Translate

martes, 1 de octubre de 2013

CAPÍTULO 7: BESO

Los primeros rayos de sol se filtraban por las rendijas de la ventana. Di varias vueltas en la cama hasta que me decidí a salir de esta. Miré a mi alrededor en busca de Liam, pero no había rastro suyo.

Me envolví en la sábana y salí al exterior donde me encontré con Liam, cuyo medio  de entretenimiento se basaba en cortar madera con un hacha afilada.

-Buenos días- dijo sin mirarme. Me quedé parada observándole con detenimiento. Llevaba unos vaqueros desgastados y una camiseta de cuadros rojos y azules.
-¿Qué haces?- pregunté acercándome a él. Me situé a su lado, lo suficientemente cerca del hacha como para observarla con precisión.
-Tallando madera- me respondió girándose para a continuación entrar en la cabaña. Me quedé allí, mirando al vació mientras una lágrima se resbalaba por mi mejilla.

¿Por qué lloraba? No lo sabía con exactitud, pero en ese momento me hubiera gustado tener a alguien que me consolase.

Entré dentro de la cabaña y me senté en una silla de madera, cuyos reposabrazos estaban adornados con dibujos exóticos. Me sequé las lágrimas que habían precedido a la primera y contemplé a Liam durante unos instantes, hasta que me devolvió la mirada.

-¿Quieres comer algo?- preguntó abriendo un pequeño estante situado al lado de un pequeño barreño lleno de agua. Sopesé mi respuesta durante varios segundos, preguntándome a mí misma si realmente queríaque causar tanta molestia en alguien que me había salvado la vida.
-No, gracias- respondí con una sonrisa cálida, agradeciendo su propuesta.

Al oír aquello, se giró y me miró con los ojos entrecerrados.

-¿No tienes hambre?- preguntó con una mirada seria. Negué con la cabeza y esbocé una pequeña sonrisa.
-En ese caso, no tendré más remedio que obligarte a comer- dijo esbozando una sonrisa pícara. Aquel gesto me produjo mucha ternura a pesar de que no sabía a lo que se refería.

Se acercó a mí con un plato lleno de fruta troceada y me acercó uno de los trozos a la boca. Reí ante aquel acto, pero a Liam no le produjo tanta risa.

Le quité el plato de las manos y me senté en la mesa dispuesta a comerme lo que Liam me había ofrecido.
Comencé a comer  y cuando terminé le entregué el plato a Liam.

-Gracias- susurré tímidamente. Liam se limitó a asentir con la cabeza.

Pasaron horas en incluso días. Había pensado varias veces en volver a Los Ángeles pero Liam me había quitado la idea de la cabeza. Según él mi salud aún estaba muy delicada y tenía que esperar varios días.

Un día, mientras ordenaba algunos utensilios descolocados, Liam se acercó a mí.

-¿Qué es eso?- pregunté contemplando los extraños objetos que traía entre las manos.
-Esto es un arco- dijo levantando el largo palo curvado de madera terminando en punta- y esto es un carcaj- señaló el cilindro de madera donde había varias flechas.

Observé aquellos objetos preguntándome qué haría Liam con ellos.

-¿Qué vas a hacer con ellos?- pregunté señalando con el dedo índice el carcaj y el arco.
-Enseñarte a lanzar flechas- respondió Liam entregándome el arco y varias flechas. Le miré desconcertada, esperando a que me explicase qué había querido decir con que me quería enseñar a lanzar flechas.
-Llevas aquí varios días y creo que necesitas aprender a hacer algo útil- dijo haciendo un gesto para que le siguiera. Fruncí el entrecejo sin saber muy bien si darme por aludida o tomármelo como un simple consejo.

Decidí pasar aquel detalle por alto.

Atravesamos la verja que separaba la cabaña con el bosque y comenzamos a andar hacía lo desconocido. 

Las ramas me rozaban las piernas y los mosquitos me atacaban salvajemente produciéndome rozaduras por todos lados.

Tras andar lo que me pareció una eternidad, llegamos a un pequeño claro en el bosque donde había varias dianas colocadas alrededor del círculo que formaba aquel espacio sin árboles.

-Bien, voy a enseñarte como lanzar una flecha correctamente- se acercó a mí y me cogió de los dos brazos obligándome a subirlos de manera que mis brazos sostenían el arco firmemente. Liam sacó una flecha de su carcaj y la posicionó en una pequeña endidura de la flecha, situada en uno de los laterales del arco.
-Tira ligeramente de la cuerda para atrás- me indicó señalando una cuerda elástica que sostenía a la flecha. Hice lo que me indicó hasta que no fue posible estirar más la cuerda.- Ahora suéltala- dudé unos segundos hasta que decidí hacer lo que Liam me había dicho.

Solté la flecha y está se clavó en el centro de la diana. Me sorprendí bastante haber tirado con tanta precisión.



-Para ser tu primera vez no está nada mal- dijo Liam arrancando la flecha de la diana.
-¿Cómo sabes que es mi primera vez?- pregunté dejando el arco en el suelo y frotándome las manos.
-Solo hay que ver cómo pones los brazos para saber que es la primera vez que haces este tipo de ejercicios- dijo Liam sin prestarme mucha atención. Le miré con recelo y me crucé de brazos, intentando parecer ofendida aunque en realidad su comentario no me había afectado en lo más mínimo.

Antes o después de daría cuenta de que yo era una adinerada chica de cuidad criada en una gran mansión lujosa.

-Pues solo hay que ver como caminas para saber que vives en una cabaña aislada del mundo- dije acercándome a él amenazante. Liam levantó la cabeza y me miró frunciendo el entrecejo.
-Me has ofendido- dijo poniendo una voz de pito, haciendo como que me imitaba. Aquel gesto fue el que realmente me sacó  de mis casillas.
-Creo que al menos yo tengo sentimientos- dije acercándome un poco más a él. Su aliento chocaba con el mío y podía observar con claridad el marrón intenso de sus ojos.

Se acercó a mí hasta que nuestros cuerpos se juntaron completamente. Liam acercó su mano a mi pelo y comenzó a acariciarlo lentamente.

-Eres preciosa- dijo posicionando sus labios sobre los míos. Al principio el beso fue lento y tímido pero pasados vario segundos la pasión nos inundó por completo. Nuestras lenguas jugaban eufóricamente entre ellas mientras una lluvia de sentimientos me recorrió por completo.

Liam introdujo las manos por mi camiseta y comenzó a rastrear la zona con entusiasmo. Agarré el cuello de su camisa y la levanté hasta que conseguí quitársela. La tiré al suelo y seguí besándole pasionalmente.

-Liam- gemí excitada- para por favor.

Sabía que no podía hacerlo. Sabía que no debía caer en la tentación. Sabía que tenía que controlarme. Lo sabía y no quise obedecer a lo que mi mente me dictaba, por lo que debería de atenerme a las consecuencias.


4 comentarios:

  1. Oh My Gosh!!!!!!!!!!!!!!!! *-----*
    Pero que demonios?!!?!?!?!?! O_O** OMG!!! Y DOBLE OMG!!!
    ¿Como es esto posible?
    DEBES seguirla!!! :DDDDDDDD
    ameeee el capitulo!!! *O*
    esta aaaaaaa!!!!
    me dejo en estado de coma xD okno :)
    siguela!!!! :D
    aquí sigo!! :*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajajaja me alegra que te gustee!! :)))
      Tendras que esperar hasta el lunes para wl proximo cap :/
      Un besaazo Xx

      Eliminar
  2. Ohhhhhh rayis mala deja al pobre Leeyum es MIOOO!!!.....
    Ok, no xD
    Siguelaaaaaaaaaaa
    Amo tu noveeee

    Alex!!! :3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. aww me alegra que te gustea novee!
      El sabado habra nuevo cap! :)
      Un besazo Xx

      Eliminar