Translate

sábado, 5 de octubre de 2013

CAPÍTULO 8: SIN SENTIDO

Llegué a la cabaña jadeando con el sudor empapándome la frente. Me apoyé en la pared intentando recobrar el aliento que había perdido al correr por el bosque. Estaba asustada, muy asustada y no sabía qué hacer.

Cogí la ropa que Liam me había lavado recientemente y la metí en una pequeña cesta de ramas secas. Salí por la puerta de la cabaña, y justo en ese momento me topé con Liam cuyo rostro estaba enrojecido por el cansancio que había supuesto correr, bosque a través para llegar hasta la cabaña.

-¿Dónde vas?- preguntó observando la bolsa en la que había metido mis pertenencias.
-Me voy de aquí- dije sin siquiera mirarle a los ojos- quiero volver a casa. Quiero volver a ser como antes. 

Quiero volver a sentir esa felicidad de estar rodeado por tus familiares- una lágrima rodó por mi mejilla, cayendo al suelo con un sonido casi imperceptible.

-Pero ______, no puedes irte- dijo Liam agarrándome de la muñeca, que aún seguía vendada.
-Sí, puedo y lo voy a hacer. No puedo quedarme aquí eternamente- le dije con una mirada seria- Antes o después llegaría el momento de despedirse y ese momento acaba de llegar.
-Bueno… al menos déjame acompañarte- se ofreció Liam con la tristeza reflejada en sus ojos.
-No- respondí- ya has hecho muchas cosas por mí, y no quiero causarte más problemas- dije intentando soportar las lágrimas. Odiaba las despedidas y aquello era sin duda, una de las peores despedidas que había vivido jamás.

Comencé a andar hacía la carretera, donde seguramente haría autostop para que alguien me llevase de vuelta a mi hogar.

Esperé varios minutos a que pasara algún coche, sin embargo la carretera seguía desierta. Tras un largo rato de espera, pasó una furgoneta blanca, cuyo motor rechinaba a cada paso que daba.

Extendí mi brazo y levanté el pulgar de mi mano derecha intentando que la furgoneta parase pero esta pasó de largo.

Minutos después pasaron varios coches que no prestaron demasiada atención a mi señal. Finalmente me di por vencida ya que sabía que no conseguiría hacer parar a ningún choche, aunque me equivocaba.

Una hora después de estar sentada en el asfalto de la carretera, pasó un descapotable rojo que se paró justo en frente de mí.

-Hey, ¿Quieres que te llevemos?- preguntó un chico rubio. Estaba acompañado por otros dos chicos y una chica que me miraba seriamente, estudiándome con cautela.

Asentí y me levanté intentando ocultar la bolsa donde guardaba el resto de la ropa.

-Sube - dijo uno de ellos. Me acerqué lentamente hasta donde se encontraba el coche y cogí aire antes de entrar en el coche. Me situé en la parte de atrás donde se encontraba la chica,la cual me miraba fijamente.
-¡Hola!- exclamó ella. Su pelo era marrón y varios rizos caían en cascada sobre sus hombros de manera seductora.
-Hola- respondí con una sonrisa tímida. No solía mostrar ese tipo de timidez con las personas pero tampoco era el tipo de chica que se sueltan a hablar en cuanto conocen a alguien.
-¿Cómo te llamas?- preguntó la chica de los rizos- Yo soy Laura.
-Yo soy _______- dije con una sonrisa tímida.

Daniela sonrió y comenzó a contarme anécdotas graciosas acerca del viaje que habían hecho. Pasaron varios minutos hasta que llegamos a una pequeña cafetería situada en medio de la autopista.

-Esperadme aquí, voy a comprar algo para tomar por el camino- dijo el chico rubio. Laura asintió y miró por la pequeña ventanilla situada justo a su derecha.
-Yo soy Harry- dijo un chico con el pelo rizado. Su sonrisa era más seductora de lo que jamás podría haber imaginado y las gafas de sol que llevaba realzaban su rostro ovalado.
-Yo me llamo _____- dije con una sonrisa.
-¿Qué te trae por aquí?- preguntó incorporándose de manera que pudiese mirarme fijamente a los ojos.

No me esperaba aquella pregunta. No sabía que responderle. ¿Debía contarle la verdad para que ellos me ayudasen a denunciar a Louis y a la empresa en la que trabajaba él? Negué con la cabeza ahuyentando esos pensamientos.

No podía decírselo a nadie. No debía confiar en nadie, solo en mí misma.

-He estado pasando un fin de semana con un amigo- mentí. Sabía muy bien que no podía contar lo del secuestro a nadie que no fuese la policía.
-¿Y qué ha pasado con tu amigo?- preguntó Daniela. Fruncí el ceño sin comprender la pregunta- ¿Por qué vuelves sola?

Medité mi pregunta durante varios segundos hasta que la mirada de Laura me obligó a responder.

-Bueno… hemos tenido una pequeña discursión y he decidido venir por mi cuenta- respondí. No había mentido del todo ya que estaba realmente enfadada con Liam por haberme besado de esa manera.

No me gustaba que los chicos pensasen que era una chica fácil. Al contrario, me gustaban los chicos que me respetasen y me quisiesen por mis sentimientos y no por mi físico.

El chico rubio volvió al coche y condujo rumbo a Los Ángeles. Pasaron varias horas hasta que llegamos a nuestro destino.

-¿Dónde vives?- preguntó Harry sin quitar la vista de la carretera.

Miré al suelo, y me armé de valor para responder aquella respuesta.

-No tengo hogar- respondí mientras una lágrima caía por mi mejilla.
-¿A qué te refieres con que no tienes hogar?- preguntó el chico rubio.
-Eh… bueno… yo fui secuestrada y todos piensan que he muerto- solté de repente. Bajé la mirada y noté como todos me miraban perplejos. Comencé a sollozar y segundos después noté el brazo de Laura  cubriéndome la espalda.
-_____ no te preocupes, nosotros podemos ayudarte- dijo el chico que no había hablado hasta ahora. No me había percatado de su presencia hasta aquel momento en el que sus ojos marrones me miraban duramente.
-¿Cómo? ¿Diciéndole a todo el mundo que estoy loca? No puedo hacer nada, todos creen que estoy muerta- dije casi gritando.
-Yo también fui secuestrada- dijo Laura con la mirada perdida en el horizonte- me secuestraron y logré escapar pero Lucy no tuvo la misma suerte que yo.
-¿Quién es Lucy?- pregunté frunciendo el entrecejo.
-Lucy era mi mejor amiga. Ella también fue secuestrada, pero no logró huir y… murió- me pareció increíble lo firme que se mantuvo Laura al contar aquella historia.
-Lo… lo siento mucho, de verdad- dije en un intento por consolarla aunque la que de verdad necesitaba consuelo era yo.
-No te preocupes- dijo con una sonrisa- estoy acostumbrada a contar este tipo de historias a las personas que se sienten como  tú.

Asentí y miré al horizonte en busca de una solución al problema que se avecinaba.

-¿Y mientras yo qué voy a hacer?- pregunté pensando en algún lugar donde poder hospedarme al menos por un noche.
-Te hospedarás en una residencia- dijo Laura con una sonrisa. Al escuchar aquello, la miré con una sonrisa incapaz de ocultar mi expresión.
-¿Residencia?- pregunté con ojos brillantes por la emoción.
-Más bien es un internado pero en ella viven muchos chicos y chicas más o menos de tu edad- me explicó ella.
-¿Lo dices de verdad?- pregunté con ilusión.
-Por supuesto-respondió Laura.
-Pero… primero necesito ir a la policía. Debo denunciar mi secuestro- objeté mirando al chico que aún no se había presentado.
-¡No!- gritó Harry con voz ronca. Le miré extrañada por su reacción.
-En la policía trabaja mucha gente que se dedica a ayudar en los secuestros. Lo único que conseguirías yendo a la policía es empeorar las cosas- dijo el chico de ojos marrones mirándome fijamente.
-¿Y por qué tendría que empeorar las cosas?
-Te pedirían la dirección de tu casa y tu teléfono y si llegan a localizarte, estás perdida- dijo Harry.

Sus palabras me asustaron tanto que descarté la idea de ir a la policía y denunciar mi secuestro.

-Eso mismo le pasó a Lucy- dijo Harry sin despegar la vista de la carretera.
-¿Qué le pasó?- pregunté casi sin pensar aunque segundos después de haber formulado aquella pregunta me arrepentí enormemente de haberlo hecho ya que era un asunto personal que no me importaba en absoluto.
-Ella fue secuestrada por los mismos hombres que te secuestraron a ti- comenzó a explicar Laura- y tras varios meses de estar encerrada consiguió escapar.

Imaginé la tortura que sería estar encerrada en un cuarto oscuro durante meses. Ni siquiera yo habría conseguido aguantar más de 3 semanas en la mansión donde Louis me había encerrado.

-Después de escapar volvió a su casa y allí avisó a la policía y ellos le pidieron la dirección de su casa junto con sus datos personales- explicó Laura gesticulando con las manos- varios días después unos familiares suyos que iban de visita la encontraron muerta en su habitación.

Al oír aquella historia, me tapé la cara con ambas manos, demasiado asustada como para decir algo.

-Todos creyeron que la causa de su muerte había sido un infarto, pero nosotros investigamos acerca del caso y descubrimos que no fue así- dijo Harry girándose para mirarme fijamente a los ojos- Lucy había muerto por envenenamiento.
-¿Cómo la envenenaron?- pregunté con cierta curiosidad.

-Eso no lo hemos llegado a averiguar. Lo único que sabemos es que fueron ellos los autores del asesinato- dijo Harry con seriedad- Y si no eres lo suficientemente inteligente como para huir de ellos, tú serás su próxima víctima.


2 comentarios:

  1. Leeyum malo no vuelvas a hacercarte a rashita ella es de zayn Ok
    Yo soy toda tuya papeh
    Ok no
    Síguela

    Alex!!! :3

    ResponderEliminar
  2. AiNhOa SwEeT CrAzY dIrEcTiOnEr7 de octubre de 2013, 22:27

    sigueela porfaa¡ me encanntaa¡¡¡

    ResponderEliminar