Los murmullos inundaban la sala, llena de adolescentes,
todos de la misma edad.
Miré a ambos lados del lugar buscando alguna cara conocida y
casualmente me encontré con la fría mirada de Zayn. Sus ojos marrones me
miraron sin pudor, lo que provocó que me ruborizase.
Aparté la mirada bruscamente y a los pocos segundos de
haberlo hecho me arrepentí enormemente de ello.
Apartar la mirada en un momento
como aquel demostraba cobardía y miedo y no me apetecía que Zayn pensase que le
tenía miedo.
-Bien, chicos- comenzó a hablar una voz que no podía
pertenecer a otra persona que no fuese… Harry Styles- Os preguntaréis porque os
hemos juntado a todos aquí ¿Verdad?
Nos miramos los unos a los otros y asentimos a modo de
respuesta.
Harry esbozó una sonrisa y abrió los brazos señalando las
paredes de la sala en la que nos encontrábamos.
Era grande y blanca. Había un
círculo en medio de la sala en el cuál se encontraba Harry, cruzado de brazos.
Me estremecí al ver una mesa con cuchillos y varias pistolas.
¿Para qué servirían? ¿Qué tendríamos que hacer con ellas?
-Tiene una sonrisa preciosa- me susurró Daniela al oído. La
miré desconcertada y noté como sus mejillas se habían teñido de un rojo pálido,
denotando la vergüenza que sentía al haberme dicho aquello.
-¿Te gusta Harry?- pregunté con los ojos muy abiertos. Mi
voz sonó más fuerte de lo que me hubiese gustado por lo que todas las miradas
se dirigieron a mí.
-¿Tiene algo que objetar señorita ______?- me preguntó Harry
frunciendo el ceño.
Negué con la cabeza y bajé la mirada, demasiado avergonzada
como para enfrentarme a aquella humillación pública.
-Ha llegado el día en el que vuestro destino y vuestra
manera de ver y apreciar las cosas, cambiará para siempre- nos explicó Harry
con una sonrisa.
La piel del cuello se me erizó y no fui capaz de dejar de
mirar a Harry en busca de una explicación coherente para aquellas palabras que
acababa de decir.
De repente la puerta trasera de la sala se abrió, dejando
ver la silueta de un chico alto y musculoso. Me tapé la boca al observar su
rostro.
No era capaz de asimilar lo que acababa de ver.
Liam se encontraba en medio de la sala junto a Harry, el
cual le había dado una palmadita en la espalda a modo de saludo.
-Durante varias semanas evaluaremos vuestras capacidades
físicas y mentales y os entrenaremos para que en el futuro podáis defenderos sin
necesidad de nadie que os ayude u os defienda- nos explicó una chica con voz
dulce.
Era alta y tenía el pelo corto y rizado por la altura de los
hombros. Su rostro me resultaba demasiado familiar aunque no lograba
identificarla. Tras examinarla durante varios segundos me di cuenta de que era Laura, la chica que junto con Harry y el otro chico rubio me ofreció quedarme
en el internado.
-Cuando el entrenamiento acabe, estaréis preparados para
enfrentaros al mundo exterior y a las consecuencias que esto conlleva- explicó
Harry entrelazando los brazos a la altura del pecho- Cuando llegue ese momento
seréis autorizados para vivir fuera de este internado.
-Seréis libres e independientes- añadió Laura con una
sonrisa torcida.
Se oyeron vítores y gritos de alegría por toda la sala, sin
embargo lo único que hice yo fue quedarme de pie, mirando al vacío mientras
todos celebraban que por fín serían libres.
No quería ser libre, lo único que quería era estar
protegida.
No quería abandonar el lugar donde me habían acogido.
No quería alejarme de mis verdaderos amigos.
Cuando los gritos cesaron, Liam cogió una hoja y la ojeó con
rapidez.
-Os vamos a ir nombrando uno a uno y os asignaremos a un
instructor el cual os mostrará vuestra habitación, en la cual dormirán todos
los miembros del grupo de entrenamiento- explicó Liam serio. Su voz no era
dulce ni cariñosa como antes, había cambiado.
Era dura y potente y no mostraba ningún sentimiento. ¿Qué le
había pasado a aquel chico que me salvó la vida en el estanqué?
Esperé a que me nombrasen deseando que me tocase con alguna
de las chicas. La idea de estar en un grupo donde no conociese a nadie me
producía cierto terror.
-_______- dijo Harry pronunciando mi nombre con cautela- Tu
grupo será el tres.
Abrí los ojos como platos al oír aquello. Había tres grupos
de entrenamiento. En el primero la instructora era Laura, en el segundo era
Harry y en el tercero el instructor era… Liam.
Señaló un extremo de la habitación donde había un grupo de
chicos y chicas, observándome. Avancé con paso decidido hasta llegar a ellos.
Liam me tocó el hombro y me sonrió a modo de bienvenida.
Me deshice de su agarre y avancé hasta posicionarme al lado
de Alexandra. Una de las pocas ventajas de estar en aquel grupo era que estaría
acompañada por Alexandra en todo momento.
Ví como María avanzaba hacia nosotras dando saltitos de
alegría. Su falda blanca se movía al compás, y eso de daba un aspecto infantil
y divertido. Reí y le di un abrazo alegrándome de que estuviésemos las tres
juntas.
Desvié la mirada hacía el grupo de Harry y allí vi a Daniela
con una sonrisa. Le había tocado en el grupo 2, lo que significaba que su
instructor sería Harry.
“Esto no pinta nada bien” pensé riéndome de mi propio
pensamiento. Seguí a Liam, el cual comenzó a andar hacía la salida con paso
acelerado. Atravesamos varios pasillos hasta llegar a una habitación con las
paredes blancas, ennegrecidas por la humedad que se olía en el ambiente.
-Esta será vuestra habitación- dijo Liam dejándonos pasar.
Entré la primera y observé las dos filas de literas en los laterales de la
habitación, las cuales dejaban un estrecho pasillo entre ellas.
Todos eligieron sus literas y yo me quedé mirando como todos
hablaban, reían o incluso se tumbaban para descansar.
-¿Y nuestras antiguas habitaciones?- preguntó una voz desde
el fondo de la habitación.
-No las necesitaréis más- respondió Liam con el ceño
fruncido- Se reservarán para los nuevos acogidos.
-¿Y la ropa?- preguntó Alexandra coqueta. La miré solté una risita por lo tonta que se ponía a
veces con el tema de los chicos.
-No necesitaréis ropa. A partir de ahora llevaréis un
uniforme deportivo con el que pasaréis la mayor parte del tiempo- nos explicó
Liam con tono autoritario.
Todos comenzaron a murmurar y oí algunas exclamaciones
ahogadas por la nueva norma de vestimenta. No llegué a pensar que el
entrenamiento sería tan duro. Y lo que quedaba por llegar…
-En 10 minutos reuniros en la sala de entrenamiento- nos
informó Liam cerrando la puerta de la habitación de un portazo.
Alexandra me hizo una seña con la mano desde el fondo de la
habitación por lo que anduve hacía donde María y ella se encontraban.
-¿Te gusta esta cama?- Preguntó señalándome una de las camas
de abajo, situada justo al lado de unas taquillas de color verde donde cada uno
podría guardar sus objetos personales.
Me encogí en respuesta a la pregunta de Alexandra. Me daba
igual el lugar donde estuviese mi cama, simplemente quería tumbarme en algún
lugar y llorar hasta que las lágrimas se negasen a salir.
-Bien, pues está será tu cama a partir de ahora- afirmó
María con una sonrisa.
Asentí esbozando una sonrisa forzada y cogí el uniforme que
había sobre mi cama. Era horroroso pero no tenía más remedio que ponérmelo.
…………
Nos encontrábamos en el centro de entrenamiento, esperando a
la aparición de Liam, el cuál llegaba 3 minutos tarde.
La puerta lateral de la sala se abrió y apareció él, vestido
con un chándal compuesto por una camiseta gris que se ajustaba perfectamente a
sus marcados abdominales y unos pantalones negros.
-Por lo que veo habéis sido rápidos- dijo Liam con una
sonrisa torcida- espero que siempre sea así.
Nos miró a todos, uno por uno pero por alguna razón evitó
mirarme en todo momento.
-Tengo que observar la fuerza de cada uno y basarme en
vustra capacidad física para comenzar en entrenamiento. Nos explicó
gesticulando- para ellos haremos varios combates donde todos lucharéis contra
un oponente.
Miré al suelo preguntándome quien sería la persona con la
que tendría que luchar.
Liam comenzó a decir nombres, organizando las parejas que
tendrían que luchar entre ellas.
-_______ y Zayn- sentí una punzada de miedo al oír mi nombre
pero lo peor fue sin duda pensar que tendría que luchar con ¿Zayn?
Suspiré y miré a Zayn, el cuál miraba el suelo con expresión
seria. Me sorprendió encontrarle así de decaído, era como… si no quisiese
luchar contra mí, pero ¿Por qué iba a estar triste por tener que enfrentarse a
mí?
¿Acaso me tenía miedo o era otra cosa lo que se lo impedía?
OMG!!! Me toco con Harrey!! Siiiiiii!!! :D
ResponderEliminarYa quiero que la sigas quiero ver que pasa despues quiero ver que sucede con Liam y la pareja de rayis.. Zaynster e.e
Uhhh
ResponderEliminarUn Liam y Zayn en una misma habitación...Podría ser divertido xD
Síguela
PLEASE
Alex!!! :3