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jueves, 13 de junio de 2013

NOVELA NIALL & TÚ: CAPÍTULO 26

CAPÍTULO 26: UN CHICO, UN VIAJE Y UN RECORRIDO
NARRAS TÚ:

Empleé toda la fuerza que disponía en ese momento para cerrar la maleta en la que rebosaban las prendas veraniegas y zapatos de todos los colores y estilos.
Cuando finalmente la maleta cedió, puse el candado para asegurarme de que no se abriría a mitad de camino.
Bajé con la maleta a rastras y cuando llegué al piso de abajo todas las chicas me esperaban acaloradas en el salón.
Entré y el panorama no era nada enriquecedor. Paula y Naomi yacían tumbadas en el sofá abanicándose la una a la otra con varios folletos sobre la ciudad de Irlanda. Desvié la mirada hacía la mesita de cristal situada en el centro del salón, en la cual había muchos folletos idénticos a los que estaban usando Paula y Naomi.
Me acerqué para coger uno e informarme acerca de la ciudad a la que viajaríamos. Irlanda era una ciudad preciosa con muchos edificios y unas costumbres diferentes a las nuestras.
Las ganas de abandonar Londres y comenzar una nueva vida en Irlanda, me llenaban de alegría y a la vez tristeza.
Cuando Irene bajó arrastrando su maleta multicolor, Anna nos abrió la puerta y nos indicó la puerta de una furgoneta, en la que haríamos el viaje.
Le cedí mi maleta a uno de los muchos sirvientes que se mantenían a nuestra disposición las 24 horas del día.
Entré en la furgoneta y me senté junto a la ventana. Segundos más tarde, entró Naomi seguida de Paula y por último entró Irene.
El coche emprendió su camino y tal era el aburrimiento que inundaba el pequeño espacio del automóvil, que decidí dormirme.
Varias horas después desperté por los gritos de emoción de los fans que se habían agrupado a las afueras de nuestro hotel, formando una larga cola que daba la vuelta a la manzana donde se situaba este.
Ya habíamos llegado a Irlanda.
Naomi me sacudió el hombro indicándome que saliese y así lo hice.
Al salir una oleada de chicas se abalanzó sobre y mi y miles de flashes y cámaras me atraparon en un agujero del que seguramente no podría escapar.
Noté como alguien tiraba de mi intentando sacarme de aquella masacre de fans que lo único que pedía era un foto o un autógrafo de nuestra parte.
Me puse la capucha de mi sudadera al notar la presencia de los paparazzis en la entrada del hotel.
Varios guardias se quedaron en la entrada impidiendo el paso a cualquiera que intentase entrar en el hotel a la fuerza. Aquel lugar estaba únicamente reservado para las más importantes celebridades del cine y de la música.
Un hombre bajito vestido de negro no acompañó hasta la que sería nuestra habitación e insertó una tarjeta blanca en la ranura de la puerta, haciendo que esta se abriese.
Entré la primera y comprobé como a medida que iba andando, las luces colocadas en el techo se iban iluminando a mi paso.
Había varios dormitorios, una cocina y un amplio salón con una mesa de caoba y una televisión de plasma situada encima de una pequeña mesita de cristal decorada con varios jarrones de porcelana.
Recorrí la habitación con la mirada y me sorprendí al contemplar los delicados dibujos del techo en los que había todo tipo de líneas extrañas, retorcidas de unas maneras extrañas pero que a la vista humana resultaban exóticas.
-Mi habitación va a ser esta- gritó Irene desde algún lugar del apartamento.
Solté una carcajada al ver la cara de frustración que se había dibujado en el rostro de Paula al oír las palabras de Irene.
-Yo quería esa habitación- susurró pasando por mi lado, en busca de algún lugar que fuese de su agrado.
A los pocos segundos me di cuenta de que el departamento solo constaba de 3 dormitorios, por lo que alguna de nosotras tendría que dormir en el sofá y yo no sería la que lo hiciese.
Empecé a correr atravesando el pasillo y entré en la que seguramente sería la habitación de Irene. Salí corriendo mientras arrastraba la pesada maleta y entré en la siguiente habitación. Estaba vacía pero un par de bolsas reposaban encima de la cama y un par de zapatos yacían en el suelo.
Quité las cosas de la cama y me dirigí a la puerta de la habitación con la intención de dejarlas allí pero cuando fui a dejarlas, un carraspeo hizo que levantase la mirada para encontrarme con la expresión seria de Naomi.
-Esa habitación ya está ocupada- dijo en tono serio, articulando una pequeña sonrisa.
-Pero…- no pude proseguir hablando ya que Naomi hizo un gesto con la mano indicándome que saliese de su habitación y no me quedó más remedio que hacerlo.
Solté un bufido de resignación y me dirigí al salón, el único lugar que quedaba libre de todo el departamento.

...........

-¡Chicas salid ya, que la limusina os está esperando!- gritó Anna apareciendo detrás de mí.
Decidí no cambiarme de ropa ya que estaba a gusto con la que llevaba puesta. Salí al pasillo del hotel y esperé a que las chicas terminasen de arreglarse.
Me apoyé en la pared del pasillo y esperé pacientemente hasta que un chico pasó por mi lado mirándome fijamente.
Tuve apenas unos segundos para fijarme en su físico y en su vestimenta pero no perdí detalle alguno. Era guapo y rubio y llevaba una camiseta gris repegada que marcaba sus abdominales y unos pantalones negros ajustados.
En el momento en el que clavó su mirada en mi noté como mis mejillas se volvían de un tono rojo intenso por lo que bajé la mirada avergonzada.
El chico giró en dirección al ascensor del lado opuesto de la planta, no sin antes dedicarme una mirada de asombro. Me quedé bastante extrañada ante lo ocurrido pero decidí no darle importancia…
Tras esperar varios minutos que se me hicieron eternos, emprendimos nuestro tour guiado por Irlanda. Nuestro hotel estaba situado en el centro de Dublín por lo que fue más fácil acceder a visitar algunos de los monumentos más importantes.
Visitamos muchos de los lugares famosos en Irlanda en los que destacaron los siguientes:

  • Half Penny Bridge:
















  • El monumento Wellington:
















  • El monumento O'Connell:



















  • El castillo de Malahide:















Tras una larga jornada de visitas, todas acabamos agotadas por lo que Anna decidió que lo mejor sería terminar la jornada cultural.
Agradecidas, todas nos dirigimos al Starbucks situado dentro del hotel, de forma que fuese fácil acceder a él en caso de emergencia.
Nos sentamos en una mesa cerca de la ventana e hicimos nuestros pedidos a una camarera que se acercó a nuestra mesa con una libreta garabateada.
La camarera nos sirvió los batidos a los pocos minutos de haberlos pedidos, algo que me extrañó bastante ya que había sufrido casos en los que habían tardado hasta 20 minutos en servirme un miserable batido.
Comencé a sorber lentamente el cremoso batido de chocolate con deliciosas virutas de almendra caramelizada.
Un incómodo silencio surgió provocando una incómoda situación entre nosotras.
-Este batido está delicioso- comentó Paula rompiendo el silencio.
Todas asentimos en señal de aprobación y seguimos absorbiendo el líquido por la diminuta pajita que la camarera nos había ofrecido.
En un extremo momento de aburrimiento miré a mi izquierda y observé atentamente a un chico que me miraba fijamente desde la barra de la cafetería.
Tardé varios segundos en reconocerlo y caer en la cuenta de que era aquel chico con el que me había cruzado en el pasillo. Su intensa mirada se clavaba en mí como si de agujas se tratase, lo que me hizo sentirme incómoda. Ignoré su insistente mirada pero se me hizo prácticamente imposible.
Le miré fijamente al igual que él y permanecimos así varios minutos hasta que él se rindió y bajó la mirada.
Sonreí triunfante al comprobar que había ganado aquella batalla sin sentido, que se había debatido entre nosotros, sin embargo la sonrisa se borró de mi rostro al ver que el chico se levantaba de su actual sitio y se dirigía la mesa donde me encontraba con las demás chicas.
Intenté actuar con normalidad, a pesar de los nervios que comenzaron a apoderarse de mi a medida que el chico avanzaba hacía nosotras. Las chicas parecieron percatarse de mi nerviosismo ya que Naomi me preguntó:
-______(tn) ¿Te encuentras bien?- yo asentí en modo de respuesta e iba a responderle pero me di cuenta de que el chico ya estaba a mi lado observándonos con curiosidad.

Sus ojos azules se clavaron en mí, lo que me incomodó bastante. Le miré fijamente a los ojos volviéndole a retar pero esta vez sentí una fuerte punzada en el pecho que provocó que apartase mi vista de él.





P.D. Hola!
Quería informaros que he subido un video a youtube que es una renovación del video de Superstars. Está situado en la parte superior derecha del blog pero igualmente podéis verlo aquí:



Si os gusta dejad algún comentario o comentad por twitter. Mi twitter es https://twitter.com/Sandra1DLove
Espero que os guste el cap y mañana subiré otro nuevo 
Sandra xx

4 comentarios:

  1. Me encanta!!! Escribes genial, deberías ser escritora!!!
    Cata!!

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    Respuestas
    1. jajaja muchisimas gracias cielo!
      Espero llegar a serlo algún dia :)
      Sandra xx

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  2. Maaaa!!! Me encanta el cap y el video te ha quedado geniaaal!!
    Bss

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