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jueves, 20 de junio de 2013

NOVELA NIALL & TÚ: CAPÍTULO 32

CAPÍTULO 32: PRIMERA VEZ
NARRAS TÚ:
Nos tumbamos boca arriba, muy juntos, tapados con el edredón. Segundos después alargué la mano hasta su camisa y poco a poco la fui desabrochandola hasta que su torso se quedó completamente desnudo.
Este hizo lo mismo con mi vestido, el cual lo lanzó a algún lugar oscuro de la habitación.
Comencé a sentir el frio traspasándome la piel, y cuando Niall lo notó, me abrazó fuertemente transmitiéndome su calor.
Me besó apasionadamente mientras me desabrochaba el sujetador y hacía con él lo mismo que había hecho con el vestido, el cual yacía en el suelo, arrugado.
Se quitó los pantalones en un gesto rápido y comenzó a desnudarme por completo cuando yo grité:
-¡Basta!- mi pecho se contraía rápidamente mientras varias gotas de sudor surcaban de mi frente.
-¿Estás bien?- preguntó Niall incorporándose. Me miraba preocupado, como si lo que fue a hacer estuviese prohibido.
-Es que… tengo miedo- dije temblando. Niall me miraba incrédulo mientras intentaba no echarse a reír.
-¿Nunca lo has hecho?- preguntó mirándome con deseo. Negué con la cabeza avergonzada por admitir algo tan íntimo con aquello.
-Me enorgullece saber que voy a ser el primero en hacerte mía- susurró en mi oído dejándome completamente desnuda.
En un delicado movimiento me penetró, a lo que yo solté un pequeño grito de dolor, provocando que Niall me mirase preocupado.
-¿Quieres que pare?- preguntó con expresión asustada.
Volví a negar con la cabeza, a lo que Niall comenzó a moverse dentro de mí con suaves movimientos.
Los siguientes minutos fueron puro placer para mí, al contrario de lo que me había imaginado. El proceso fue lento, paciente, silencioso y no especialmente doloroso.
Solté varios gemidos de placer al llegar al orgasmo, y segundos después, me recosté en el pecho de Niall, con la frente empapada de sudor.
Estaba agotada, sin embargo Niall no parecía estarlo ya que comenzó a depositar pequeños dulces besos en mi cuerpo, lo que me excitó más aún.
Comencé a reír descontroladamente mientras Niall me hacía cosquillas por todo el cuerpo. Mis carcajadas traspasaban la pared de la habitación, por lo que decidí bajar el volumen de mis gritos desquiciados.
-Para por favor- supliqué riendo a carcajadas. Niall cesó sus cosquillas pero se acercó a mi oído y susurró:
-Te amo- esas palabras causaron un gran revuelo en mi interior ya que de un momento a otro me encontré entre la espada y la pared.
Horas tras, Brad me había confesado que me amaba y yo ni siquiera le había respondido. No respondí  al alago de Niall hasta que este fijó sus ojos celestes en mi, esperando a que respondiese.
-Yo también te amo- respondí dulcemente. Pasé la mano por sus tonificados bíceps y un escalofrío recorrió mi cuerpo.
Mis ojos se fueron cerrando lentamente, hasta que me quedé profundamente dormida sobre el torso desnudo del hombre al que amaba.

……

Unos extraños movimientos captaron mi atención, despertándome por completo. Alcé la vista y contemplé la figura de Niall saliendo del baño. Llevaba una toalla que le tapaban sus partes más íntimas. Parecía ocupado buscando algo por la habitación, sin éxito alguno.
Me dediqué a contemplarle asegurándome de que las sábanas me tapan el cuerpo. Le miraba con el deseo de que regresase a la cama y me besase como parte de darme los “Buenos días”.
Niall me miró y una sonrisa pícara se escapó de sus labios hinchados por el calor que se filtraba por los cristales de las ventanas abiertas de par en par.
-Buenos días princesa- dijo metiéndose entre las sábanas para a continuación darme un dulce beso.
-Buenos días- respondí ocultando mi cara en su torso, aún húmedo por la reciente ducha que se había dado.
-¿Cómo has dormido?- preguntó levantando una ceja. En su mirada pude notar cierto tono descarado, burlándose por lo de anoche. Analicé la pregunta y llegué a la conclusión de que se estaba burlando de mí por haber sido virgen hasta hacía varias horas.
-Estúpido- murmuré levantándome de la cama para dirigirme al baño y darme una ducha.
-Espera, _______(tn)- dijo Niall agarrándome del brazo, impidiendo que entrase al baño- lo siento, siento haber sido tan… poco hombre- dijo con una sonrisa inocente que hizo que se me ablandase el corazón.
-Mamarracho- escupí las palabras pero al ver su expresión divertida sonreí y le abracé rodeando su cintura con mis delgados brazos.
-Te amo- susurró por decimosexta vez, enterrando la cabeza en mi pelo. Lo había oído tantas veces decir aquellas palabras, pero apenas me lo demostraba.
-Demuéstramelo- dije persuasivamente mientras le miraba esperando alguna respuesta convincente por su parte. Niall me miraba extrañado como si no supiese qué responder.
-¿Cómo quieres que lo haga?- preguntó con el entrecejo fruncido.
-Demuéstraselo al mundo- Niall me moraba sorprendido por mis palabras, aunque a decir verdad, ni yo misma me esperaba ser tan sincera- demuéstrale que nos queremos y que nada ni nadie puede controlarnos.
Me sentía inútil por decir aquellas palabras pero no poder hacer nada al respecto.
-Vamos a hablar con Anna para que nos permita estar juntos de cara al público- supliqué con una llama de esperanza vibrando en mi interior.
Niall me miraba poco convencido y tras unos segundos de reflexión dijo:
-______(tn), no sé si te habrás olvidado pero estoy comprometido- dijo bajando la mirada- lo siento, pero no puedo aceptar tu propuesta.
Mis ojos se llenaron de lágrimas al oír esas palabras y la poca fuerza y esperanza de luchar contra el amor del chico al que amaba, se desvanecieron junto con todos aquellos sentimientos de venganza y superación, hacía todos aquellos que nos controlaban.
Las lágrimas surcaron mi rostro, empapándolo y sumergiéndole en un baño que solo sirvió para que Niall sintiese lástima de mi, algo que odiaba profundamente de alguien.
-Bien, si eso es lo que quieres, cásate con Lucía y espero que seas muy feliz a su lado- entré en el bañó y cerré la puerta en sus narices.
Esperé a que se marchase de la habitación pero al ver que no lo hacía, lancé un jarrón hacía el espejo que adornaba uno de los estantes colocados en la pared, haciéndolo añicos.
Grité de rabia por tener que soportar todo aquello. Niall me había utilizado simplemente para tener sexo y eso era algo que nunca podría perdonarle.
Me resbalé en la puerta hasta que quedé completamente sentada, mientras sollozaba desconsoladamente deseando despertar de aquella pesadilla en la que me había adentrado.

“Todo había comenzado como un sueño, y terminó como una pesadilla”





P.D. Hola!
Bueno, os quería avisar de que estaré una semana o quizás más tiempo sin subir cap ya que me voy de vacaciones y no podré escribir porque en lugar al que voy no hay Internet  *______*
En cuanto vuelva colgaré algún capítulo (Espero que me dé tiempo) y será más largo.
Espero que os haya gustado el cap y ¡¡¡COMENTAD!!!

Besos xx

NOVELA NIALL & TÚ: CAPÍTULO 31

CAPÍTULO 31: HERMANOS
NARRAS TÚ: 
Cerré los ojos deseando que todo aquello fuese un simple sueño pero al abrirlos, seguía allí, delante de dos chicos que se miraban ferozmente deseando que las miradas matasen.
-Brad ¿Qué te trae por aquí?- preguntó Niall sujetando su copa de vino.
-He venido a visitar a esa bella señorita- respondió Brad señalándome. Le miré a los ojos y pude notar como estos reflejaban venganza y odio.
-¿Os conocéis?- pregunté intentando relagar el ambiente cargado de reproche y odio.
-Si- respondió Niall sin apenas mirarme. Aquel gesto me dolió lo suficiente como para que una traviesa lágrima se escapase de mis ojos.
Brad se dio cuenta y me miró confundido. Evadí su mirada intentando que no se percatase de lo borde que había sido Niall conmigo pero mis intentos fueron en vano ya que segundos después este miró a Niall con furia y a continuación le dio un fuerte puñetazo, que lo tiró al suelo.
Al presenciar esa escena me quedé en completo shock, observando como Brad y Niall se peleaban en el suelo.
-¡Basta!- grité, haciendo que todas las miradas se posasen en mí y en mi rostro arruinado por las lágrimas que ahora corría por mis mejillas.
Liam y Louis aparecieron por detrás de mi y sujetaron a Niall y a Brad. Niall estaba echo una furia mientras que Brad pareció tranquilizarse segundos después de que les separasen.
Mi llanto retumbó en la sala, lo que provocó que Niall y Brad me mirasen confusos. Brad se zafó del agarré de Louis y se dirigió a mí, no sin antes dedicarle una profunda mirada de odio a Niall.
-Vamos a un lugar más privado- dijo cogiéndome de la mano. Asentí y me dejé llevar sintiendo el calor de su piel.
Llegamos a mi habitación y me senté en la cama, donde comencé a llorar de nuevo.
-No sé por qué me pasan estas cosas a mí- susurré intentando calmarme, cosa que no funcionó del todo.
Brad se acercó a mí y me agarró la mano con ternura. Le miré directamente a los ojos y la calidez que estos desprendían me sobrecogió.
-_______(tn) eres una de las personas más especiales que conozco- comenzó a decir Brad acariciándome la mano- y o lo digo por tu fama mundial, sino porque eres una chica increíble- sus últimas palabras provocaron que me enrojeciese, por lo que bajé la cabeza.
Pasaron varios segundos en los que el silencio reinó entre nosotros.
-¿De qué conoces a Niall?- pregunté de repente.
Brad apretó los dientes y se quedó mirando al suelo, sin responder a mi respuesta.
-Él es mi hermano- respondió provocando que mi mirada se dirigiese automáticamente a él- llevamos varios años peleados y no había hablado con él hasta ahora.
Esa respuesta fue sencillamente la que menos me esperaba.
Le miré con los ojos brillantes, a punto de soltar las últimas lágrimas que me quedaban.


“Por mi culpa dos hermanos se han peleado”
“¿Cómo puedo ser tan estúpida como para hacer que dos hermanos se peleen por mi culpa?”


Pensé mientras las lágrimas se resbalaban por mi rostro. Brad colocó su mano en mi rostro y me las secó sonriéndome.
-Solo causo problemas- dije en un intento por calmarme.
-A mi no me causas problemas- dijo Brad acercándose a mi, algo que me incomodó bastante- a mi me enamoras.
Sus palabras me sorprendieron mucho y para cuando quise darme cuenta ya había posado sus labios sobre los míos.
Me dije a mi misma que lo que estaba haciendo estaba mal pero me dejé llevar y disfruté del momento, algo que no debería de haber echo.
Cuando fui consciente de lo que estaba haciéndo , empujé a Brad para que se separase de mi, lo cual resultó bastante confuso para él.
-No… no puedo, lo siento- me levanté de la cama y me dirigí a la puerta para salir, cuando Brad me agarró fuertemente del brazo impidiéndome seguir.
-¿Por qué no _____(tn)?- preguntó Brad con un tono de voz que denotaba trsiteza y decepción.
Era muy difícil responderle ya que sabía que la respuesta causaría un gran dolor en él, pero tenía que decírselo antes de que se enterase por alguien no deseado.
-Porque… yo… amo a Niall- bajé la mirada y solté las palabras deseando no causar un vacío en el corazón de Brad.
A los pocos segundos, clavé mi vista en sus ojos y pude capatar la decepción brillando en el iris azul de estos. Su típica sonrisa desapareció de su rostro y con expresión seria susurró:
-Vaya, entonces me temo que… mi lugar no está aquí- giró el manillar de la puerta dispuesto a salir pero yo tiré de él impidiendo que lo hiciese.
-No te vayas por favor- supliqué tiernamente.
Le cogí de la mano y nos volvimos a sentar en la cama.
-Vamos a intentar llevarnos bien- comencé hablando- podemos llegar a ser amigos.
Él asintió tristemente y noté que lo que había dicho no había ayudado en nada.
-Ven- dije tirando de él hacía fuera de la habitación. Juntos bajamos al piso de abajo donde la fiesta parecía continuar como si nada hubiese pasado.
-Te voy a presentar a una amiga- dije atravesando a la multitud que taponaban la entrada del salón. Cuando por fin logramos entrar busqué con la mirada a Lucía, y la encontré en un puesto de pastelitos, hablando con uno de los cocineros.
-Disculpad que os interrumpa- dije interponiéndome entre Lucía y el cocinero, el cuál me miró descaradamente- necesito hablar con Lucía.
Le dediqué una mirada rápida al cocinero y arrastré a Lucía hacía la zona donde estaba Brad.
-Brad, te presento a Lucía- sonreí esperando a que se diesen la mano pero lo único que hicieron fue contemplarse mutuamente como si no hubiese mañana.
De repente comenzaron a hablar sobre sus gustos, por lo que decidí alejarme y dejarles su propio espacio de intimidad.
Comencé a atravesar la multitud que de nuevo de agrupaba en la entrada pero cuando por fin fui a salir me topé con Niall, el cual sujetaba una bolsa de hielo sobre su mejilla derecha.
-_______(tn)- dijo al verme. Sonreí inesperadamente y me abalancé sobre sus brazos.
Fue una reacción que ni yo me esperaba, pero sentí unas enormes ganas de abrazarle y sentir su calor corporal cerca de mi.
-________(tn)- susurró impregnándose de mi olor. Situé mi dedo índice sobre sus carnosos labios, obligandole a guardar silencio.
 Pasé mi mano por su pelo y le besé con tanta intensidad que pensé que le taladraría los labios, pero no fue así, ya que este me agarró por la cintura y tomó el control del beso que cada vez disminuía de intensidad hasta que nuestras respiraciones entrecortadas se chocaban.
-Ven conmigo- susurré y le dirigí a mi habitación.

Una vez dentro, cerré la puerta con pestillo y me tumbé en la cama mientras miles de pensamientos pervertidos, atravesaban mi mente.




P.D. Hola!
Bueno, os quería informar de que el próximo capítulo quizás sea un poco más corto ya que no tengo mucho tiempo para escribir pero va a ser el cap más hot que he escrito nunca. 
AVISO: Nunca he escrito algo hot, por lo que me costará bastante escribir el siguiente cap, pero lo haré lo mejor que pueda :)
Espero que os guste el cap y ¡¡¡COMENTAD!!!
Besos xx

domingo, 16 de junio de 2013

NOVELA NIALL & TÚ: CAPÍTULO 30

CAPÍTULO 30: UNA PESADILLA, UNA FIESTA Y UN ENCUENTRO INESPERADO.
NARRAS TÚ:

Caminaba por el césped descalza, tocando las flores blancas que crecían bajo la posesiva luz de la luna, que iluminaba el campo. Los sonidos extraños predominaban aquella extensa llanura y las miradas de los búhos curiosos, predominaban gran parte de aquel extraño lugar.
Escuché unos pasos acercarse a mis espaldas y me giré bruscamente, acechando el peligro. Oí el filo de un metal seguido de un susurro.
Me volví a girar asustada y esa vez mi expresión se convirtió en una de auténtico terror. No tuve oportunidad de chillar ya que un objeto de metal afilado me atravesó. Solté un gemido a la vez que caía de rodillas en la hierba húmeda.
Me toqué la parte de la tripa donde había acertado el cuchillo y observé como un hilo de sangre brotaba de ella.
Levanté la mirada y antes de desvanecerme por completo susurré:
-Niall- una inmensa oscuridad me inundó por completo, haciendo que mi ser se hundiese en un agujero del que no podría salir jamás.


Me levanté sobresaltada con el sudor salpicándome la frente. Miré a mi alrededor y comprobé que me encontraba en mi habitación. Nada de lo que había soñado había ocurrido de verdad. Solo había sido un sueño. Un horrible sueño.
Me tapé la cara con las manos intentando alejar los malos pensamientos que aún rondaban por mi mente sin descanso.
“Solo ha sido un sueño. No se volverá a repetir”
Pensé levantándome de la cama para a continuación dirigirme al baño. Me duché y cuando salí escogí lo primero que enocontré:





Bajé las escaleras y cuando llegué a la planta de abajo pude denotar el bullicio que se había formado.  Había comida y globos por todas partes y los sirvientes andaban de un lado a otro colocando aquellos detalles que eran de vital importancia para que todo estuviese presentable para el cumpleaños de Irene, que daría lugar por la tarde en la mansión.
-¿Puedo ayudar en algo- le pregunté a una mujer bajita que se mantenía ocupada decorando unos pastelitos cuadrados de fresa con nata. Esta sacudió la cabeza en señal de respuesta y siguió haciendo su labor.
Me dirigí al jardín donde un grupo de jóvenes decoraba y daba forma a los diferentes arbustos que habían crecido entre  la maleza.
-¿Necesitan ayuda?- pregunté acercándome a un hombre que parecía muy concentrado dándole forma a una pequeña planta cuyas hojas cada vez se veían más uniformes.
-No hace falta- respondió el hombre secamente sin siquiera separar la vista de la plata que estaba tallando. Suspiré resignada y decidí dirigirme a mi habitación cuando de repente alguien gritó mi nombre desde el fondo del pasillo en el que me encontraba.
Me giré sobresaltada y allí estaba Irene, con una sonrisa espléndida que iluminaba su rostro.
-¡Irene!- grité abrazándola con fuerza.
Ella respondió a mi abrazo y undió su rostro en mi hombro, lo que provocó en mi cierta ternura hacía ella.
-¡Felicidades!- exclamé haciendo un ridículo baile, lo que provocó que muchos de los sirvientes me mirasen divertidos e Irene se echase a reír a carcajadas.
Bajé la mirada avergonzada por el numerito que había montado delante de todos los que se ocupaban de decorar la mansión.
No me importaba mucho lo que Irene pensase ya que al ser mi hermana, estaba acostumbrada a vivir en primera persona mis más locas ocurrencias.
-¿Qué hacemos ahora?- pregunté subiendo las escaleras seguida de Irene.
-Arreglarnos para esta tarde- respondió obvia.
-¿Tan pronto?- pregunté mirando el reloj. Al ver la hora, mi expresión cambió a una de incredulidad- ¡Son las 13:30!- grité entrando e mi habitación a toda prisa.
Sin ser consciente de ellos, le cerré la puerta en las narices a Irene, la cual se puso a protestar mientras caminaba en dirección a su habitación.
Suspiré y me metí en el baño para arreglarme. Tenía que estar deslumbrante.

………….

Las voces y las presentaciones se oían desde el piso de abajo y mis nervios aumentaban cada segundo. No era mi cumpleaños pero el hecho de que Niall estuviese presente acompañada de su futura esposa Lucía, hacía que un sentimiento de superación y egoísmo se apoderase de mí.
 Me miré por última vez al espejo y este me devolvió el reflejo:

 



Salí de mi habitación, más decidida que nunca, y bajé las escaleras hasta chocarme con la gente que se agrupaba en el rellano, intentando entrar en el salón.
Me hice paso entre la gente intentando buscar a Anna o a alguna de las chicas.
-¡Naomi!- dije al encontrarla hablando con un grupo de personas cuya identidad desconocía.
-¡Wow! _______(tn) estás fabulosa- dijo Naomi abrazándome.
-Lo mismo digo- le dije con una sonrisa divertida.
-¿Sabes donde están Anna o Irene?- pregunté mirando a mi alrededor.
-Irene está preparando su discurso y Anna le está dando la bienvenida a los invitados- dijo ella alejándose de mi.
Intenté decirle algo pero estaba demasiado lejos como para oírme. Me dirigí a la entrada de la mansión con la esperanza de encontrarme a Anna en la entrada y así fue.
-¡Anna!- grité acercándome a ella. Cuando estuve a su altura comencé a hablarla atropelladamente pero el chico que tenía al lado llamó mi atención.
Al reconocer el rostro del chico noté como se me formaba un nudo en la garganta, el cual impedía que las palabras saliesen de mi boca.
-Estás preciosa- dijo Brad contemplándome. Asentí incapaz de articular palabra.
-¿Qué… que haces aquí?- pregunté en un intento por no sonar extrañada. Anna carraspeó llamando nuestra atención. Señaló en dirección al salón y se marchó abriéndose paso entre la gente.
-He venido a visitarte- respondió con esa sonrisa que tanto me gustaba.
-¿Cómo sabes dónde vivo?- pregunté frunciendo el ceño.
-Es muy fácil encontrar la dirección de una de las cantantes más famosas del mundo- respondió mirándome provocativamente.
Sonreí por su ingeniosa respuesta y le cogí del brazo para dirigirle a un lugar más privado donde pudiésemos hablar tranquilamente.
De repente Brad se quedó quieto mirando a un punto fijo. Dejé de andar y miré al mismo lugar donde se dirigía la mirada de Brad y allí estaba él.
-Niall Horan- susurró  Brad lanzándole una profunda mirada de odio.
-¿Le conoces?- pregunté mirando a Niall, el cual se había percatado de nuestra presencia y nos miraba extrañado por nuestra manera de actuar.
-Si- masculló Brad molesto.
Miré hacía Niall, el cual se acercaba a nosotros con una copa de champan en la mano.

¿De qué conocía Brad a Niall? ¿Acaso eran amigos?



P.D. Hola!
Hoy he subido varios caps ya que disponía de mucho tiempo libre pero mañana estaré demasiado por lo que es muy probable que no pueda subir capítulo.
Espero poder subir uno el martes por la tarde :)
Sandra xx

NOVELA NIALL & TÚ: CAPÍTULO 29

CAPÍTULO 29: ADIÓS IRLANDA
NARRAS TÚ:
Pasaron 3 días y aunque no estaba del todo recuperada, debía regresar a Londres para estar a tiempo en el cumpleaños de Irene.
Brad se había ocupado de mí durante aquellos y se lo agradecería de por vida.
Salí del baño vestida así:


















Oí el timbre de la puerta y antes de abrirla miré por la mirilla para asegurarme de que quien llamaba era alguien de confianza.
-Brad- dije abriendo la puerta, dejando al descubierto parte de mi vestimenta.
-Hola- dijo con su habitual sonrisa- el taxi te está esperando en la puerta trasera del hotel.
-Vaya, creo que ya es hora de marcharme- dije cogiendo la maleta y arrastrándola hasta el ascensor. Pulsé el botón de bajada pero Brad me hizo un gesto con la cabeza.
-No puedes bajar por el ascensor- dijo este interponiéndose entre las puertas metálicas impidiéndome el paso.
-¿Por qué no?- pregunté ladeando la cabeza extrañada.
-Hay muchos paparazzis en la planta de abajo. El personal del hotel les prohibió subir a esta planta pero les han permitido quedarse en la entrada así que lo más seguro es que al salir te vean y no me apetece tener que volver a salvarte- me ruboricé al escuchar las últimas palabras de Brad ya que tenía toda la razón al decir que me había salvado de ser fotografiada por aquellas personas que se dedicaban a entrometerse en las vidas ajenas.
-Bien, entonces ¿Por donde debo salir?- pregunté a la defensiva.
Sin decir palabra alguna, me cogió de la mano y me guió por diferentes pasillos hasta que llegamos a una puerta de metal que soltó un fuerte chirrido al ser abierta.
Salimos a un pequeño jardín desierto en el que había varios cubos de basura y algunos gatos comiendo de las sobras que encontraban. Atravesamos el césped del jardín y a los lejos divisé un pequeño vehículo de color banco y negro. Supuse que era un taxi debido a los colores chillones que resaltaban sobre el metal que cubría el motor del vehículo.
Entré mientras el taxista metía mi maleta en el maletero. Una vez dentro me despedí de Brad con la mano y este me dij algo que no conseguí escuchar.
-¿Qué has dicho?- grité en un intento por que me escuchara. Desafortunadamente mis palabras bailaron en el aíre sin llegar a sus oídos.
Le lancé un beso de despedida justo cuando el taxi empredió su marcha. Este me lo devolvió con una expresión de melancolía y tristeza.
Tras varios segundos, me reocsté sobre el asiento trasero del coche y me propuse quedarme dormida, al menos hasta que llegásemos a Londres, y así fue.
Me desperté sobresaltada al oír el fuerte claxon del coche, indicando que ya había llegado a su destino. El taxisa se giró hacía mi reclamándome el dinero que le debía por haberme llevado hasta el lugar que le había indicado. Le entregué lo que este me indicó salí del coche de un salto.
-¡________(tn)!- gritó Irene dándome un fuerte abrazo.
-Hola hermanita- dije secándome las lágrimas que se habían escapado de mis ojos.
Naomi y Paula se acercaron a mi y me dieron un gran abrazo transmitiéndome la alegría que sentían por mi reciente llegada.
Entré rápidamente a la mansión ya que la calle comenzaba a llenarse de paparazzis preparados con sus cámaras.
-Tenemos muchas cosas que hacer- se oyó la voz de Anna proveniente de la cocina. Pasados varios segundos hizo su aparición en el salón, el lugar donde las chicas y yo nos encontrábamos  en ese momento.
-¡Preparar mi cumpleaños!- chilló Irene comenzando a dar saltitos. Me eché a reír por la forma en la que se comportaba en un situación tan infantil. Su cumpleaños sería al día siguiente y no había nada planeada, lo que me resultó bastante extraño ya que Anna siempre lo tenía todo milimetrado al segundo.
-Entre otras cosas- dijo Anna con cierto desdén.
Cogió su móvil y llamó a una empresa de tartas y otros manjares, que se encargaba de llevar los pedidos a domicilio.
-Bien, chicas necesito que me ayudéis con los preparativos para el cumpleaños- dijo dirigiéndose a las demás- _______(tn) sube a tu habitación y deshaz la maleta. Cuando termines bajas a ayudarnos.
Asentí y subí las pesadas escaleras arrastrando la maleta que a cada paso que daba se resistía más a subir.
Cuando por fin llegué arriba entré en el cuarto y me sorprendí bastante al ver lo renovado y decorado que estaba. Las cortinas viejas habían sido reemplazadas por unas cortinas rosas mucho más nuevas y el tono rosa pálido de las paredes lucía bajo la luz del sol que iluminaba la habitación.
Contemplé la habitación y sonreí satisfactoriamente. La habitación era así:



















Dejé la maleta encima de la cama y poco a poco fui colocando los objetos que esta contenía, en sus respectivos lugares.
Cuando terminé de colocarlo todo, pasé mi mano por la frente secándome el sudor que se resbalaba por ella.
Bajé las escaleras dando pequeños saltitos y cuando llegué al piso de abajó me topé con Anna, la cual andaba de un lado a otro con el teléfono en la mano, llamando a quien fuese necesario para que el cumpleaños de Irene fuese espectacular.
-¡Oh ________(tn)!- dijo acercándose a mí a toda prisa. Me entregó una hoja con garabatos y yo la examiné curiosamente intentando averiguar qué contenía- revisa la lista y comprueba que estén todos los nombres.
-¿Qué es?- pregunté agitando la hoja en el aire.
-La lista de invitados- dijo alejándose con el teléfono en la mano. Asentí y observé todos los nombres de la lista. Muchos de los invitados eran totalmente desconocidos para mí, sin embargo otros eran amigos de la infancia.
Leí en voz alta todos lo nombre hasta que llegué a uno que me llamó en especial la atención.
-Niall Horan- pronuncié su nombre con cautela, mientras notaba como la piel de me erizaba por completo.

Volvería a encontrarme con él y presentía que no iba a ser un encuentro agradable.

viernes, 14 de junio de 2013

NOVELA NIALL & TÚ: CAPÍTULO 28

CAPÍTULO 28: ¿SUEÑO O REALIDAD?
NARRAS TÚ:
Pasaron varios días y con ellos los conciertos y todas las entrevistas que había concertado Anna para nosotras.
Durante todo ese tiempo no volví a ver a Brad lo que me resultó bastante extraño debido a lo que me dijo días atrás.
Llegó el día de nuestra partida a Londres y no me levanté de muy buen humor. No me apetecía abandonar Irlanda para volver a Londres, el lugar donde había vivido los mejores y peores momentos de mi vida.
Hablé con Anna y conseguí convencerla para poder quedarme varios días más en aquella ciudad a la que tanto cariño la había cogido.
-Te voy a echar de menos- espetó Naomi dándome un cariñoso abrazo.
-Tienes que estar en Londres el día de mi cumpleaños ¿Vale?- musitó Irene con lágrimas en los ojos y me dio un beso en la mejilla para después entrar en la limusina que las esperaba para llevarlas de vuelta a Londres.
Paula no dijo nada, simplemente me abrazó y se alejó arrastrando su maleta.
Anna me dio otro abrazo y me dijo:
-Disfruta los 3 días que estarás en esta hermosa ciudad- me miró sonriente y se colocó el bolso en el hombro.
-No lo dudes- respondí devolviendole la sonrisa. Vi como entraba en el coche y este emprendía su marcha.
Levanté mi mano derecha y la agité en el aíre despidiendolas hasta que el el coche quedó atrapado por la espesa y profunda niebla que reinaba en el ambiente.
Entré en el hotel y arrastré los pies hasta el ascensor, el cuál se encontraba en la quinta planta, por lo que tuve que esperar a que bajase.
Noté la atenta mirada de alguien sobre mí, por lo que recorrí la planta baja del hotel con la mirada, sin ningún resultado satisfactorio. Mi vista se dirigió a la ranura situada entre el suelo y la moqueta marrón que lo cubría, sin embargo volví a notar aquella extraña sensación de que estaba siendo observada por alguien.
Las puertas metálicas del ascensor se abrieron con un desafiante chirrido que me provocó un terrible e instantáneo dolor de oídos. Marqué la planta correspondiente y el ascensor ascendió hasta llegar a dicha planta.
Las puertas se volvieron a abrir aunque esta vez el sonido chirriante desapareció por completo. Cuando estas se abrieron por completo me ofrecieron una vista del panorama que tenía delante; Miles de periodistas se agrupaban en un diminuto corro extendiendo sus cámaras y micrófonos en mi dirección intentando que respondiese a las preguntas que me formulaban a la vez.
Me asusté tanto que estuve apunto de perder el sentido y caer al suelo inconsciente pero antes de que esto ocurriera, alguien me agarró por la cintura y me arrastró por detrás de un biombo de color canela que separaba los diferentes pasillos de habitaciones.
No pude ver la cara de la persona que me había salvado de aquel calvario, hasta que entramos en una habitación grande y luminosa que ofrecía unas espectaculares vistas panorámicas del centro de Dublín.
Me agaché intentando recuperar al aliento, cuando un chico se acercó a mí. Levanté la mirada y me encontré con esos profundos ojos azules que tanto me recordaban a los de Niall.
-Brad- dije con aliento entrecortado.
-_______(tn)- pronunció mi nombre sensualmente lo que provocó miles de estímulos dentro de mi- no sé qué habrían hecho todos aquellos periodistas si no te hubiese sacado de allí- soltó una carcajada por su propio comentario y me miró esperando una respuesta.
-Gracias- musité cansada. No me explicaba la razón por la cual me encontraba tan débil pero lo cierto era que no podía dar dos pasos sin tener que agarrarme a la pared.
Brad me miró extrañado y se acercó a mi para comprobar que me encontraba bien.
-¿Te encuentras bien?- preguntó tocándome la frente en busca de algún síntoma que mostrase que tenía gripe.
-No mucho- dije mirando al suelo.
-Creo que tienes fiebre- dijo cogiéndome de la muñeca. Me llevó a una habitación donde había una amplia cama con dosel y una larga mesa llena de papeles- siéntate.
Hice como este dijo y me puse la mano en la frente comprobando que estaba caliente, muy caliente.
Tras varios minutos Brad regresó con un vaso lleno de agua.
-Toma- dijo entregándome el vaso para que me lo bebiese. Supuse que era una medicina para bajar la fiebre por lo que me lo bebí y comprobé que no era agua como yo creía. Era un líquido blanquecino con un sabor bastante amargo.
Hice una mueca de desagrado a lo que Brad rió divertido.
-Lo mejor será que vuelva a mi habitación- dije levantándome de la cama.
-¿Y tener que volver a salvarte de las garras de esos desquiciados periodistas?- dijo Brad con sarcasmo- ni que estuviera yo loco. Posicionó las manos sobre mis hombros ejerciendo tal fuerza en mi que no me quedó más remedio que sentarme.
-¿Y cuando voy a poder volver?- pregunté mirándolo preocupada.
-Cuando desaparezcan todos esos moscones que lo único que hacen es molestar- dijo dándose la vuelta para salir de la habitación- y cuando te mejores.
Opté por tumbarme en la cama y descansar un rato hasta que la manada de periodistas curiosos que invadían la entrada de mi habitación , desapareciese de allí a ser posible para siempre.
Hice el intento de cerrar los ojos sin quedarme dormida pero fallé ya que a los pocos minutos de cerrarlos me había quedado completamente dormida. Aún dormida pude distinguir unas pisadas que hacían que el suelo crujiese. Entreabrí los ojos y vi allí a Brad, el cual me observaba atentamente. Se sentó en la cama, a mi lado y me estremecí pensando las cosas que podría hacerme.
Acercó su mano a mi cara y retiró un mechón rebelde, colocandolo detrás de mi oreja. Me contempló durante varios minutos lo que me pareció una eternidad.
Cuando por fin se levantó de mi cama susurró algo que no pude oí bien pero después dijo:
-Te amo- susurró mientras cerraba la puerta de la habitación.

Nunca logré averiguar si aquello fue un sueño o realmente sucedió pero lo único que supe fue que si había sucedido realmente, Brad me amaba y eso no era precisamente lo que yo quería.


NOVELA NIALL & TÚ: CAPÍTULO 27

CAPÍTULO 27: UN CHICO LLAMADO BRAD
NARRAS TÚ:
Aquel extraño chico no apartaba la mirada de mi, lo que me incomodaba pero a la vez me gustaba ya que así podía contemplar sus profundos ojos azules.
Medité para intentar averiguar acerca de esos ojos que tanto me recordaban a... Niall. Sacudí la cabeza para ahuyentar aquellos tristes y melancólicos pensamientos que se apoderaron de mi mente en apenas unos segundos.
Desde aquel día en el que le dije que no podíamos estar juntos, no volví a verle. Quizás estaría muy ocupado con la grabación de la película que lanzarían a finales de Agosto, o simplemente no quería verme.
Me sentí culpable por haberle tratado así, pero debía hacerlo si no quería que nos hundiesen a los dos.

"Que ilusa fui al pensar que Niall podría siquiera haberme amado"

Sentimientos de ese calibre atravesaban mi mente, obligándome a ignorar al chico que se había plantado delante de nuestra mesa. Su voz, dulce y suave, me despertó de aquel sueño subrrealista en el que me había sumergido.
-Por curiosidad ¿Eres ______(tn) Healthrow?- preguntó el chico con una tierna sonrisa. Me transmitió tanta ternura que no pude evitar devolverle la sonrisa.
-Si, soy yo- respondí un poco extrañada. Las demás chicas también lo mostraban expresiones extrañadas aunque estaban demasiado ocupadas observando atentamente al chico cuyo nombre desconocía.
-Vosotras debéis de ser Naomi. Paula e Irene ¿Me equivoco?- preguntó él señalando a las chicas por orden de mención.
Ellas asintieron dándole la razón y este sonrió triunfante.
-¿De qué nos conoces?- preguntó Irene enarcando una ceja.
-Es imposible no reconocer al distiguido y famosísimo grupo musical Girl's Revolution- respondió el chico con un sonrisa. A pesar de su tono cómico pude notar cierto sarcasmo.
Irene se ruborizó y bajó la mirada avergonzada por haber hecho una pregunta tan absurda como aquella.
-¿Como te llamas?- pregunté mirándolo mientras daba un pequeño sorbo a mi batido.
-Me llamo Brad- dijo observándome con una sonrisa renovada.
Aparte la mirada de inmediato y pude notar como Paula le miraba embobada por su supuesta belleza. Él lo notó y la miró con una expresión sexy que provocó en Paula una oleada de pensamientos pervertidos hacía el chico.
-Siéntate con nosotras- sugirió Naomi dando varios golpecitos con la mano en una silla vacía al lado de Paula.
Brad se sentó en la silla y para mi mala suerte se encontraba en frente de mi, por lo que ahora más que nunca me miraba intensamente y apenas apartó la mirada de mi cuando Irene comenzó a hacerle preguntas acerca de su vida privada.
-Entonces vives en Irlanda ¿no?- preguntó Irene por decimoquinta vez.
Brad parecía no cansarse de que le formulasen esa pregunta una y otra vez. Él la respondía siempre con una sonrisa de oreja a oreja que lo hacia irremediablemente atractivo.
-Vivo en Irlanda en Mulligar- respondió este mirándome de nuevo. El juego de las miraditas enamoradas comenzó a molestarme cuando me miró por octava vez en 5 minutos.
-¿Y qué haces en este pueblo?- preguntó Paula, refiriéndose al pueblo en el nos encontrábamos.
-He venido para visitar a unos amigos- explicó Brad- ¿Y vosotras?
-Tenemos concertados varios conciertos y algunas ruedas de prensa- dije revolando los ojos pensando en el martirio de actuaciones y fans gritando que nos esperaban los próximos días.
-Creo que ya es hora de irnos- dijo Irene mirando el reloj con preocupación- Anna nos estará esperando y ella odia la impuntualidad- espetó levantándose de la silla.
-Ha sido un placer conoceros- dijo Brad levantándose de la silla que Naomi le había ofrecido minutos atrás.
Asentimos y cuando íba a salir de la cafetería noté como Brad me agarraba el brazo impidiendo que siguiese andando.
Le miré fijamente esperando que me soltara pero él se quedó quieto expectante a cualquier movimiento mal intencionado que pudiese hacer.
 -¿Puedo volver a verte?- preguntó. Su voz sonó nerviosa y me pareció entrañable.
-Claro- le contesté sonriendo.
-¿Mañana?- me preguntó.
-Ten paciencia- le aconsejé- no querrás parecer ansioso…

-No, por eso te he dicho mañana- me dijo- quisiera volver a verte hoy mismo pero estoy dispuesto a esperar toda la noche y buena parte de la mañana.
Asentí en señal de respuesta y salí de allí en busca de las chicas, las cuales se habían quedado en una esquina de la planta baja del hotel, esperándome.
Subimos hasta la planta donde se encontraba nuestro apartamento y el trayecto en el cual el ascensor subía a una velocidad extremadamente lenta, comencé a darle vueltas a todo lo que había pasado, pero las últimas palabras de Brad me parecieron extrañamente bonitas y provocaron en mi miles de sentimientos indescriptibles.
A pesar de su constante amabilidad y sus persuasivas miradas, me planteé dos preguntas esenciales.
¿Quién era ese chico y qué quería?





P.D. Hola!
Espero que os guste el cap aunque no he quedado del todo satisfecha ya que hoy no estoy demasiado inspirada :(
Bueno, no sé si habréis oído hablar sobre la nueva canción que ha sacado Harry en solitario. Se llama Don't Let Me Go y la ha escrito él mismo con la ayuda y participación de su amigo Sam McCartney.
Si no la habéis escuchado aún, os la dejo aquí:




Cuando la escuché me quede muy sorprendida ya que el ritmo y la letra de esta canción es simplemente asdfghjklñ
Espero que os guste la canción y no olvidéis ¡¡¡COMENTAD!!!
Sandra xx

jueves, 13 de junio de 2013

NOVELA NIALL & TÚ: CAPÍTULO 26

CAPÍTULO 26: UN CHICO, UN VIAJE Y UN RECORRIDO
NARRAS TÚ:

Empleé toda la fuerza que disponía en ese momento para cerrar la maleta en la que rebosaban las prendas veraniegas y zapatos de todos los colores y estilos.
Cuando finalmente la maleta cedió, puse el candado para asegurarme de que no se abriría a mitad de camino.
Bajé con la maleta a rastras y cuando llegué al piso de abajo todas las chicas me esperaban acaloradas en el salón.
Entré y el panorama no era nada enriquecedor. Paula y Naomi yacían tumbadas en el sofá abanicándose la una a la otra con varios folletos sobre la ciudad de Irlanda. Desvié la mirada hacía la mesita de cristal situada en el centro del salón, en la cual había muchos folletos idénticos a los que estaban usando Paula y Naomi.
Me acerqué para coger uno e informarme acerca de la ciudad a la que viajaríamos. Irlanda era una ciudad preciosa con muchos edificios y unas costumbres diferentes a las nuestras.
Las ganas de abandonar Londres y comenzar una nueva vida en Irlanda, me llenaban de alegría y a la vez tristeza.
Cuando Irene bajó arrastrando su maleta multicolor, Anna nos abrió la puerta y nos indicó la puerta de una furgoneta, en la que haríamos el viaje.
Le cedí mi maleta a uno de los muchos sirvientes que se mantenían a nuestra disposición las 24 horas del día.
Entré en la furgoneta y me senté junto a la ventana. Segundos más tarde, entró Naomi seguida de Paula y por último entró Irene.
El coche emprendió su camino y tal era el aburrimiento que inundaba el pequeño espacio del automóvil, que decidí dormirme.
Varias horas después desperté por los gritos de emoción de los fans que se habían agrupado a las afueras de nuestro hotel, formando una larga cola que daba la vuelta a la manzana donde se situaba este.
Ya habíamos llegado a Irlanda.
Naomi me sacudió el hombro indicándome que saliese y así lo hice.
Al salir una oleada de chicas se abalanzó sobre y mi y miles de flashes y cámaras me atraparon en un agujero del que seguramente no podría escapar.
Noté como alguien tiraba de mi intentando sacarme de aquella masacre de fans que lo único que pedía era un foto o un autógrafo de nuestra parte.
Me puse la capucha de mi sudadera al notar la presencia de los paparazzis en la entrada del hotel.
Varios guardias se quedaron en la entrada impidiendo el paso a cualquiera que intentase entrar en el hotel a la fuerza. Aquel lugar estaba únicamente reservado para las más importantes celebridades del cine y de la música.
Un hombre bajito vestido de negro no acompañó hasta la que sería nuestra habitación e insertó una tarjeta blanca en la ranura de la puerta, haciendo que esta se abriese.
Entré la primera y comprobé como a medida que iba andando, las luces colocadas en el techo se iban iluminando a mi paso.
Había varios dormitorios, una cocina y un amplio salón con una mesa de caoba y una televisión de plasma situada encima de una pequeña mesita de cristal decorada con varios jarrones de porcelana.
Recorrí la habitación con la mirada y me sorprendí al contemplar los delicados dibujos del techo en los que había todo tipo de líneas extrañas, retorcidas de unas maneras extrañas pero que a la vista humana resultaban exóticas.
-Mi habitación va a ser esta- gritó Irene desde algún lugar del apartamento.
Solté una carcajada al ver la cara de frustración que se había dibujado en el rostro de Paula al oír las palabras de Irene.
-Yo quería esa habitación- susurró pasando por mi lado, en busca de algún lugar que fuese de su agrado.
A los pocos segundos me di cuenta de que el departamento solo constaba de 3 dormitorios, por lo que alguna de nosotras tendría que dormir en el sofá y yo no sería la que lo hiciese.
Empecé a correr atravesando el pasillo y entré en la que seguramente sería la habitación de Irene. Salí corriendo mientras arrastraba la pesada maleta y entré en la siguiente habitación. Estaba vacía pero un par de bolsas reposaban encima de la cama y un par de zapatos yacían en el suelo.
Quité las cosas de la cama y me dirigí a la puerta de la habitación con la intención de dejarlas allí pero cuando fui a dejarlas, un carraspeo hizo que levantase la mirada para encontrarme con la expresión seria de Naomi.
-Esa habitación ya está ocupada- dijo en tono serio, articulando una pequeña sonrisa.
-Pero…- no pude proseguir hablando ya que Naomi hizo un gesto con la mano indicándome que saliese de su habitación y no me quedó más remedio que hacerlo.
Solté un bufido de resignación y me dirigí al salón, el único lugar que quedaba libre de todo el departamento.

...........

-¡Chicas salid ya, que la limusina os está esperando!- gritó Anna apareciendo detrás de mí.
Decidí no cambiarme de ropa ya que estaba a gusto con la que llevaba puesta. Salí al pasillo del hotel y esperé a que las chicas terminasen de arreglarse.
Me apoyé en la pared del pasillo y esperé pacientemente hasta que un chico pasó por mi lado mirándome fijamente.
Tuve apenas unos segundos para fijarme en su físico y en su vestimenta pero no perdí detalle alguno. Era guapo y rubio y llevaba una camiseta gris repegada que marcaba sus abdominales y unos pantalones negros ajustados.
En el momento en el que clavó su mirada en mi noté como mis mejillas se volvían de un tono rojo intenso por lo que bajé la mirada avergonzada.
El chico giró en dirección al ascensor del lado opuesto de la planta, no sin antes dedicarme una mirada de asombro. Me quedé bastante extrañada ante lo ocurrido pero decidí no darle importancia…
Tras esperar varios minutos que se me hicieron eternos, emprendimos nuestro tour guiado por Irlanda. Nuestro hotel estaba situado en el centro de Dublín por lo que fue más fácil acceder a visitar algunos de los monumentos más importantes.
Visitamos muchos de los lugares famosos en Irlanda en los que destacaron los siguientes:

  • Half Penny Bridge:
















  • El monumento Wellington:
















  • El monumento O'Connell:



















  • El castillo de Malahide:















Tras una larga jornada de visitas, todas acabamos agotadas por lo que Anna decidió que lo mejor sería terminar la jornada cultural.
Agradecidas, todas nos dirigimos al Starbucks situado dentro del hotel, de forma que fuese fácil acceder a él en caso de emergencia.
Nos sentamos en una mesa cerca de la ventana e hicimos nuestros pedidos a una camarera que se acercó a nuestra mesa con una libreta garabateada.
La camarera nos sirvió los batidos a los pocos minutos de haberlos pedidos, algo que me extrañó bastante ya que había sufrido casos en los que habían tardado hasta 20 minutos en servirme un miserable batido.
Comencé a sorber lentamente el cremoso batido de chocolate con deliciosas virutas de almendra caramelizada.
Un incómodo silencio surgió provocando una incómoda situación entre nosotras.
-Este batido está delicioso- comentó Paula rompiendo el silencio.
Todas asentimos en señal de aprobación y seguimos absorbiendo el líquido por la diminuta pajita que la camarera nos había ofrecido.
En un extremo momento de aburrimiento miré a mi izquierda y observé atentamente a un chico que me miraba fijamente desde la barra de la cafetería.
Tardé varios segundos en reconocerlo y caer en la cuenta de que era aquel chico con el que me había cruzado en el pasillo. Su intensa mirada se clavaba en mí como si de agujas se tratase, lo que me hizo sentirme incómoda. Ignoré su insistente mirada pero se me hizo prácticamente imposible.
Le miré fijamente al igual que él y permanecimos así varios minutos hasta que él se rindió y bajó la mirada.
Sonreí triunfante al comprobar que había ganado aquella batalla sin sentido, que se había debatido entre nosotros, sin embargo la sonrisa se borró de mi rostro al ver que el chico se levantaba de su actual sitio y se dirigía la mesa donde me encontraba con las demás chicas.
Intenté actuar con normalidad, a pesar de los nervios que comenzaron a apoderarse de mi a medida que el chico avanzaba hacía nosotras. Las chicas parecieron percatarse de mi nerviosismo ya que Naomi me preguntó:
-______(tn) ¿Te encuentras bien?- yo asentí en modo de respuesta e iba a responderle pero me di cuenta de que el chico ya estaba a mi lado observándonos con curiosidad.

Sus ojos azules se clavaron en mí, lo que me incomodó bastante. Le miré fijamente a los ojos volviéndole a retar pero esta vez sentí una fuerte punzada en el pecho que provocó que apartase mi vista de él.





P.D. Hola!
Quería informaros que he subido un video a youtube que es una renovación del video de Superstars. Está situado en la parte superior derecha del blog pero igualmente podéis verlo aquí:



Si os gusta dejad algún comentario o comentad por twitter. Mi twitter es https://twitter.com/Sandra1DLove
Espero que os guste el cap y mañana subiré otro nuevo 
Sandra xx

NOVELA NIALL & TÚ: CAPÍTULO 25

CAPÍTULO 25: DECISIÓN DEFINITIVA
NARRAS TÚ:
-¿Estás bien?- me decidí a preguntarle a Niall el cuál había optado por sentarse en una silla para no marearse. El golpe con el cojín debía de haber sido fuerte para haberle dejado así de atontado.
Reprimí una pequeña risa y me acerqué a él para examinar su rostro de cerca. Me agaché para quedar así a la altura de sus labios, los cuales contemplaba con desesperación.
Me miró a los ojos aumentando más mi deseo por besarle pero me retuve al recordar lo ocurrido minutos atrás.

"Acaba de desvelarte todas las mentiras que te había escondido por mucho tiempo y tú quieres besarle como si nada hubiese ocurrido"

Una voz chillona gritaba palabras sin sentido en mi foro interior, lo que hizo que me diese cuenta de lo que realmente estaba haciendo.
Me levanté del suelo y me alisé la ropa, la cuál había quedado arrugada por la posición en la que había permanecido.
-¿Por qué no me lo habías dicho antes?- pregunté con tono acusador. Su expresión mostraba desconcierto por mi cambio repentino de actitud aunque no lo culpaba ya que hasta yo misma me había sorprendido.
-¿El qué?- preguntó levantándose para quedar a la misma altura que yo. Frente a frente.
-Tu "falsa" relación con Lucía- mi voz sonaba acusadora y a la vez acusadora- confiaba en ti ¿Sabes?
Niall soltó un suspiro lleno de culpa y me miró con los ojos humedecidos por las lágrimas que amenazaban en salir por sus ojos.
-______(tn) yo te amo y creo que eso ya lo sabes, pero no quería ponerte en peligro- susurró Niall.
Fruncí el ceño intentando comprender las palabras que me acababa de decir Niall pero seguí sin entenderlo.
-¿A qué te refieres?- pregunté un tanto asustada por el miedo que reflejaba la expresión de Niall.
-El management me amenazó con hundirte si llegaba a confesar que la relación con Lucía era falsa- me dijo susurrando como si temiese que alguien nos pudiese escuchar- y también amenazó con hundirme a mi.
Mi expresión de asombro cambió a una de perplejidad por lo que acababa de escuchar.
-Temía por tí ______(tn)- se acercó a mí con la intención de besarme pero paró cuando apenas nos separaban dos centímetros de distancia- no quería que te hiciesen daño.
Acorté los escasos centímetros que nos separaban y planté sus labios en los míos fundiéndonos en el beso que tanto añoraba.
Cuando noté que me faltaba la respiración me separé de él y medité acerca de lo que le diría a continuación.
-Niall, tengo algo que decirte- susurré sobre sus labios humedecidos.
-Dime- su voz mostraba esperanza y alegría por el final feliz que pensaba que tendríamos pero se equivocaba enormemente.
-No podemos estar juntos- Niall abrió la boca para protestar pero yo posicioné mi dedo índice sobre sus labios haciéndole callar- te has comprometido con Lucía y tendrás que casarte con ella.
-No ______(tn). Yo solo te amo a ti y no me puedo casar con alguien a quien no amo- se le quebró la voz por lo que decidió cederme el turno de palabra.
-Has dicho que si el management se entera de que me has confesado la verdad sobre tu relación con lucía, me hundirán ¿Verdad?- él asintió y yo proseguí hablando- por favor hazlo por mi. Solo te pido que te cases con Lucía y seas feliz con ella.- antes de que pudiese reprocharme algo, le besé con el pensamiento de que sería la última vez que degustaría esos labios que tanta excitación me provocaban.
Mientras nos besábamos apasionadamente le fui empujando hacía la puerta y cuando localicé la puerta de la habitación a sus espaldas la abrí echándole del cuarto.
Cerré la puerta con pestillo mientras oía como Niall gritaba mi nombre en un intento por abrir la puerta.
Tras varios minutos de súplicas en los que Niall me pedía que briese la puerta, este susurró:
-Te amo. Nunca lo olvides- segundos después se oyeron sus pisadas bajando la escalera para a continuación oir el portazo de la puerta principal.
-Yo también te amo. Siempre lo he echo- susurré con lágrimas en los ojos mientras me escurría por la madera de la puerta hasta quedar sentada en el suelo.
Comencé a sollozar a pesar de que ya tenía un plan para mi futuro y lograr así olvidar a Niall y alejarle de mí para que no tuviese que cargar con las consecuencias.



P.D. Holaa!
No he subido cap desde hace varios días pero he estado realmente ocupada.
Bueno, espero que os guste el cap y a partir de ahora subiré más a menudo ya que ¡¡¡ESTAMOS EN VACACIONES!!!
jajaja espero que os lo paséis bien y disfrutéis de estos meses de vacaciones que tenemos :)
No os olvidéis ¡¡¡COMENTAR!!!
Sandra xx




martes, 11 de junio de 2013

NOVELA NIALL & TÚ: CAPÍTULO 24

CAPÍTULO 24: LA VERDAD
NARRAS TÚ:
Recordar aquello avivó mi furia hacía Niall por lo que decidí ignorar su presencia.
Al notarlo, Niall me dedicó una mirada confusa para a continuación decir:
-______(tn) me gustaría hablar contigo- me miró a los ojos a pesar de que yo trataba de esquivar su mirada a toda costa.
-Yo... mejor me voy- dijo Lucía saliéndo del salón.
Niall me miró fijamente intentando averiguar qué pensamientos atravesaban mi mente en ese momento.
-¿De qué quieres hablar?- pregunté cortante.
-De tí- respondió directo. Me sorprendió bastante la sinceridad de Niall ya que él siempre buscaba algún pretesto para no hablar directamente de modo que así sus conversaciones serias se hacían más amenas e incluso legaban a ser divertidas.d
-Bien- le lancé una mirada de odio que ni yo misma sabía qué significaba.
-¿Podrías explicarme por qué eres así conmigo?- preguntó él haciéndo una mueca de desagrado.
-Por la misma razón por la que tú te comportas así conmigo- respondí con un tono de reproche en la voz.
-¿A sí? ¿Qué se supone que te he echo?- preguntó este enarcando una ceja.
-Me has hecho creer que me amas, me has besado demostrándome todo el amor que supuestamente sentías por mí, me has engañado, le has pedido matrimonio a una de mis mejores amigas y ¿Sabes qué es lo peor de todo?- Niall sacudió la cabeza a modo de respuesta- que me he enamorado de tí como una estúpida- para ese momento mis ojos se había llenado de lágrimas y yo luchaba por retenerlas.
Niall me miró fijamente durante unos segundos sin hacer nada. Esperaba alguna reacción por su parte, sin embargo lo único que hizo fue acercase a mí y juntar sus labios con los míos.
Nos besamos apasionadamente durante varios segundos que se hicieron eternos para mí. Cuando fui consciente de lo que estaba haciendo, me separé de él dándole un fuerte empujón.
-¡Qué estás haciéndo!- grité mientras me levantaba del sofá en el que había estado sentada.
Esperé una respuesta por su parte sin embargo Niall miró al suelo y dijo algo que no fui capaz de escuchar.
-Creo que ya es hora de que lo sepas- dijo levantándo la mirada para encontrarse con la mía.
Hice una mueca extraña denotando mi desconocimiento acerca de ese tema que tanto interés despertaba en mí.
-¿Qué es lo que tengo que saber?- pregunté con un tono de voz más tenso de lo habitual. El hecho de que  este me ocultase algo, hacía que me sintiese más inútil y a la vez estúpida por haberme enamorado de él.
Niall suspiró y me miró dispuesto a confesarme todo aquello que impedía que nos amasemos como si de una historia de amor se tratase.
-Lucía no es mi verdadera novia- soltó de repente provocando un pequeño gemido de sorpresa, por mi parte- todo ha sido una tapadera creada por el Management- miró al suelo y pude notar un toque de decepción en su mirada. 
-¿Por qué no me lo has dicho?- a pesar de la sorpresa y decepción que sentía, no perdí la calma en ningún momento.
-No podía decírtelo ______(tn)- miró a su alrededor en busca de alguna cámara secreta o algo que pudiese escuchar nuestra conversación y al comprobar que nada ni nadie podría captar o grabar nuestras palabras, prosiguió hablando- ellos me controlan.
Le miré fijamente durante unos segundos para corroborar que lo que estaba diciendo era del todo cierto. Me costaba bastante creer las palabras de Niall pero la mirada que puso Lucía cuando salió de detrás de la puerta de la habitación, me bastó para creer las palabras de este.
-¿Es eso verdad?- le pregunté a Lucía refiriéndome a lo que Niall acababa de decir, sin darle importancia a la repentina aparición de esta.
Ella solo carraspeó y miró a Niall con cierto recelo.
-¡Lucía dime si es eso verdad!- grité levantándome bastante alterada.
Ella asentió en modo de respuesta y yo me giré para así quedar en frente de Niall, cuyo rostro carecía de su brillo natural.
-______(tn), intenté decírtelo antes pero no pude- señaló a uno de los guardaespaldas situado a la entrada de la mansión. Le observé unos instantes y comprobé que estaba demasiado lejos como para escuchar nuestra conversación.
Sin pensarlo dos veces, salí de la habitación y subí a mi habitación, encerrándome hasta que se me pasase el enfado.
Me tumbé en la cama esperando poder hacer una adecuada reflexión acerca del problema que me impedía estar cerca de Niall y surgieron miles de impedimentos.
Por pura rabia, lancé una almohada hacía la puerta justo en el momento en el que esta se abría, impactando en la cara de Niall, el cuál se tambaleó mareado.
-Vaya, veo que estás enfadado conmigo- dijo agarrándose a la silla de mi escritorio, en un esfuerzo por no caerse al suelo.
Medité las últimas palabras de Niall y las analicé de una forma nunca vista. Pensé su significado y en si realmente tenía razón.
¿Debería estar enfadada? Quizás sí o quizás no.
Lo único que sabía era que amaba a Niall y lo único que quería hacer era besarle y sentir su calor corporal cerca de mí, pero eso era imposible en esos momentos.

sábado, 8 de junio de 2013

NOVELA NIALL & TÚ: CAPÍTULO 23

CAPÍTULO 23: FALSO MATRIMONIO
NARRAS TÚ:
Liam me miraba esperando alguna respuesta por mi parte, sin embargo, yo me limité a mirarle desconcertada. Sus palabras me habían herido como afiladas cuchillas y en ese momento no era capaz de articular palabra.
-¿No vas a decir nada?- preguntó Liam perdiendo la paciencia.
-¿Qué quieres que te diga?- pregunté haciendo caso omiso de su pregunta anterior.
Liam se quedó pensativo durante un par de segundos hasta que dijo:
-¿Tú me quieres?- aquellas palabras me pillaron desprevenida por lo que al escucharlas le miré sorprendida y asustada.
-No lo sé- respondí cortante- estoy muy confundida ¿Sabes?- mi tono de voz comenzó  a elevarse-  No sé lo que voy a hacer cuando salga del hospital y no sé cómo voy a retomar mi vida. Estoy confundida ¿Sabes? Todos los días me pregunto qué va a pasar al día siguiente y…- no pude terminar ya que sentí los húmedos labios de Liam posarse sobre los míos.
Al principio me resistí pero pasados unos segundos, decidí seguir el ritmo de Liam y comencé a besarle con cierta pasión.
Cuando me di cuenta de lo que realmente estaba haciendo, me separé bruscamente de él y le miré con odio, por haberme besado de aquella manera tan inesperada.
-Vete de aquí- dije bruscamente.
Liam me miró sorprendido, sin embargo no hizo ningún comentario y se marchó dando un portazo.
Me quedé pensativa mientras meditaba acerca de lo que había pasado.

*2 MESES DESPUÉS*
Me encontraba tumbada en el sofá del salón, aburrida como cualquier otra persona que viviese en Londres.
Aquel día no era especialmente bueno como para salir a montar en bici, a pesar de mis enormes ganas de hacerlo.
Según el médico que me atendió en el hospital, era contraproducente que saliese a la calle un día lluvioso por lo que tuve que quedarme en casa, aguantando a Anna, la cuál estaba excesivamente pesada con el tema de mi salud.
Hacía varias semanas que había salido del hospital, a petición de las chicas, en especial a Irene.
Desde que salí del hospital y me volví a instalar en la mansión que compartía con las chicas, todo se había vuelto relativamente fácil.
Niall iba todos los días a visitarme ya que al vivir en la casa de enfrente no le suponía ningún esfuerzo.
Lucía también había sido de gran ayuda, ya que desde mi salida del hospital, siempre me atendía cuando lo necesitaba, además de ser una gran consejera en mis peores momentos sentimentales.
-¿Cómo te sientes?- preguntó Lucía sentándose a mi lado seguida de Niall.
-Bien- respondí mirando a Niall con cierto recelo.
A pesar de que Lucía era la conocida novia de Niall, la seguía apreciando por su forma de ser y su gran simpatía.
-¿Necesitáis algo?- preguntó Niall en tono gracioso.
-No- respondí cortante, lo que provocó que todas las miradas se posasen en mí y en mi notable expresión de enfado.
Con tan solo recordar lo ocurrido días atrás, un sentimiento de rabia me inundaba de pies a cabeza.

*FLASHBACK*
Había llegado el día tan esperado por las Directioners y por mí. Los chicos saldrían en la televisión y darían lo que sería una de las más importantes actuaciones que habían dado en toda su carrera musical.
La actuación sería en el Madison Square Garden ,donde miles de Directioners acudirían para ver y conocer a sus tan deseados ídolos.
Debido a mi débil estado de salud no me permitieron ir pero contaba con la ventaja de un servicio especial que me permitía verles a través de la televisión.
Me senté en el sofá, esperando a que hiciesen su majestuosa aparición. Esperé varios minutos y para calmar los nervios de la espera, entré en twitter y pude comprobar que no era la única histérica en ese momento.
Este fue uno de los múltiples twits que twiteé para intentar distraerme con algo:

Varios minutos después, al ver que su tardanza se hacía infinita decidí mandar otro mensaje a los chicos a través de twitter:














De repente escuché gritos procedentes de los altavoces de la televisión, los cuales proporcionaban una mejora en la nitidez del sonido.
Dirigí mi mirada hacía la pantalla de la talevsión justo en el momento en el que ellos entraban al escenario a través de unas plataformas elevadizas.
Llamé a gritos a las chicas y todas acudieron a los pocos segundos de oír mi llamada. Todas menos Lucía. Ella había sido invitada y había asistido junto a Niall al gran concierto que ofrecerían.
Un sentimiento de rabia y envidia me carcomía por dentro pero opté por relajarme y disfrutar del maravilloso espectáculo que ofrecerían los chicos.
Salté, grité e incluso lloré. La emoción que me inundaba era tan grande que no podía siquiera describirla.
Cuando el concierto terminó una masa de chicas emocionadas, salió disparada por la puerta de entrada, con la esperanza de poder ver salir a sus ídolos, pero solo unas pocas, tuvieron la oportunidad de hacerse fotos con ellos.
Después dirigieron a los chicos a una gran sala repleta de gente. Pude distinguir un par de cámaras que enfocaban a una plataforma en la que había 5 sillas, una para cada uno de los chicos.
Un hombre alto y musculoso con el pelo engominado, les indicó la zona donde debían sentarse y ellos hicieron lo que les habían indicado.
Uno de los cámaras enfocó a Niall y una extraña sensación recorrió mi estómago. Al notar que las cámaras ofrecían un primer plano de su cara, este sonrió, provocando que yo sonriese con él.
Un entrevistador se sentó en una pequeño sillón a su lado y comenzó a hacerles preguntas, uno a uno.
Primero fue Harry, el cuál habló acerca su obsesión por las mujeres mayores, lo cuál le sirvió para aclarar que él en realidad no era un mujeriego sino un "Chico que vive la vida y disfruta de la adolescencia".
Todas reímos al escuchar la ingeniosa respuesta que había dado Harry. Miré a Naomi y pude diferenciar un tono rojizo en sus mejillas, lo cuál indicaba que su amor por Harry no tenía remedio.
El siguiente en ser interrogado fue Louis, que como siempre, comenzó a bromear sobre su amor por las zanahorias.
A continuación le tocó el turno a Liam, al cuál le preguntaron acerca de su ya conocida fobia por las cucharas. 
Este respondió que se debía a una mala experiencia que sufrió cuando tenía apenas 5 años. Cuando Liam terminó de hablar, unos hombres vestidos de negro, transportaron una gran caja y la posicionaron delante de Liam. Los chicos la abrieron y Liam salió corriendo al ver su contenido.
El cámara enfocó dentro de la caja y pude distinguir cientos de cucharas, todas de un mismo color y tamaño.
Se oyeron los gritos de Liam por el estudio, seguidos de fuertes carcajadas producidas por la cómica broma que acababa de gastar Liam.
El siguiente fue Niall. Cuando el presentador pronunció su nombre, el corazón se me aceleró. 
-Bien Niall- dijo el presentador con cierta confianza- cuéntanos sobre esa chica especial. ¿Como se llamaba?- hizo una pausa para consultar a las pequeñas tarjetas que sostenía en su mano izquierda- ¡Ah, si! Se llamaba Lucía ¿Verdad?
La mirada de Niall se hallaba perdida en un lugar desconocido de la habitación mientras meditaba su respuesta.
-Sí, es ella- comenzó a decir Niall en un susurro- ella es… especial para mí. Me hace sentir querido y junto a ella, los días se hacen más amenos.
El cámara enfocó a Lucía, sentada entre el público y pude ver como se le habían subido los colores y sonreía enérgicamente.
Un sentimiento de rabia y dolor me llenó de golpe y sentí como mi corazón se desplomaba del  pecho.
-Me gustaría aprovechar esta oportunidad para hacer una petición muy importante- dijo Niall con un tono de voz apagado- Lucía, me gustaría pedirte algo- se acercó a ella y cuando estuvo lo suficientemente cerca, se arrodilló mirándola fijamente.
-¿Quieres casarte conmigo?- sus palabras sonaron sin ganas y su mirada carecía del brillo que tanto me enamoraba.
A Lucía aquellas palabras la pillaron por sorpresa ya que sus ojos se iluminaron de alegría y por instinto propio se abalanzó sobre sus brazos.
Intenté contener las lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos, pero fallé y mi rostro comenzó a llenarse de lágrimas de tristeza y frustración.
Frustración por lo poder decirle a Niall lo que sentía. Frustración por no poder decirle que le amaba.
*FIN FLASHBACK*


martes, 4 de junio de 2013

NOVELA NIALL & TÚ: CAPÍTULO 22

CAPÍTULO 22: "TE AMO"
NARRAS TÚ:
La luz de las ventanas se filtraba por las ventana, dándole un toque de luminosidad a la habitación. Abrí los ojos lentamente y allí se encontraban todos. Los chicos yacían apretujados unos contra otros en un estrecho sillón color azabache, mientras que Harry y Naomi se encontraban de espaldas a mi cama, contemplando el hermoso amanecer a través de un amplio ventanal que ofrecía unas maravillosas vistas de la extensa llanura que rodeaba el hospital.
Los dos estaban cogidos de la mano y Naomi tenía su cabeza apoyada en el hombro de Harry de modo que los dos podían contemplar el paisaje.
Sentí un gran afecto hacía la bonita pareja que hacían juntos pero en seguida el arrepentimiento me inundó.
Me moví un poco dentro de las sábanas pero un pequeño gemido salió de mis labios al notar que mis músculos se tensaban por la poca energía y protección de la que constaban.
Naomi se giró y sus ojos se iluminaron al verme despierta. Sin decir palabra alguna corrió hacía mí y me dio un abrazo que más que cariño, me transmitió dolor.
Tras varios segundos abrazadas, la aparté de mí para que no me hiciese más daño, pero ella interpretó mis intenciones como otras diferentes a las que realmente tenía.
-Sigues enfadada ¿Verdad?- dijo bajando la cabeza.
-¡No!- exclamé alarmada por su acusación- no estoy enfadada- al decir estas palabras en su rostro apareció una resplandeciente sonrisa.
-¿En serio?- preguntó desconfiadamente mientras me miraba sospechosamente.
-Claro que no- reí e hice una mueca divertida mientras ella me abrazaba de nuevo, aunque esta vez pareció darse cuenta del dolor que sentía y su abrazo fue suave y fugaz.
Por el rabillo del ojo pude observar como Harry contemplaba la escena con ternura. Dio varios aplausos e hizo una reverencia muy extraña cuyo motivo desconocía.
A causa de sus aplausos, todos los chicos (Incluido Niall) despertaron inundando la habitación de sonoros bostezos y expresiones de alegría por verme despierta.
-¡_______(tn)!- gritó Irene al verme y me dio un gran achuchón. Se extrañó bastante al contemplar la amplia sonrisa que le dediqué pero yo, en un susurro le expliqué que había leído su carta.
Al oír esto, sonrió y dejó paso a Niall, el cual se sentó en mi cama mirándome fijamente.
-¿Cómo te encuentras?- preguntó acariciándome el pelo con ternura.
-Bien, aunque la cabeza me da muchas vueltas- reí pero el dolor volvió así que paré en seco, lo cual, desconcertó bastante a Niall.
-Seguro que fue por el golpe que te diste- dijo Niall jugando con el dobladillo de las sábanas
-¿Golpe? ¿Qué golpe?- pregunté desconcertada.
Niall levantó la mirada de la sábana y me miró con expresión asustada.
-¿No te acuerdas de lo que pasó?- preguntó apartándome un mechón que se me había venido a la cara.
Me quedé pensativa durante unos instantes lo que hizo que la impaciencia de Niall por obtener alguna respuesta a su pregunta, aumentase.
-Solo recuerdo que caí al suelo y después todo se volvió muy oscuro- preferí no dar detalles del momento en el que Niall comenzó a gritar mi nombre mientras intentaba reanimarme, sin éxito.
-Te diste un golpe muy fuerte en la cabeza- susurró Niall cabizbajo.
-Cuando llegamos estabas inconsciente- dijo Liam acercándose a mí. Se sentó al otro lado de la cama y comenzó  a acariciarme la mano, al igual que hacía Niall.
Este le lanzó una mirada amenazadora pero Liam siguió haciendo su labor sin apenas inmutarse.
Durante unos segundos pude notar cierta tensión en el ambiente y no era la única que pudo percibirlo ya que Harry y Naomi se lanzaban miradas cómplices mientras intentaban mantener el lugar con un ambiente más o menos agradable.
-Bueno… creo que ya es hora de desayunar ¿no?- dijo Harry levantándose de la silla.
-Sí- dijeron Paula y Zayn levantándose a la vez. Sus manos se rozaron, lo que provocó que Paula diese un respingo y Zayn fijase su mirada en ella. Permanecieron quietos durante unos segundos, en los cuales sus miradas se entrelazaron.
Observé aquella escena conmovida por el fuerte vínculo que los unía, pero muy en el fondo sentía cierta envidia.
Todos los chicos salieron de la habitación entre murmullos y exclamaciones de sorpresa. Cuando el lugar se hubo despejado contemplé los rostros de Niall y Liam, que eran los únicos que allí quedaban.
-¿Te importaría dejarnos solos un momento?- preguntó Liam con tono autoritario lanzándole una mirada de odio a Niall.
Este se levantó de la cama y me dio un beso en la mejilla, para después marcharse.
-_______(tn) tengo que confesarte algo- dijo Liam sin remordimientos.
-Dime- mí voz denotaba cierto tono de nerviosismo por la manera en la que Liam había echado a Niall de la habitación.
-Pues, como tú ya sabes, nos conocemos desde hace años- hizo una pausa para que corroborase su afirmación.
-Por supuesto- dije yo con una sonrisa.
-Y tú me consideras un amigo ¿Verdad?- preguntó Liam frunciendo el ceño.
-¡Claro que sí!- exclamé obvia.
-Ese es el problema- dijo este- el problema es que tú solo me consideras un amigo, mientras que yo...-
Miró al suelo sin terminar la frase, lo que me dio una idea de lo importante que debía de ser aquella confesión.

-________(tn) estoy enamorado de ti- me miró a los ojos esperando alguna reacción por mi parte, sin embargo yo me quedé quieta, con la mirada perdida en algún lugar de la habitación.