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martes, 24 de septiembre de 2013

CAPÍTULO 6: RESCATE

Noté como una ráfaga de aire me inundaba por completo, calentando mi cuerpo envuelto en una especie de sábana térmica que mantenía mi calor corporal.

Intenté levantarme a pesar del dolor de cabeza que inundaba mi cuerpo de dolor y calambres.

-No hagas movimientos bruscos- dijo una voz desde el umbral de la puerta.

Me giré asustada y me encontré con un chico alto, moreno y con unos ojos marrones brillantes, iluminados por la luz de las velas.

-¿Quién eres tú?- pregunté con un hilo de voz. Lo último que recordaba era haber caído en un estanque  donde me había quedado inconsciente.
-Yo soy Liam- dijo estrechándome la mano. La miré durante unos segundos negándome a aceptar su bienvenida. No lo haría hasta que me explicase que hacía en aquel extraño lugar.

Tras captar mi indirecta, Liam bajó la mano y la metió dentro del bolsillo de su sudadera negra.

-¿Qué hago aquí?- pregunté mirando a mi alrededor. Supuse que me encontraba en una cabaña, a juzgar por la leña y la pequeña fogata situada en medio de la estancia. Las paredes eran de troncos colocados verticalmente, de manera que pudieran sostener todo el peso de la cabaña.

Había una alfombra en el suelo, recubierta de paja, donde yacían varias pieles de animales.

-Te rescaté- se limitó a decir Liam. Le miré extrañada pidiendo más información pero este negó la cabeza negándose a mi petición.
-¿A qué te refieres con que me rescataste?- pregunté frunciendo el ceño. Liam me miró con una sonrisa meditando su respuesta.
-Te encontré en la orilla del estanque cuando fui a recoger agua- se acercó a mí y se sentó a mi lado, dejando un significante espacio entre nuestros cuerpos.

Le miré confundida intentando asimilar lo que me acababa de decir. Un chico completamente desconocido para mí, me había salvado la vida.

¿Qué se supone que debería de hacer?

-Tengo que irme- me levanté de la cama dispuesta a salir fuera de la cabaña cuando me di cuenta que iba en ropa interior. Solté un grito e intenté taparme como pude, de manera que Liam no tuviese la oportunidad de ver mis partes más íntimas. Corrí hacía la cama donde había estado tumbada minutos antes y me envolví en la sábana.
-Tranquila, que no me voy a asustar.

Liam soltó una fuerte carcajada y se cruzó de brazos mirándome con una mirada divertida. Parecía que se estaba divirtiendo con todo aquel asunto, sin embargo yo no le veía la gracia.

Cuando conseguí enrollarme por completo miré a Liam amenazante.

-¿Me rescataste con ropa interior? ¿O es que te dio por quitármela?- pregunté intentando controlar mi furia interna.
-Bueno… estaba muy mojada y no quería que te resfriases, así que te la quité- al oír estas palabras no pude controlarme y le di un bofetón en la mejilla derecha.

Como acto reflejo me agarró por la muñeca con cara de dolor. La sostuvo con fuerza hasta que un gemido salió de mis labios.

-Suéltame- rogué con un hilo de voz.  Liam me soltó con delicadeza y observó cómo salía un hilo de sangre de la herida.

La herida había sido provocada por una astilla que se había clavado en mi piel, justo en el momento de la huida, cuando derrumbé la puerta de aquella habitación.

-¿Cómo te has hecho esto?- preguntó Liam examinando la herida. Aparté el brazo de un tirón y me giré en dirección opuesta, dándole la espalda.

No quería hablar con él. No quería mirarle a los ojos. No quería su ayuda.

-Me caí y me raspé en el brazo- mentí.  Liam asintió y me agarró suavemente de la muñeca sana dirigiéndome a una mesa donde había todo tipo de vendas y hiervas curativas.
-Voy a curarte- asentí y dejé que Liam me limpiase la herida y me la vendase con delicadeza. Sentía cierto dolor pero había superado cosas peores y no iba a derrumbarme por un simple corte en la piel.
-Gracias- dije una vez que había terminado de vendar mi brazo. Liam me miró y se limitó a sonreír cálidamente.
-Descansa un rato, debes de estar agotada- objetó Liam señalando la cama. Asentí y me tumbé en ella. 

Contemplé aquel lugar. Una cabaña pequeña y acogedora perdida en medio del bosque.

Me imaginé lo que sería vivir en un lugar así toda la vida y me dieron escalofríos de tan solo pensarlo. Tras varios minutos de observar como Liam tallaba pequeñas figuritas de madera, intenté conciliar el sueño pero las pesadillas atormentaban mi mente.

Cuando por fin logré dormirme por completo una terrible pesadilla aterrizó en mi subconsciente, atormentándome.

“Comencé a correr por el bosque buscando una salida. Las ramas me raspaban las piernas y los brazos pero eso no me impedía seguir corriendo.

Tenía que huir de las garras de aquel chico que se hacía llamar Louis. Sus pasos se oían a pocos metros de mí y mi miedo aumentaba por completo.

-¡Corred! Se está escapando- oí gritar a Louis. Una chispa de esperanza surgió en mi interior al oír aquellas palabras.

¿Podría escapar? Toda esperanza se esfumó cuando oí sus pasos más y más cerca. Mi mente estaba aterrorizada. Me costaba pensar con claridad.

El único foco de luz que tenía era la tenue luz de la luna que apenas iluminaba la copa de los árboles.

Seguí corriendo sin importarme la cantidad de luz de la que dispnía. Solo quería escapar.

De repente algo se enredó en mi tobillo y me tiró al suelo. Intenté liberarme de la presión que ejercía aquel material extraño sobre mí pero era demasiado duro como para duchar contra él.

Los pasos se acercaban y cuando quise darme cuenta, estaban delante de mí, iluminándome con una linterna.

-Ha llegado la hora- anunció el chico cuyo pelo enmarañado presentaba miles de rizos alborotados.
-Cállate Harry- objetó la chica dándole un codazo. Aquella era la chica que había visto en la mansión de Louis, horas atrás.

Esta, esbozó una sonrisa al ver mi expresión de pánico. Se acercó a Louis y le susurró algo al oído que no fui capaz de entender. Él asintió y sacó una pistola del bolsillo trasero de su pantalón.

La levantó en el aire para después apuntarme con ella amenazadoramente. Sonrió cálidamente y ahogó una carcajada antes de apretar el gatillo de la pistola apuntando hacía mi corazón.”

-¡No!- grité aterrorizada incorporándome en la cama. Miré a mi alrededor comprobando que todo hubiese sido un sueño, y no me equivocaba.
-¿Te encuentras bien?- preguntó Liam con expresión preocupada. Se acercó a mí y me acarició el pelo paternalmente.

Negué con la cabeza respondiendo a su pregunta anterior. No me encontraba para nada bien.

-Creo que no es agradable tener una pesadilla donde tu secuestrador te apunta con una pistola directamente al corazón y te pega un tiro ¿Verdad? –pregunté sarcásticamente.

Liam hizo una mueca y me miró fijamente.

-¿Secuestrador? –preguntó frunciendo el entrecejo.

Mi estómago se comprimió al oí aquello. Había hablado sin pensar y ahora sufriría las consecuencias.

-Olvídalo- hice un gesto con la mano quitándole importancia al asunto. No quería hablar de aquello con nadie que no fuese la policía y menos con un extraño que acababa de conocer.
-_______, puedes contarme lo que quieras ¿Vale?- susurró Liam sentándose en el borde de la cama.
-Te… te acabo de conocer- dije en un susurro. Ladeó la cabeza y me miró con una sonrisa.- No sé nada de ti.
-Bien, pues empecemos con las presentaciones ¿Te parece?- me preguntó con una sonrisa sincera. Asentí y apoyé mi espalda contra la pared, arropándome con la suave manta que me cubría hasta los hombros.
-Yo soy Liam Payne, y tengo 20 años- abrí los ojos como platos al oír aquello. ¿19 años? Uau, parecía mucho mayor.
-Yo soy _____ Stone y tengo 17 años- informé con una tímida sonrisa. Liam me agarró la mano y me miró consternado.
-¿Qué te parece si mañana seguimos con las presentaciones?- preguntó alzando las cejas- creo que lo mejor sería que descansases. Mañana será un día bastante duro.

Asentí y me incorporé sobre el mullido colchón de la cama. Apoyé la cabeza en la almohada y cerré los ojos.

Liam me soltó la mano, se levantó de la cama y se dirigió a la puerta de la cabaña. Antes de salir se giró y me miró con los ojos entrecerrados.

-Buenas noches _____- dijo perdiéndose en la espesura de la noche.


Su silueta desapareció en la oscuridad de la noche perdiéndose en lo desconocido…



4 comentarios:

  1. Ya quiero que siga la historia! http://onedirectionlatam.blogspot.com.ar/

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  2. Esta buenisima!!! Debes seguirla!! :D la amo porque es como una pelicula llena de suspenso

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  3. Lo ameeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!
    Síguela
    Alex!!! :3

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  4. Esta super chula amo esta novela

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