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martes, 5 de noviembre de 2013

CAPÍTULO 15: LIAM

Los murmullos inundaban la sala, llena de adolescentes, todos de la misma edad.

Miré a ambos lados del lugar buscando alguna cara conocida y casualmente me encontré con la fría mirada de Zayn. Sus ojos marrones me miraron sin pudor, lo que provocó que me ruborizase.

Aparté la mirada bruscamente y a los pocos segundos de haberlo hecho me arrepentí enormemente de ello. 

Apartar la mirada en un momento como aquel demostraba cobardía y miedo y no me apetecía que Zayn pensase que le tenía miedo.

-Bien, chicos- comenzó a hablar una voz que no podía pertenecer a otra persona que no fuese… Harry Styles- Os preguntaréis porque os hemos juntado a todos aquí ¿Verdad?

Nos miramos los unos a los otros y asentimos a modo de respuesta.

Harry esbozó una sonrisa y abrió los brazos señalando las paredes de la sala en la que nos encontrábamos. 

Era grande y blanca. Había un círculo en medio de la sala en el cuál se encontraba Harry, cruzado de brazos.

Me estremecí al ver una mesa con cuchillos y varias pistolas. ¿Para qué servirían? ¿Qué tendríamos que hacer con ellas?

-Tiene una sonrisa preciosa- me susurró Daniela al oído. La miré desconcertada y noté como sus mejillas se habían teñido de un rojo pálido, denotando la vergüenza que sentía al haberme dicho aquello.
-¿Te gusta Harry?- pregunté con los ojos muy abiertos. Mi voz sonó más fuerte de lo que me hubiese gustado por lo que todas las miradas se dirigieron a mí.
-¿Tiene algo que objetar señorita ______?- me preguntó Harry frunciendo el ceño.

Negué con la cabeza y bajé la mirada, demasiado avergonzada como para enfrentarme a aquella humillación pública.

-Ha llegado el día en el que vuestro destino y vuestra manera de ver y apreciar las cosas, cambiará para siempre- nos explicó Harry con una sonrisa.

La piel del cuello se me erizó y no fui capaz de dejar de mirar a Harry en busca de una explicación coherente para aquellas palabras que acababa de decir.

De repente la puerta trasera de la sala se abrió, dejando ver la silueta de un chico alto y musculoso. Me tapé la boca al observar su rostro.

No era capaz de asimilar lo que acababa de ver.

Liam se encontraba en medio de la sala junto a Harry, el cual le había dado una palmadita en la espalda a modo de saludo.

-Durante varias semanas evaluaremos vuestras capacidades físicas y mentales y os entrenaremos para que en el futuro podáis defenderos sin necesidad de nadie que os ayude u os defienda- nos explicó una chica con voz dulce.

Era alta y tenía el pelo corto y rizado por la altura de los hombros. Su rostro me resultaba demasiado familiar aunque no lograba identificarla. Tras examinarla durante varios segundos me di cuenta de que era Laura, la chica que junto con Harry y el otro chico rubio me ofreció quedarme en el internado.

-Cuando el entrenamiento acabe, estaréis preparados para enfrentaros al mundo exterior y a las consecuencias que esto conlleva- explicó Harry entrelazando los brazos a la altura del pecho- Cuando llegue ese momento seréis autorizados para vivir fuera de este internado.
-Seréis libres e independientes- añadió Laura con una sonrisa torcida.

Se oyeron vítores y gritos de alegría por toda la sala, sin embargo lo único que hice yo fue quedarme de pie, mirando al vacío mientras todos celebraban que por fín serían libres.

No quería ser libre, lo único que quería era estar protegida.

No quería abandonar el lugar donde me habían acogido.

No quería alejarme de mis verdaderos amigos.

Cuando los gritos cesaron, Liam cogió una hoja y la ojeó con rapidez.

-Os vamos a ir nombrando uno a uno y os asignaremos a un instructor el cual os mostrará vuestra habitación, en la cual dormirán todos los miembros del grupo de entrenamiento- explicó Liam serio. Su voz no era dulce ni cariñosa como antes, había cambiado.

Era dura y potente y no mostraba ningún sentimiento. ¿Qué le había pasado a aquel chico que me salvó la vida en el estanqué?

Esperé a que me nombrasen deseando que me tocase con alguna de las chicas. La idea de estar en un grupo donde no conociese a nadie me producía cierto terror.

-_______- dijo Harry pronunciando mi nombre con cautela- Tu grupo será el tres.

Abrí los ojos como platos al oír aquello. Había tres grupos de entrenamiento. En el primero la instructora era Laura, en el segundo era Harry y en el tercero el instructor era… Liam.

Señaló un extremo de la habitación donde había un grupo de chicos y chicas, observándome. Avancé con paso decidido hasta llegar a ellos. Liam me tocó el hombro y me sonrió a modo de bienvenida.

Me deshice de su agarre y avancé hasta posicionarme al lado de Alexandra. Una de las pocas ventajas de estar en aquel grupo era que estaría acompañada por Alexandra en todo momento.

Ví como María avanzaba hacia nosotras dando saltitos de alegría. Su falda blanca se movía al compás, y eso de daba un aspecto infantil y divertido. Reí y le di un abrazo alegrándome de que estuviésemos las tres juntas.

Desvié la mirada hacía el grupo de Harry y allí vi a Daniela con una sonrisa. Le había tocado en el grupo 2, lo que significaba que su instructor sería Harry.

“Esto no pinta nada bien” pensé riéndome de mi propio pensamiento. Seguí a Liam, el cual comenzó a andar hacía la salida con paso acelerado. Atravesamos varios pasillos hasta llegar a una habitación con las paredes blancas, ennegrecidas por la humedad que se olía en el ambiente.

-Esta será vuestra habitación- dijo Liam dejándonos pasar. Entré la primera y observé las dos filas de literas en los laterales de la habitación, las cuales dejaban un estrecho pasillo entre ellas.

Todos eligieron sus literas y yo me quedé mirando como todos hablaban, reían o incluso se tumbaban para descansar.

-¿Y nuestras antiguas habitaciones?- preguntó una voz desde el fondo de la habitación.
-No las necesitaréis más- respondió Liam con el ceño fruncido- Se reservarán para los nuevos acogidos.
-¿Y la ropa?- preguntó Alexandra coqueta. La miré  solté una risita por lo tonta que se ponía a veces con el tema de los chicos.
-No necesitaréis ropa. A partir de ahora llevaréis un uniforme deportivo con el que pasaréis la mayor parte del tiempo- nos explicó Liam con tono autoritario.

Todos comenzaron a murmurar y oí algunas exclamaciones ahogadas por la nueva norma de vestimenta. No llegué a pensar que el entrenamiento sería tan duro. Y lo que quedaba por llegar…

-En 10 minutos reuniros en la sala de entrenamiento- nos informó Liam cerrando la puerta de la habitación de un portazo.

Alexandra me hizo una seña con la mano desde el fondo de la habitación por lo que anduve hacía donde María y ella se encontraban.

-¿Te gusta esta cama?- Preguntó señalándome una de las camas de abajo, situada justo al lado de unas taquillas de color verde donde cada uno podría guardar sus objetos personales.

Me encogí en respuesta a la pregunta de Alexandra. Me daba igual el lugar donde estuviese mi cama, simplemente quería tumbarme en algún lugar y llorar hasta que las lágrimas se negasen a salir.

-Bien, pues está será tu cama a partir de ahora- afirmó María con una sonrisa.

Asentí esbozando una sonrisa forzada y cogí el uniforme que había sobre mi cama. Era horroroso pero no tenía más remedio que ponérmelo.


…………

Nos encontrábamos en el centro de entrenamiento, esperando a la aparición de Liam, el cuál llegaba 3 minutos tarde.

La puerta lateral de la sala se abrió y apareció él, vestido con un chándal compuesto por una camiseta gris que se ajustaba perfectamente a sus marcados abdominales y unos pantalones negros.

-Por lo que veo habéis sido rápidos- dijo Liam con una sonrisa torcida- espero que siempre sea así.

Nos miró a todos, uno por uno pero por alguna razón evitó mirarme en todo momento.

-Tengo que observar la fuerza de cada uno y basarme en vustra capacidad física para comenzar en entrenamiento. Nos explicó gesticulando- para ellos haremos varios combates donde todos lucharéis contra un oponente.

Miré al suelo preguntándome quien sería la persona con la que tendría que luchar.
Liam comenzó a decir nombres, organizando las parejas que tendrían que luchar entre ellas.

-_______ y Zayn- sentí una punzada de miedo al oír mi nombre pero lo peor fue sin duda pensar que tendría que luchar con ¿Zayn?

Suspiré y miré a Zayn, el cuál miraba el suelo con expresión seria. Me sorprendió encontrarle así de decaído, era como… si no quisiese luchar contra mí, pero ¿Por qué iba a estar triste por tener que enfrentarse a mí?

¿Acaso me tenía miedo o era otra cosa lo que se lo impedía?

2 comentarios:

  1. OMG!!! Me toco con Harrey!! Siiiiiii!!! :D
    Ya quiero que la sigas quiero ver que pasa despues quiero ver que sucede con Liam y la pareja de rayis.. Zaynster e.e

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  2. Uhhh
    Un Liam y Zayn en una misma habitación...Podría ser divertido xD
    Síguela
    PLEASE

    Alex!!! :3

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