NARRAS TÚ:
Liam me miraba esperando alguna respuesta por mi parte, sin
embargo, yo me limité a mirarle desconcertada. Sus palabras me habían herido
como afiladas cuchillas y en ese momento no era capaz de articular palabra.
-¿No vas a decir nada?- preguntó Liam perdiendo la
paciencia.
-¿Qué quieres que te diga?- pregunté haciendo caso omiso de
su pregunta anterior.
Liam se quedó pensativo durante un par de segundos hasta que
dijo:
-¿Tú me quieres?- aquellas palabras me pillaron desprevenida
por lo que al escucharlas le miré sorprendida y asustada.
-No lo sé- respondí cortante- estoy muy confundida ¿Sabes?-
mi tono de voz comenzó a elevarse- No sé lo que voy a hacer cuando salga del
hospital y no sé cómo voy a retomar mi vida. Estoy confundida ¿Sabes? Todos los
días me pregunto qué va a pasar al día siguiente y…- no pude terminar ya que
sentí los húmedos labios de Liam posarse sobre los míos.
Al principio me resistí pero pasados unos segundos, decidí
seguir el ritmo de Liam y comencé a besarle con cierta pasión.
Cuando me di cuenta de lo que realmente estaba haciendo, me
separé bruscamente de él y le miré con odio, por haberme besado de aquella
manera tan inesperada.
-Vete de aquí- dije bruscamente.
Liam me miró sorprendido, sin embargo no hizo ningún
comentario y se marchó dando un portazo.
Me quedé pensativa mientras meditaba acerca de lo que había
pasado.
*2 MESES DESPUÉS*
Me encontraba tumbada en el sofá del salón, aburrida como
cualquier otra persona que viviese en Londres.
Aquel día no era especialmente bueno como para salir a
montar en bici, a pesar de mis enormes ganas de hacerlo.
Según el médico que me atendió en el hospital, era contraproducente
que saliese a la calle un día lluvioso por lo que tuve que quedarme en casa,
aguantando a Anna, la cuál estaba excesivamente pesada con el tema de mi salud.
Hacía varias semanas que había salido del hospital, a petición
de las chicas, en especial a Irene.
Desde que salí del hospital y me volví a instalar en la
mansión que compartía con las chicas, todo se había vuelto relativamente fácil.
Niall iba todos los días a visitarme ya que al vivir en la
casa de enfrente no le suponía ningún esfuerzo.
Lucía también había sido de gran ayuda, ya que desde mi
salida del hospital, siempre me atendía cuando lo necesitaba, además de ser una
gran consejera en mis peores momentos sentimentales.
-¿Cómo te sientes?- preguntó Lucía sentándose a mi lado
seguida de Niall.
-Bien- respondí mirando a Niall con cierto recelo.
A pesar de que Lucía era la conocida novia de Niall, la
seguía apreciando por su forma de ser y su gran simpatía.
-¿Necesitáis algo?- preguntó Niall en tono gracioso.
-No- respondí cortante, lo que provocó que todas las miradas
se posasen en mí y en mi notable expresión de enfado.
Con tan solo recordar lo ocurrido días atrás, un sentimiento
de rabia me inundaba de pies a cabeza.
*FLASHBACK*
Había llegado el día tan esperado por las Directioners y por
mí. Los chicos saldrían en la televisión y darían lo que sería una de las más
importantes actuaciones que habían dado en toda su carrera musical.
La actuación sería en el Madison Square Garden ,donde miles
de Directioners acudirían para ver y conocer a sus tan deseados ídolos.
Debido a mi débil estado de salud no me permitieron ir pero
contaba con la ventaja de un servicio especial que me permitía verles a través
de la televisión.
Me senté en el sofá, esperando a que hiciesen su majestuosa aparición. Esperé varios minutos y para calmar los nervios de la espera, entré en twitter y pude comprobar que no era la única histérica en ese momento.
Este fue uno de los múltiples twits que twiteé para intentar distraerme con algo:
Varios minutos después, al ver que su tardanza se hacía infinita decidí mandar otro mensaje a los chicos a través de twitter:
De repente escuché gritos procedentes de los altavoces de la televisión, los cuales proporcionaban una mejora en la nitidez del sonido.
Dirigí mi mirada hacía la pantalla de la talevsión justo en el momento en el que ellos entraban al escenario a través de unas plataformas elevadizas.
Llamé a gritos a las chicas y todas acudieron a los pocos segundos de oír mi llamada. Todas menos Lucía. Ella había sido invitada y había asistido junto a Niall al gran concierto que ofrecerían.
Un sentimiento de rabia y envidia me carcomía por dentro pero opté por relajarme y disfrutar del maravilloso espectáculo que ofrecerían los chicos.
Salté, grité e incluso lloré. La emoción que me inundaba era tan grande que no podía siquiera describirla.
Cuando el concierto terminó una masa de chicas emocionadas, salió disparada por la puerta de entrada, con la esperanza de poder ver salir a sus ídolos, pero solo unas pocas, tuvieron la oportunidad de hacerse fotos con ellos.
Después dirigieron a los chicos a una gran sala repleta de gente. Pude distinguir un par de cámaras que enfocaban a una plataforma en la que había 5 sillas, una para cada uno de los chicos.
Un hombre alto y musculoso con el pelo engominado, les indicó la zona donde debían sentarse y ellos hicieron lo que les habían indicado.
Uno de los cámaras enfocó a Niall y una extraña sensación recorrió mi estómago. Al notar que las cámaras ofrecían un primer plano de su cara, este sonrió, provocando que yo sonriese con él.
Un entrevistador se sentó en una pequeño sillón a su lado y comenzó a hacerles preguntas, uno a uno.
Primero fue Harry, el cuál habló acerca su obsesión por las mujeres mayores, lo cuál le sirvió para aclarar que él en realidad no era un mujeriego sino un "Chico que vive la vida y disfruta de la adolescencia".
Todas reímos al escuchar la ingeniosa respuesta que había dado Harry. Miré a Naomi y pude diferenciar un tono rojizo en sus mejillas, lo cuál indicaba que su amor por Harry no tenía remedio.
El siguiente en ser interrogado fue Louis, que como siempre, comenzó a bromear sobre su amor por las zanahorias.
A continuación le tocó el turno a Liam, al cuál le preguntaron acerca de su ya conocida fobia por las cucharas.
Este respondió que se debía a una mala experiencia que sufrió cuando tenía apenas 5 años. Cuando Liam terminó de hablar, unos hombres vestidos de negro, transportaron una gran caja y la posicionaron delante de Liam. Los chicos la abrieron y Liam salió corriendo al ver su contenido.
El cámara enfocó dentro de la caja y pude distinguir cientos de cucharas, todas de un mismo color y tamaño.
Se oyeron los gritos de Liam por el estudio, seguidos de fuertes carcajadas producidas por la cómica broma que acababa de gastar Liam.
El siguiente fue Niall. Cuando el presentador pronunció su nombre, el corazón se me aceleró.
-Bien Niall- dijo el presentador con cierta confianza- cuéntanos sobre esa chica especial. ¿Como se llamaba?- hizo una pausa para consultar a las pequeñas tarjetas que sostenía en su mano izquierda- ¡Ah, si! Se llamaba Lucía ¿Verdad?
La mirada de Niall se hallaba perdida en un lugar
desconocido de la habitación mientras meditaba su respuesta.
-Sí, es ella- comenzó a decir Niall en un susurro- ella es…
especial para mí. Me hace sentir querido y junto a ella, los días se hacen más
amenos.
El cámara enfocó a Lucía, sentada entre el público y pude
ver como se le habían subido los colores y sonreía enérgicamente.
Un sentimiento de rabia y dolor me llenó de golpe y sentí
como mi corazón se desplomaba del pecho.
-Me gustaría aprovechar esta oportunidad para hacer una
petición muy importante- dijo Niall con un tono de voz apagado- Lucía, me gustaría
pedirte algo- se acercó a ella y cuando estuvo lo suficientemente cerca, se
arrodilló mirándola fijamente.
-¿Quieres casarte conmigo?- sus palabras sonaron sin ganas y
su mirada carecía del brillo que tanto me enamoraba.
A Lucía aquellas palabras la pillaron por sorpresa ya que
sus ojos se iluminaron de alegría y por instinto propio se abalanzó sobre sus
brazos.
Intenté contener las lágrimas que amenazaban con salir de
mis ojos, pero fallé y mi rostro comenzó a llenarse de lágrimas de tristeza y
frustración.
Frustración por lo poder decirle a Niall lo que sentía.
Frustración por no poder decirle que le amaba.
*FIN FLASHBACK*
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