Translate

jueves, 5 de diciembre de 2013

CAPITULO 19: "TE AMO"

Comencé a desmigajar la magdalena integral con los dedos, dejando las migas esparcidas por toda la mesa. En comedor del internado era un lugar ruidoso lleno de gente que se contaban las anécdotas más graciosas que les habían pasado durante el día.
Daniela hablaba desenfrenadamente acerca de lo guapo y de lo enamorada que resultaba estar de su instructor Harry.
Alexandra y María se reían al compás por las divertidas historias que Daniela les contaba. Sin duda su grupo de entrenamiento era más animado que el nuestro.
-¿Qué piensas acerca de eso?- me preguntó Daniela observando los trocitos de magdalena desperdigados por la mesa.
-Eh… ¿Qué?- pregunté haciéndome la tonta. En verdad, no tenía ni la más remota idea de lo que me estaba hablando. Había estado demasiado ocupada sumida en mis asuntos y no la había prestado atención.
-¿No nos estabas escuchando?- preguntó María frunciendo el ceño. Daniela enarcó una ceja intentando parecer indignada pero su intento fue en vano.
-Yo… estaba… pensando en lo que había pasado hoy- me excusé con timidez. Todas parecieron creérselo pero Daniela me miró sospechando.
-¿Qué ha pasado hoy?- preguntó mirando a María para le explicase lo que esta deseaba saber.
-Bueno… ha habido un pequeño accidente en el acantilado al que íbamos a ir para hacer una actividad- explicó María gesticulando con las manos.
-¿Accidente?
-Sí, Liam obligó a _______ a saltar por el borde y como no sabía nadar Zayn tuvo que rescatarla- esta vez la que habló fue Alexandra.
Noté la mirada divertida de Daniela sobre mí y bajé la cabeza avergonzada. Mis mejillas se volvieron de un color rojizo en poco menos de un minuto.
Todas empezaron a reírse descontroladamente y yo las imité intentando quitarle importancia al asunto.
-Vaya, vaya… así que el chico enamorado salva a su princesa- objetó Daniela con sarcasmo. Aquella frase me dejó bastante trastocada a pesar de que no sabía a lo que se refería. Se hizo una largo silencio.
Volví a levantar la mirada y pude observar como Alexandra fulminaba a Daniela con la mirada por haber dicho aquello.
-¿A qué te referías con eso Daniela?- pregunté con curiosidad.
-A nada- contestó María rápidamente.
Me encogí de hombros y decidí no insistir en aquel tema.
-Chicas, venid os quiero presentar a alguien- dijo Alexandra con una gran sonrisa. Atravesamos el comedor y llegamos a una mesa donde varios chicos reían de forma estrepitosa.
-¡Niall!- gritó Alexandra llamando la atención de un chico rubio con ojos azules. Era más bien bajito y delgado, con el flequillo cayéndole por la frente.
Sonrió al vernos y se acercó a Alexandra para darla un abrazo. Me sorprendió ver que había tanta confianza entre ellos ya que apenas les había visto juntas.
-Chicas os presento a Niall, un amigo de la infancia- dijo Alexandra extendiendo los brazos hacía él.
-Esta es _____- me presentó señalándome.
-Ella es María- volvió a señalar a María con su dedo índice.
-Daniela- sonrió con dulzura y nos invitó a sentarnos en la mesa que compartía con otros chicos. Me senté en frente de un chico de pelo oscuro, cuya cara era apenas visible debido a la escasa iluminación del lugar. Le miré durante unos segundos y él me devolvió la mirada dejándome helada. Era… él.
-Zayn ¿Conoces a ______?- preguntó Niall mirándonos con curiosidad.
Abrí los ojos como platos al oír aquello. Sabía que la pregunta iba con segundas intenciones.
-Como para no conocerla- murmuró Zayn entre dientes removiendo con el tenedor los guisantes que había en su plato.
-¿La rescataste esta mañana cierto?- preguntó Daniela con segundas intenciones.
-Si.
-¿Y por qué lo hiciste?- pregunté automáticamente. Tras varios segundos de reflexión me dí cuenta de la estupidez que había cometido haciéndole esa pregunta a Zayn.
-Si no lo hacía yo no la haría nadie, así que no tenía más remedio.
Al oír aquello me quedé totalmente paralizada. ¿Me había salvado simplemente por obligación? Esperé a que todos retomaran el tema de conversación donde lo habían dejado antes de interrogar a Zayn, para ocultar mi rostro entre las sombras del comedor.
Varias lágrimas saladas rodaron por mis mejillas. Me las segué rápidamente pero otras volvieron a ocupar su lugar. Intenté no ser demasiado obvia en cuanto a mis lágrimas pero el hecho de tener a Zayn enfrente de mí observándome no ayudaba en absoluto.
Le pillé varias veces mirándome de soslayo pero no le dí importancia alguna. Al fin y al cabo, no le agradaba y nunca llegaría a hacerlo.
Finalmente le miré con los ojos rojos y humedecidos y él me miró con compasión.
-Eh… yo, tengo que ir al baño- me excusé levantándome de la mesa. Giré la cabeza rápidamente para que nadie presenciara mis lágrimas y corrí hacía el pasillo sin importarme si llamaba la atención. Corrí y corrí buscando algún lugar donde esconderme y finalmente encontré un pequeño hueco y me senté allí.
Las lágrimas amenazaban con volver a mi rostro pero conseguí contenerme justo antes de que la esbelta y delgada figura de Zayn apareciese delante de mí.
“¿Es que no piensa dejar de seguirme?” pensé frustrada.
Zayn se sentó a mi lado, recostado sobre la pared.
-¿Y ese cambio de actitud?- preguntó mirándome. La tenue luz iluminaba la mitad de su cara, dejando la otra a mercer de la oscuridad.
-¿Y ese estallido de sarcasmo?- pregunté entrecerrando los ojos. Zayn pareció entender a lo que me refería ya que estalló en carcajadas.- ¿Qué es lo que te hace tanta gracia?- pregunté furiosa.
Zayn me miró y por unos segundos noté compasión en su mirada.
-Te refieres a lo de por qué te salvé la vida ¿Verdad?- preguntó con una sonrisa en sus labios. Me estremecí al oír aquello. Dicho por Zayn sonaba mucho más normal de lo que habría sido. No todos los días se le salvaba la vida a alguien…
Asentí mirándole a los ojos. Apretó los labios hasta formar una fina línea apenas visible con la luz de la bombilla que colgaba delante de nosotros.
-Bien, eso no ha sido un “estallido de sarcasmo”- acomilló las dos últimas palabras con los dedos- es simplemente una mentira.
Abrí los ojos como platos.
-¿A… a qué te refieres con “mentira”?
-Te estoy hablando con todo el sentido literal de la palabra. He mentido, eso es todo- respondió con una sonrisa, como si lo que estuviese diciendo no tuviese ninguna importancia.
Cabía la posibilidad de que para él haber dicho aquello fuese lo más normal del mundo, pero para mí, no lo era. Acababa de admitir que no me había salvado por obligación sino por algo más. Pero… ¿Qué era eso que le había impulsado a salvarme la vida?
-¿Y por qué lo has hecho?- pregunté ladeando la cabeza. Aquella conversación se estaba tornando interesante.
-Porque… no quiero admitirlo- susurró como si temiera que alguien le escuchara.
-¿Qué es lo que no quieres admitir?- pregunté frunciendo el ceño. Todo aquello se estaba volviendo demasiado confuso.
-Que… - dejo la frase en el aíre dejando que las palabras se consumieran en el ambiente.
-¿Qué?- pregunté impaciente. Aquello se estaba volviendo demasiado misterioso.
¿Por qué habría tenido que mentir Zayn? ¿Qué motivos tenía para hacerlo?

-Porque te amo- dijo sin pensárselo dos veces. Le miré sorprendida incapaz de reaccionar ante aquella confesión.


No hay comentarios:

Publicar un comentario