You
stare politely right on through
Some
sort of window to your right
As he goes
left and you stay right
Between
the lines of fear and blame
And you
begin to wonder why you came
Hice una pausa para respirar profundamente y miré a ambos
lados del pasillo en busca de alguien que por casualidad pasase por allí. Al
comprobar que no había nadie allí, miré al suelo y seguí tarareando la canción,
sin importarme el ruido que esto provocara.
Where did I go wrong, I lost a
friend
Somewhere along in the bitterness
And I would have stayed up with you
all night
Had I known how to save a life
Let him know that you know best
Cause after all you do know best
Try to slip past his defense
Without granting innocence
Lay down a list of what is wrong
The things you've told him all
along
And pray to God he hears you
And pray to God he hears you
Where did I go wrong, I lost a
friend
Somewhere along in the bitterness
And I would have stayed up with you
all night
Had I known how to save a life.
Cuando terminé, me recosté sobre la pared y cerré los ojos.
Inspiré profundamente y esperé a que alguien pasase por allí. Todo fue silencio
durante unos interminables segundos hasta que oí unas leves pisadas seguidas de
unos estruendosos aplausos.
Me giré bruscamente y desde mi posición divisé unas piernas
largas y delgadas cubiertas por un pantalón grisáceo de chándal. Miré hacia
arriba y ahí estaba él, con su amplia sonrisa y esos ojos marrones que
irradiaban tanto amor y dulzura.
-¡Zayn!- grité levantándome de golpe. Me lancé a sus brazos
y oculté mi rostro en su camiseta inhalando su perfume. Olía a metal, cuero y
sudor pero en esos momentos el sudor no estaba entre mis mayores
preocupaciones.
-Princesa- susurró Zayn en mi oído. Escuchar su voz provocó
que miles de corrientes eléctricas me recorrieran el cuerpo por completo.
-¿Qué haces aquí?- pregunté aparatándome de él. Si me
hubiesen encontrado Liam, Harry o incluso Daniel, no me habría sorprendido nada
ya que trabajaban allí y se sabían cada parte de aquel lugar como la palma de
su mano, pero el hecho de que me hubiera encontrado Zayn era demasiado
sospechoso.
-Te he estado siguiendo- respondió con sinceridad. Me
sorprendió que lo hubiese dicho con tanta tranquilidad, sabiendo de antemano
que me enfadaría pero no ocurrió.- La enfermera no me dejaba entrar a verte
porque decía que eso podía alterarte y decidí quedarme a esperarte y como te vi
salir de la habitación, decidí seguirte.
Me explicó con tono inocente. “La enfermera” había dicho, lo
que significaba que no sabía que el que verdaderamente me había estado cuidando
había sido Liam y lo mejor sería que no lo supiese.
Le abracé y rodeé sus caderas con mis brazos atrayéndolo
hacía mí. Alcé la cabeza y le miré enarcando una ceja.
-Así que ahora te dedicas a seguir a chicas que se
encuentran perdidas en medio de un laberintos de pasillos, sin saber por dónde
salir- le dije en tono sarcástico. Sonreí y le miré esperando una respuesta.
-Solo sigo a las chicas que me gustan- susurró mirándome
intensamente a los ojos. Alcé una ceja y le devolví la mirada.
-¿A sí? ¿Y quién es la afortunada que ha conquistado tu
corazón?- me alejé de él, apartando mis brazos de sus caderas. Ladeé la cabeza
y le miré expectante.
Sin decir una palabra se acercó a mí y esta vez fue él el
que rodeó la cintura con sus fuertes y musculosos brazos. Sentí su calor
corporal y me esforcé al máximo por no besarle. No debía hacerlo, no en ese
momento. Debía esperar a que me diese una respuesta a la pregunta que le había
formulado.
-Tú- susurró sobre mis labios y los juntó con ternura. Los dedos temblorosos de Zayn me apretaron
las caderas con fuerza atrayéndome más hacía él. Gemí de placer y seguí el
ritmo del beso.
La electricidad que sentí la primera vez que besé a Zayn,
seguía ahí, escondida en un rincón de mis entrañas esperando el momento
oportuno para salir y llenarme de calor y placer.
Introduje mi lengua en su cavidad bucal y ambas jugaron
entre ellas frenéticamente. Le miré durante un par de segundos y descifré la
expresión de deseo que mostraban sus ojos. Una llama roja, yacía encendida en
el centro de sus pupilas, reavivándose cada vez más a causa del placer que le
causaba degustar mis labios, y que yo degustara los suyos.
Me junté al cuerpo de Zayn hasta que el paso de aíre quedó
bloqueado por ambos cuerpos.
-Zayn…- jadeé recuperando la respiración. La duración y la
intesidad del beso me había dejado sin aíre.
-¿Si?- murmuró apoyando su frente contra la mía.
-Te amo- susurré apoyando mis labios sobre los suyos- y
nunca dejaré de hacerlo.
-¿Crees que yo sí dejaré de hacerlo algún día?- pregunté
separándose un poco de mí con ambas dejas levantadas, formando un irregular
arco.
Reí ante su inesperado chiste y le besé, de nuevo.
Mis manos se concentraron en su estómago, acariciándolo con
suavidad, sin embargo él me paló las manos por los hombros, las manos, la espalda
y cualquier parte de mi cuerpo que estuviese a su alcance. Noté como sus manos
temblaban y dudé un segundo en separarme de él.
El beso no podía haber sido el causante de aquel temblor
extremo, ya que la intensidad de este era calmada, demasiado para mi gusto.
No era tan apasionado como los demás, era casi como un beso
de… despedida.
¿De despedida? No, eso no podía ser posible. Todavía
quedaban muchas horas por delante antes de que llegase el momento de
despedirse.
No quería pensar en eso pero las palabras de Liam llenaron
cada esquina de mi mente.
Intenté que esos pensamientos se desvaneciesen de mi mente
pero no ocurrió. Seguían ahí impidiéndome disfrutar del momento, recordándome
cada segundo que apenas me quedaban horas con Zayn antes de que formase parte
de la compañía que había intentado matarme.
Seguramente él no tuviese certeza de lo que le deparaba el
destino, pero tenía que advertirle. Avisarle de que se separase de aquella
gente que solo quería hacerle daño y persuadirle para que trabajase con ellos.
-Zayn, tengo que decirte algo- susurré sobre sus labios
alejándome de él.
-Dime- asintió levemente con la cabeza permitiéndome hablar.
-Es… sobre la clasificación- comencé a hablar pero Zayn negó
con la cabeza alejándose de mí y llevándose las manos a la cabeza con gesto
resignado.
-______, no quiero hablar de eso ahora- suplicó con tono
triste- solo quiero aprovechar el tiempo que nos queda juntos antes de que…
bueno, antes de que te marches.
Hice una mueca de dolor al oír aquellas palabras. Zayn tenía
puestas todas su esperanzas en volver a verme cuando los meses de entrenamiento
terminasen, pero eso no iba a ser.
-Vale- respondí frunciendo el ceño. Me apoyé en la pared, en
frente de él y dejé que mi cuerpo se deslizara sobre ella hasta que mis piernas
se quedaron completamente extendidas sobre el suelo.
Cerré los ojos y noté la atenta mirada de Zayn sobre mí.
Abrí mi ojo derecho y sonreí. Palmeé con la mano, la zona que tenía justo al
lado e hice un ademán con la mano para que sentase a mi lado.
Me miró durante uno segundos, sopesando la oferta y me miró
con los ojos entrecerrados.
-¿No prefieres que vayamos a la habitación y te ayude a
hacer la maleta?- preguntó señalando el final del pasillo. Al parecer él sí que
sabía cómo salir de aquel laberinto.
Negué con la cabeza y esbocé una sonrisilla tímida.
-No. Quiero pasar las horas que me quedan a tu lado.
Él me miró y aprecié la fascinación.
Volví a palmear el suelo, con frenesí, mirándole desafiante.
-Sr. Malik, creo que no sería de su conveniencia rechazar la
oferta de sentarse al lado de una dama ¿No cree?- pregunté con voz cursi. Él
rió y sentó a mi lado con las piernas estiradas.
Sus piernas eran largas y fuertes, al contrario que las
mías, las cuales eran cortas y flácidas.
Me recosté sobre su hombro y cerré los ojos. No quería
dormirme pero el sueño me invadió y el sueño se adueñó de cada una de las
partes de mi cuerpo.
-_______- me dijo Zayn en un susurro- tienes una voz
preciosa.
Fue lo último que llegué a oír antes de que el sueño me
engullera por completo.
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