ONE SHOTS

ONE SHOTS: 

AMOR EN SECRETO (NIALL & TÚ): 

Eran las 8:30 de la mañana y estaba de camino al instituto. Iba leyendo un libro que aunque lo hubiese leído más de 5 veces nunca me cansaba de leerlo.
Cuando llegué al instituto, entré y me dirigí a mi taquilla para coger los libros de la clase que me tocaba. Cerré la taquilla y me encaminé al aula de Literatura pero de repente caí al suelo. Me levanté rápidamente y cogí mis libros los cuáles estaban todos tirados en el suelo. Vi a unos chicos riéndose de mí y entre ellos estaba Niall Horan, mi ex-mejor amigo.
Les dediqué una mirada furiosa y entré al aula.
En una de las mesas del fondo vi a Ariana haciéndome señas para que me sentase a su lado.
Ariana era mi mejor amiga desde que eramos pequeñas, siempre había sido como una hermana para mí.
Empezamos a hablar hasta que el profesor entró en el aula. En el aula se formo un silencio absoluto y el profesor empezó a explicar lo mismo de todos los días: Literatura.
Intenté estar atenta pero era imposible ya que notaba que alguien me observaba. Me giré y vi que Niall Horan me miraba fijamente. Le miré durante unos segundos y pude notar odio en su mirada. Decidí ignorarle y volver a centrarme en las explicaciones del profesor. Entonces todos aquellos recuerdos vinieron a mi mente. Era uno de esos días en los que Niall y yo eramos mejores amigos.
FLASHBACK
Estaba colocando mis libros en mi taquilla para dirigirme a la siguiente clase. De repente noté como unos fuertes brazos me agarraban suavemente por la cintura.
-Hola, princesa- reconocí esa voz de inmediato y me giré para mirarle a los ojos.
-Hola, Nialler- dije dándole un beso en la mejilla. 
Todos pensaban que éramos novios debido a aquella forma de actuar pero realmente nosotros solo éramos mejores amigos.
-¿Qué tal estás?- no pude responder ya que un grupo de chicos llegó y se posicionaron justo delante de nosotros.
-Niall, necesitamos que vengas a entrenar, mañana tenemos un partido muy importante y no puedes faltar- dijo uno de ellos. Era alto y tenía el pelo rizado. Sus ojos eran verdes y su piel era pálida.
-Claro Harry, ahora voy- dijo separándose un poco de mí.
-Además Emma te está esperando- dijo otro de los chicos. Este era moreno y tenía el pelo negro. También era alto y bastante guapo.
-Un momento, en unos minutos voy- dijo mostrándoles sus perfectos dientes.
-No tardes- dijo el chico del pelo rizado. A continuación se alejaron.
-¿Quién es esa tal Emma?- pregunté intentando no sonar enfadada aunque en verdad si que lo estaba.
-Eh... pues... es mi novia- respondió tímidamente.
-¿Qué?- Aún no podía asimilar lo que me acababa de decir- ¿Por qué no me lo has dicho antes?- pregunté furiosa.
-Pues... pensaba decírtelo ahora pero...- no pudo terminar ya que por acto reflejo le dí una bofetada.
-¿Qué haces?- dijo frotándose la cara con la mano.
-Lo... lo siento- empecé a correr mientras las lágrimas se deslizaban por mi rostro.
Llegué a una zona desierta donde había un banco y me senté. Empecé a llorar desconsoladamente pensando en todo lo que acababa de suceder. 
-¿Por qué me pasa esto? No es tan malo que mi mejor amigo tenga novia pero siento algo que se apodera de mí y me destruye por dentro- pensé- ¿Será que estoy enamorada de mi mejor amigo?
A partir de ese día Niall no me volvió a hablar y Ariana y yo nos hicimos mejores amigas.
FINFLASHBACK 
Seguía sumida en mis pensamientos hasta que noté algo chocar en mi cuello. Me giré para ver bien lo que era y vi que era una bola de papel. Intenté leerla pero no pude ya que el profesor Smith se acercó y me dijo:
-¿Sería tan amable de entragarme eso?- dijo señalando el papel arrugado. Lo cogí y se lo entregué dudosa. Él lo cogió y empezó a leerlo. Cuándo terminó dijo:
-Niall Horan y Paula Braun se quedarán aquí castigados después de la clase- dijo mirándonos muy seriamente.
¿Niall? ¿Qué tenía que ver Niall en todo esto? 
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La clase de Literatura había terminado y en el aula solo nos encontrábamos Niall y yo que esperábamos a que el profesor Smith apareciese. 
Las ventanas del aula estaban abiertas y yo tenía mucho frío ya que me había dejado la chaqueta en la taquilla. Niall lo notó y se levantó de su silla para intentar cerrar la ventana pero esta estaba atascada y no se podía cerrar. Agotado por el esfuerzo se quitó su chaqueta y me la cedió.
-No hace falta, estoy bien- dije intentando ocultar el frío que tenía.
-Sé perfectamente que tienes frío- dijo con una sonrisa dulce.
A continuación se acercó a mi y me la colocó sobre mis hombros.
La acepté debido al frío que tenía y este se sentó en una silla que había justo al lado de la mía. 
-Paula, hay cosas que tenemos que hablar- dijo suavemente.
-No tengo nada que hablar contigo- le respondí cortante.
-Sé que me porté mal y quiero pedirte disculpas por ello-
-Pedirme disculpas ¿Por qué?- dije mirándole a los ojos confundida.
-Aquel día en el que te conté que tenía novia, fuiste la última en enterarte y al ser mi mejor amiga tenias que haber sido la primera en saberlo-
-No hace falta que te disculpes, no fue tu culpa- dije mirándo hacía la direción opuesta a dónde estaba Niall.
-Sí es mi culpa, porque yo te amo- en ese momento miré a Niall y él también me miraba fijamente. Intentaba responder pero las palabras no salían de mi boca.
-¿Qué... has dicho? 
-Que te amo Paula, desde el primer momento en que te vi me enamoré de ti.
-¿Y por qué empezaste a salir con esa tal Emma?- dije mientras una lágrima se resbalaba por mi mejilla.
Rápidamente me la sequé ya que no quiería dar pena y mucho menos a Niall James Horan.
-Pues,estaba enamorado de tí y yo tenía la sensación de que tú nunca llegarías a verme como algo más que tu mejor amigo así que decidí olvidarte y para eso empecé a salir con Emma-
Me quedé atónita a sus palabras. -¿Realmente me había estado amando todo este tiempo y no me había dicho nada?- pensé
-Yo...- no pude terminar ya que Niall posicionó su dedo índice sobre mis labios y lentamente se fue acercando a mis labios.
-Te amo- dijo antes de fundirnos en un profundo beso. 
Su lengua se introdujo en mi cavidad bucal y empezaron a jugar entre ellas desesperadamente.
La falta de aire se hizo presente y nos tuvimos que separar.
-¿Me... amas?- preguntó con los labios rojos e hinchados.
-Sí, siempre te he amado- dije intentando recuperar el aire que me faltaba.
Antes de que pudiera decir algo más, me besó en los labios. Nuestras bocas se encontraron desesperadas, mientras se besaban ansiosamente. Cada beso era una droga, adictivo. Y cuando creía que cuantos más besos satisfacerían mi hambre, hacían el efecto contrario.
-Te amo- dije antes de fundirnos en otro beso. Un beso que jamás olvidaría.

FIN.



ENCUENTRO CASUAL (ZAYN & TÚ): 

Caminé lentamente hacía la puerta de salida. Estaba claro que Zayn solo jugaba conmigo. ¿Cómo el chico que se había burlado con mis sentimientos podría estar arrepentido? Unas lágrimas saladas brotaron de mis ojos, había perdido mis papeles por un muchacho que apenas sabía mi nombre.
Cerré la puerta por detrás y una ráfaga de viento recorrió mi espalda. Algunas luces, provenientes de los viejos faroles ubicados en los bordes las frías calles de Nueva York, alumbraban los edificios.
Rápidamente, tras escuchar unas voces, me froté los ojos con las mangas de mi sudadera. Cuando mis párpados se secaron, logré divisar a Zayn y a una persona que pensé conocer. El frío se filtró por mis pantalones y temblé. Decidí correr para no ver a mi ex-novio, pero de pronto el acompañante de este se acercó a mí.
- ¿_____(tn)? -espetó al verme, y largó una profunda carcajada.- ¿Encerio eres tú?
Mis dientes dejaron de castañear levanté mi mirada hacía la persona que me hablaba. Era él, Zayn, un amor de secundaria quien me había dejado plantada la noche de graduación. Había cambiado tanto, aunque claro, sus hoyuelos seguían caracterizándolo como la primera vez que lo vi. Sus ojos brillaban más de lo normal. 
-Zayn- articulé, indiferente. -¡Cuánto tiempo! fue lindo verte, pero ahora mismo tengo cosas que hacer.
Mis deseos por reclamarle todo lo que sufrí por él habían, de pronto, eran nulos.
Avancé unos pasos, hasta que sentí unos brazos rodearme.
-¿Sabes por cuanto tiempo esperé este momento?
Reí incrédula y volteé sobre mis tobillos, obteniendo una corta distancia entre nuestras narices.
-¡Oh! ¿Encerio? disculpa por haberte hecho esperar. 
Revoleó los ojos y luego volvió su mirada hacía la mía, largando un suspiro. Se separó de mí.
-Bien, supongo que al menos me dejarás llevarte a casa- vociferó, abriéndome la puerta de un Porsche negro. -Es peligroso que una muchacha tan fina y guapa como tú camine sola un sábado a la noche.
Me guiñó un ojo, haciendo que mi corazón diera un vuelco. Me resigné y subí al asiento de acompañante. 
El camino me pareció eterno. Me limité a observar por la ventanilla todo el trayecto. Hasta que finalmente sentí el coche estacionarse. Tragué saliva antes de tomar la cálida mano de Harold y bajar. Lo observé detenidamente: su chaqueta combinaba perfectamente con sus bien moldeados rulos, y sus zapatillas hacían juego con sus ojos. El hizo lo mismo, lo cual hizo que muchos nervios recorrieran mi cuerpo.
- Aprendí a conducir, ¿lo notaste muñeca? -sonrió de esa forma tan especial que podría hacer que miles de chicas cayeran rendidas a sus pies.
-Claro. Esto, gracias Styles. Fue lindo verte.
Me dirigí a la puerta de entrada, cuando recordé algo. Me giré con curiosidad.
-Zayn... solo por curiosidad .- miré hacía abajo.- ¿Qué hacías con Ed?
''¡Tonta, tonta, tonta!'' -pensé- ''es su amigo, ¿no es obvio, acaso?''
-Salió con mi hermana el fin de semana, y tú sabes, mi hermana es la clase de persona que no necesita estar con alguien para divertirse.
Mis ojos se cristalizaron. ''Imbécil'' pensé. La rabia comenzó a apoderarse de mi ser. 
De pronto mis piernas comenzaron a fallarme, haciendo que pierda el control y, inevitablemente me llevó a una humillante caida. Sin pensarlo dos veces, Zayn me tomó en sus brazos, notablemente preocupado.
-¡____(tn) ! ¿Estás bien? -dijo, nervioso- Te llevaré a tu habitación.
En un movimiento rápido, tomo mis llaves y, en menos de 3 minutos me depositó en mi cama, para luego sentarse a mi lado.
-Tienes mucha fiebre -afirmó, posando su suave mano en mi frente.- ¿Hoy no a sido un buen día, verdad?
Tomé una bocanada de aire, y lo tomé de la mejilla.
-¡Cálmate Zayn! -reí tímidamente.- La culpa fue mía, ¿Que clase de idiota se cae sin razón?
Se acercó lo suficiente para que nuestras respiraciones se mezclaran. Su aroma a libros nuevos se apoderó de mi olfato, causandome una sensación de paz.
-La clase de idiota de la que me enamoré hace dos años. -rió irónicamente.- Y a la cuál dejé plantada por tener el deber de cuidar a mi mamá de su enfermedad.
-Zayn, yo... -intenté explicar mi actitud anterior, desconcertada.
No me dejó hablar puesto que recogió sus llaves de la mesa de luz y avanzó rápido hacía la puerta.
¿Debía dejarlo ir? o mejor dicho, ¿Quería dejarlo ir? ¿Justo ahora?
Me paré ignorando el dolor y corrí hacía él. Y, una vez que se giró, me refugié en sus brazos para entrelazar sus manos con las mías y besarlo de la forma más desesperada.

FIN. 


ALWAYS TOGHETER (LOUIS & TÚ):

- ¡Déjadme salir! - grito con fuerza y de inmediato me echo a llorar. 
Las cuatro paredes en las que estoy encerrada me asfixian, a pesar de que las he visto y decorado yo misma, me están matando. 
No logro entender el estúpido intento de mis padres de que Louis y yo estemos separados. No nos pueden separar, no pueden separar a dos personas que se aman ¿No? Pero me obligo a enfrentarme a la realidad cuando veo que lo esta logrando. 
La desesperación comienza a aumentar, dificultando gravemente mi respiración. Sino llego al tren de las tres, Louis se ira y pensara que no me he querido escapar con el, cuando en verdad hago todo lo posible por huir sin saber que mantenían un ojo bien vigilado sobre mi. Me echo a llorar mas fuerte sin poder creer la traición de mi hermana, la única que me había apoyado desde el principio. Y ahora me había entregado, cuando yo la he ayudado a que mis padres aceptasen su relación con Louis.
Comienzo a arrancar a gritos todas las fotos que tengo pegadas en las paredes. Rompo todo lo que encuentro en mi camino porque la ira que llevo adentro esta dificultando mi respiración a grandes cantidades. No se como hacer ver que el no es un capricho, aunque actuando de esta manera parezco una nena caprichosa. Creo tampoco debe importarme mucho,ya que lo único que quiero es salir y buscarlo. 
Falta una hora para el tren. Una hora y mi vida se abra ido para siempre. Una hora y el se ira.
Louis y yo nos habíamos conocido en el baile de bienvenida de mi preparatoria. Había ido con Harry Styles, pero él me había dejado plantada por otra. Así que me encontraba llorando cerca de la piscina, donde un muchacho de ojos cafés y una sonrisa deslumbrante se acerco a darme consuelo.
Luego de eso nos volvimos cercanos, juntándonos casi siempre y hablando de nuestras vidas. No supe en que momento exactamente, pero ya lo amaba. Y el a mi también.Mi familia no lo acepto por el rango social que el poseía. El no tiene dinero ni un futuro poblado de poder y riquezas. Pero tiene amor para darme, tiene cariño, caricias, momentos de felicidad, y una seguridad que jamás ha existido. Yo lo quiero, lo amo como nunca ame a nadie. No me pueden separar de el por prejuicios.
Así que me dirijo a mi balcón, esperando a que no haya nadie que me pueda descubrir. Efectivamente no hay nadie. Nunca los he desobedecido, así que no pensaran que intento escaparme por la ventana, aunque si vigilan, vigilan sin ser vistos. Ellos jamás pensaron que me escaparía con un “pobre diablo”, tal como lo clasifican a Louis.
Hago una soga larga con mis sabanas y las sujeto bien al mármol de las barandillas. Tiro mis maletas hacia los arbustos, las cuales no hacen ningún ruido por suerte. Bajo con lentitud y una vez que me encuentro en el piso, recojo las maletas y salgo corriendo hacia el laberinto de arbustos que hay en el jardín. Allí esta un viejo coche que usaba mi hermana a escondidas para ir a fiestas de noche. Ahora me servirá para mi huida.
La estación de tren queda lejos de mi casa, por lo que me toma media hora la mitad del camino, así que ya estoy sobre la hora. Rezo por todo lo que mas ame Dios de que el se encuentre allí. No se cuan lejos podremos irnos, aunque planeo vender mis joyas para poder comprar un pequeño departamento donde podamos estar los dos. 
Mi móvil suena, así que me paro a un lado y atiendo.
- ¿¡Donde se supone que estas!? - grita mi madre.
- Eso no te importa ya - digo con la respiración agitada - Mañana mismo tendré dieciocho. Ya no podrás hacer nada.
- ¿Eso crees? Ese chico no te dará nada de lo que nosotros podremos darte ¿Acaso el te ayudara a pagar tus estudios universitarios? ¿Acaso el te comprara las joyas y vestidos que usas? ¿Acaso el será capaz de darte la vida de la cual estas acostumbrada? No sigas un impulso por un amor de verano. Eres una niña, no sabes nada del amor.
- Él es mas que un amor de verano - río feliz, feliz de estar lejos de ella - No se si él logrará darme todo eso, mamá. Pero estoy decidida a enfrentar todo por el, cosa que tu jamás harás con papa porque no lo amas. La que no sabe nada del amor eres tu.
- ¡Eres una…!
- Sí, lo se. Una estúpida - vuelvo a reír - Lo siento, mamá. Te quiero, pero esta es mi vida. Adiós.
Sigo conduciendo, solo faltan diez minutos para que el tren. Llego finalmente cuando faltan siete. Pero cuando intento alcanzarlo, el ya esta en marcha.
Rompo a llorar de inmediato cuando me doy cuenta de que el se esta yendo allí, sin mi. Pensando tal vez de que yo he decido hacerle caso a mi familia y abandonarlo. Jamás lo hubiera echo aun así si quisiera, porque el significa mi mundo entero, mi verdad en donde alrededor hay mentiras. Lo único que realmente me llego a importar.
- ¿____(tn)? - escucho su voz detrás mio. Mi llanto cesó - ¿Eres tu, _____(tn)? Por favor, dime que eres tu, mi amor.
Me doy media vuelta, y el esta allí con su sonrisa torcida y su mirada llena de felicidad y preocupación. Cuanto le debió haber dolido no verme llegar. Pero ya estoy aquí, así que corro a abrazarlo llorando en su hombro.
Nadie ni nada nos podría separar. Louis y yo seguiremos juntos hasta el final.
- No podría vivir sin ti, .
Lo miro a los ojos, y se que el siente lo mismo que yo. ¿Vivir sin Louis Tomlinson toda mi vida sin sentirme miserable? Nadie podrá comprarse con el jamas, nadie podrá hacerme reír, hacerme llorar de emoción, hacerme experimentar el verdadero amor. No me importa vivir con poco y nada, no me importa pasar habré ni tener las comodidades que tuve toda mi vida, porque con el a mi lado, todo vale la pena. 

FÍN.


LITTLE THINGS (HARRY & TÚ)

No me gustaba verla así, llorando por sus inseguridades, por las críticas de la gente y por otras cosas totalmente estúpidas. Me dolía, ella era mi mejor amiga, la quería demasiado… o mejor dicho, la amo. Nunca le he dicho lo que sentía por ella, por el hecho de que me rechazara y quedara como un idiota. Quizás no era una modelo de pasarela, pero yo la amo por ser esa mujer que no me ha criticado por mi actitud, por mi torpeza y siempre me da una de sus hermosas sonrisas; una sonrisa sincera y con todo el cariño.
La abracé por los hombros y sus sollozos aumentaron de intensidad. Quería decirle que era perfecta para mi y que la iba amar para toda la vida, valorándola, siendo yo mismo. Ella se corrió y secó las lágrimas que corrían por su mejilla. Suspiró hondo y luego me miró, sus hermosos ojos estaban rojos de tanto llorar. 
―Sé que soy un estorbo Zayn, si quieres, puedes dejarme sola ―, dijo mientras sacaba un pañuelo de su bolso azul celeste. 
¿Por qué diablos dijo eso? ¿Ella creía que era un estorbo para mí? Estaba muy equivocada. Desde que la conocí, aguantaba cada una de sus locuras, de sus payasadas y de su carácter. La miré fijamente y fruncí el ceño.
―¿Por qué diablos dices eso? ―, pregunté confundido.
―¡Por que solo vivo para molestar a la gente! Soy un asco de persona, no sirvo para nada… solo para estorbar. Estorbo a mi familia, a la clase y hasta a ti. Además soy horrible, no tengo nada bueno que aportar a la gente―, dijo para luego cubrir su rostro con las manos, estaba dolida.
Estaba delirando, lo tenía claro y otra cosa era porque no sabía lo que decía. Quizás para los demás no sea la mujer más guapa del mundo, pero para mí lo era. Ya no aguantaba verla derramar otra lágrima y que me quedara sin el habla porque aguantaba no decirle lo que sentía. Hoy era el momento.
----Para empezar Naomi, no eres un asco, no estorbas a nadie y no eres horrible. Eres la chica más hermosa, simpática, dulce y comprensiva que he conocido en mi vida. ―, tome sus manos para depositar un leve beso ―. Y tu nunca en mi vida me estorbarías por que yo…
―Vete al grano Harry, yo solo te estorbo con mis insignificantes sollozos y mis lágrimas sin sentido, también por… ―, se quejó, luego alejó sus manos con brusquedad, para luego utilizarlas para cubrir su rostro.
―¡Naomi, déjame terminar! ―, esta vez se me había terminado la paciencia, odiaba que me contradijeran y más cuando lo hacia ella. Odiaba que se insultara, que se diera asco y que no se valorara. ¿Acaso era tan difícil? En mi perspectiva no lo era, ella era una mujer hermosa y… odiaba que dijera que era horrible. 
Se quedó callada por un momento y luego me miró, estaba enojada, lo sabía, la conocía perfectamente como para no notarlo. No le gustaba que la interrumpiera. Su mirada fulminante era aterradora. Tragué saliva y recé para que el valor no me defraudara. Hace dos años que sentía todo esto por ella y antes o después tendría que contárselo así que ese era el momento más adecuado para hacerlo. Antes de que pudiera producir una palabra, ella empezó a caminar unos pasos, oh no, esta vez no me iba a dejar con las palabras en la boca.
―Lo siento Harry, me tengo que ir, no sé para qué recurrí a ti… solo estorbo.
―Por el amor de Dios ―, murmuré, a veces era tan terca... Amaba eso, pero a la vez lo odiaba.
Una ráfaga de viento frío hizo que mis rizos se alborotaran, maldecí por lo bajo, haciendo reír a Naomi un poco, me gustaba verla escucharla reír. Era como una poesía para mis oídos o una canción bella y desconocida. Luego agachó la cabeza, una de las cosas que no valoraba era su sonrisa, pero para mí era la sonrisa más hermosa que había visto. Sacudí mi pelo y ella se miró para la derecha, la carretera estaba vacía y las grandes nubes advertían que pronto iba a llover. Ella me miró nuevamente y respiró hondo, movía sus manos con inquietud y su respiración se volvía entrecortada, estaba nerviosa, pero… ¿Por qué? Debía ser yo el que estaba nervioso, pero no en este momento, me sentía cómodo y a la vez confundido.
―Eh… me tengo que ir ―, luego miró mis labios y parpadeó varias veces. Ahora estaba más confundido de lo normal. Trató de alejarse, pero yo la tomé de la muñeca, atrayéndola hacia mí con un solo movimiento. Un silencio incómodo se formó entre nosotros, su respiración chocaba con mi rostro y eso me tensaba. ¿Era tan difícil decir “Te amo”? Quizás ella no sentía lo mismo hacia mí y me iba a dejar solo, desconcertado y con lagrimas esparciéndose por mi rostro, por que no sentía lo mismo. 
―No me dejaste terminar ―, dije para romper el hielo.
―¿Dejarte terminar? ―, preguntó confundida.
―Lo que te estaba diciendo…
―Lo siento Harry, en verdad, tengo que irme a casa ― Luego con un simple movimiento se soltó de mi agarre y con pasos moderados se alejó de mi. No podía evitar sentir una furia interna que me estaba devorando y acabando con la poca cobardía que me quedaba.
―¡Te amo! ―, grité, un gritó lleno de sentimientos, un grito que expresaba lo que sentía hacia ella. Ella se detuvo en seco, quedó paralizada en ese lugar por unos segundos y se giró desconcertada.
"Lo que me esperaba" pensé y luego bajé la mirada avergonzado. Me maldecí internamente, no quería confesarme así, no de esa manera. Actué muy brusco y sonó muy inesperado para ella. Subí la mirada para ver como estaba en estos momentos y me llevé la grata sorpresa de que estaba cerca mio, con el ceño fruncido y sus ojos tenían un brillo especial, no lo distinguía muy bien. Una sonrisa traviesa se formó en sus labios, haciendo que mis mejillas ardieran levemente, esto era inesperado.
―¿Esto es real? ―, preguntó fascinada.
―¿A que te refieres? 
―Pellízcame ―, preguntó con tono burlón.
Fruncí el ceño
―¿De qué diablos hablas? ―, pregunté desconcertado.
―De esto, esto es un sueño ―, dijo seriamente, luego bajó la mirada y una traviesa lágrima rozó su mejilla, apreté los puños con frialdad y fruncí el ceño ―. Tú no puedes enamorarte de esto ― Señalándose ―. Lo dices para que yo esté mejor y sea la chica más feliz del mundo, tú sabes lo que siento por tí y te aprovechas de eso para que no me insulte a mi misma. Pero no quiero caer tan bajo Harry y creí que eras mi amigo.
―¡Ya me hartaste! ―, dije al fin ―. Te estoy diciendo la verdad. Desde que te conocí me sentía atraido hacía tí.No entiendo porque dices que eres horrible, o que eres un estorbo para mí. Eres la chica más hermosa que he presenciado, tienes algo que hace que cada día te ame más, cuando me cuentas de tus problemas y de tus inseguras, trataba de buscar una manera cómoda y amigable de decirte que no le tomaras importancia, no quería decirte “Te amo por eso” por el miedo de que me rechazaras. Y te juro que no sabía que sentías esas cosas por mí, me sentiría feliz si no fuera por el hecho de que no te valoras.
―¡Pero se me hace tan difícil valorarme! ¡Se me hace difícil quererme! Te juro que no puedo Harry ―, murmuró, iba a romper en llanto y no me iba a dejar terminar.
―Yo te ayudaré ―dijé con seguridad ―. Deja que te diga cada día lo hermosa que eres, deja que cada día te valore y te haga sentir bella. No me importa tu peso, no me importa tu color de ojos o de tu cabello, no me importa si no tienes algún talento específico. Yo te amo por ser tú Naomi, te amo por esas pequeñas cosas también, eres perfecta para mí. 
Nunca había dicho algo así en mi vida, algo que salió de corazón y reflejándolo con unas simples palabras. Elevó la mirada y sonrió, pero esta vez no agachó la cabeza. Sonreí de lado y me acerqué más a ella, su aliento nuevamente chocaba con mi rostro, pero esto era especial, mágico, solo estos momentos se presenciaban en mis más locos sueños. Colocó sus manos sobre mi rostro y posó sus labios con los míos.
Sus dulces y suaves labios, al fin formando un hermoso beso con los míos. El sabor de sus labios me estremecía, el suave contacto con los míos hacia que unas traviesas mariposas volaran en mi estomago, que la temperatura de mis mejillas elevara y me hiciera el hombre más feliz del planeta.
―Gracias ―, susurró entre mis labios para luego besarme nuevamente. 
Esto si que era el paraíso.

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―¡Joven Styles! ¿Otra vez dormido en clase?
La voz chillona y repugnante de la profesora de ciencias me despertó de otro sueño con ella, otro sueño irreal con la chica irreal. ¿Por qué soñaba con ella? Todo el tiempo era la misma rutina. Elevé la mirada para ver a la profesora pelirroja con una ceja arqueada, luego la bajé nuevamente, avergonzado. Escuchaba la risa de mis compañeros. La mujer me miró por unos segundos más, buscado una explicación o respuesta, pero yo no dije nada. Ella suspiró resignada y giró su cabeza para mirara los asientos que se encontraban adelante.
―Joven nueva… ¿Le puede explicar el trabajo a Styles?
No se escuchó nada. La profesora se alejó y los murmullos de los compañeros se empezaron a resonar en todo la clase. Elevé la mirada y ahí estaba ella, la chica de mis sueños. Abrí los ojos como platos. 
Todos mis compañeros la miraban insensiblemente y con el ceño fruncido. Fulminé con la mirada a la mayoría y estos volvieron a mirar sus libros. Después me di cuenta que ella se encontraba a mi lado, colocando su libro en la mesa y con la mirada baja. Yo la miré por un segundo y si, era ella… los mismo rasgos, ojos, cabello, todo. No sé que pasaba, esto era tan extraño. Ella se percató de que la observaba y se sonrojo en un santiamén, yo sonreí, siendo simpático y queriéndome ganar una buena impresión por su parte.
―¿A si que eres nueva? ― dije, aun que ya sabia cual era la respuesta.
―Eh… si ―, murmuro, su voz era la misma que en la de mi sueños.
―¿Cómo te llamas? 
―Me llamo Naomi―, dijo mientras acomodaba unos traviesos mechones de su cabello y los colocaba detrás de su oído.
«Sí, es ella» pensé y luego sonreí de oreja a oreja.
―Mi nombre es Harry y… creo que seremos muy buenos amigos. ―, le aseguré, haciendo que sus mejillas se enrojeciesen. 
Quería besarla, pero eso podría esperar. Ya que el destino hizo que los sueños se convirtieran en realidad. Voy a hacer que se dé cuenta de que hay alguien que la ama... por sus pequeñas cosas.

FÍN.



ADMIRADOR SECRETO (LIAM & TÚ)

Todo iba normal, hasta que un día llegué al instituto y encontré en mi taquilla una carta. ¿No se habrá equivocado? Recorrí el ligar con la mirada buscando a alguien que pudiese ser el propietario de esa carta pero nada; no sabía cómo había llegado a mi, pues no soy ese tipo de chicas que están luchando siempre para verse perfecta o de clase alta, solo era yo, estaba en todos los grupos “Nerds” del colegio, nadie nunca se me había declarado pero bueno… ¿Qué le iba a hacer?
Mire nuevamente hacia todos lados y no se encontraba nadie prestándome atención, así que sin más remedio abrí la carta.

Hola ___, seguramente pensaras que esto es una broma o algo por el estilo, pero déjame asegurarte que estas completamente equivocada… veras simplemente me llamaste la atención, asi es, tu cabello castaño que cae delicadamente sombre tus hombros, tu voz hecha por los propios ángeles, tus hermosos hoyuelos que salen a la luz acompañada por una angelical sonrisa. 
Eres la ilusión de muchos chicos aunque no te des cuenta, & eso hace ponerme celoso, si sigues desconfiando de mi, envíame una carta & déjala sobre el teclado del piano que se encuentra en el segundo piso {Sala de música} 

Estaba asombrada y a la vez sorprendida, llevé la carta hacia mi pecho en busca de repuestas pero ninguna iba a llegar, pise el piso a tierra y me di cuenta de que no había nadie en los pasillos, estaba tan concentrada en leer la carta que ni siquiera me había dado cuenta que tocó el timbre, caminé con pasos lentos hacia el patio.
¿Le respondo, o solo hago que nunca ocurrió nada?, el sol chocó con mi cara, acompañado con una agradable brisa de primavera. 
Si no le respondo tal vez sea una estúpida. No sé por qué lo pienso, aún creo que es una broma. Igual no perdería nada, solo un poco de dignidad pero no me importaba. Agarre una hoja y empecé a escribir…

"Hola ¿Extraño?; aún eres un extraño para mi, solo quería hacerte varias preguntas ¿De dónde me conoces? ¿Qué buscas con esto? y la más importante para mí; ¿Quién eres? Solo te quería aclarar que si estas bromeando no llegaras a ningún lado con esto."

Era extraño ¿Cómo podía perder el tiempo escribiendo una carta a un completo desconocido? 
Había un muchas probabilidades de que fuese una broma. Un mar de adolescentes llenaron aquellos vacíos pasillos, salí de aquel patio que empezaba a llenarse de murmullos y personas, de un momento a otro había aparecido en la sala de música, estaba siguiendo inconscientemente….
Allí se encontraba… el piano, hace mucho tiempo no tocaba uno, mi abuelo me había enseñado cada paso para tocar esta hermosura; cada esencia de el estaba allí. Empecé a tocar un trozo de la canción de Skyscraper; lo que hizo aparecer varias lagrimas, no había llorado por él en meses, las seque y deje la carta sobre el piano, me oculte en un rincón esperando que alguien entrara a la sala en busca de esa carta…

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No había nadie, mire la hora y eran las 11:30, no podía ser verdad, no, no; definitivamente me había quedado dormida, rayos. Había perdido todas las clases, no podía ser verdad, esto no estaba bien, me repetía una y otra vez. 
Salí de la sala de música dispuesta a irme hacia mi casa, cuando una voz en mi espalda me detuvo.
-___, ¿Qué te ha pasado? No apareces en ninguna clase y ahora te encuentro aquí –Dijo simpática Ashley.
-Es que…-Buscaba excusas- No me sentía del todo bien 
-Y... ¿Qué haces aquí a estas horas?--- Frunció el ceño esperando una respuesta.
-Nada, adiós –Salí corriendo, no quería que me interrogara; llegue a mi casa que por suerte no había nadie; tome una larga ducha de reflexión…
AL DÍA SIGUIENTE:
~El despertador había sonado, inundando con su sonido a toda la habitación; un nuevo día, tal vez una nueva carta, hoy no podía faltar a clases, tenía que actuar como si nada pasara, las calles de nueva york estaban vacías, el sol apenas salía, la gente se iba despertando lentamente.
Llegue a mi antiguo casillero & en ella encontré nuevamente una carta, dude en abrirla ahí, asi que la puse entre mis libros de la próxima clase, no me iba a pasar lo mismo que ayer. El timbre invadió mis oídos, todos chocaban para no llegar tarde a clase. Biología había comenzado & con ello el aburrimiento, sonreí tras recordar la carta, abrí lentamente, intentado que nadie viera lo que hacía; 

~___, vamos esto no es una broma, lo digo enserio, responderé tus preguntas: Te conozco del colegio, solo busco declararme de alguna manera & si quieres saber quien soy ven al salir del colegio a Cleo’s ya sabes te esperare allí, me gusta sentarme cerca de la ventana, asi que tenlo en cuenta.

¿Tengo que ir? Este es el momento en el que no sabes, que hacer, estaba nerviosa no iba a negarlo, pero iba a hacerlo. Iba a llegar al fondo de esto.
Solo quedaban unas cuantas personas allí, estaba segura que iba a ir, camine con pasos lentos intentando formar palabras para cuando llegase allí y lo viese. 
Entre a la cafetería Cleo’s, habían un par de personas, recordé que en la carta mencionaba algo de las ventanas así que eche un vistazo, era… no, no podía ser, mire nuevamente y su mirada se encontró con la mía, al momento se levanto y se acercó a mí.
-Creí… creí que no vendrías- Dijo algo nervioso
-¿Eres tú no? –Dije sin poder creerlo
-Así es, yo escribí las cartas, yo te vi tocando el piano, que por cierto tocas muy bien, y hasta te vi dormirte ahí–Sonrió
-Sigo sin creer que seas tú Liam
-Solo créelo, ¿Quieres sentarte? Creo que estamos llamando la atención aquí, agarro de mi mano para guiarme hacia las bancas, -Solo… quiero saber algo.
-Díme– Conteste
-¿Esperabas algo mejor? –Sus ojos me habían perdido un poco de brillo, y aún que no lo sepan, estaba enamorada de él desde primer año.
-No, solo creía que era una estúpida broma –Dije perdiéndome en sus ojos marrones.
-No jugaría con alguien como tu –Tomó mi mejilla – Te he estado observando hace mucho tiempo, pero nunca supe como acercarme a ti –Cortó aun más la distancia – Dime…
-¿El qué? –Hable tímidamente
-¿Qué sientes? – Finalizó Liam cortando la distancia entre nosotros y terminando en un beso.
-Siento que estoy enamorada de tí- dije y volví a acercarme a él para fundirnos en otro beso.

FÍN.