Vi como el secuestrador extendía una
tela negra alrededor de mis ojos, apretándola con fuerza en mi nuca. No podía
ver ni distinguir nada, solo podía esperar a que ocurriese algún milagro.
Luchaba por respirar, lo cual se me hacía demasiado difícil
por el hecho de tener varias manos tapándome la boca con fuerza. Otras dos
manos me agarraban fuertemente de los brazos, inmovilizándome. En total eran
dos personas, en caso de que no hubiese nadie más dirigiéndoles.
-Por aquí- dijo una voz que no me sonaba nada. Me
arrastraron por las baldosas del suelo hasta que llegamos a una zona donde el
aíre se respiraba con dificultad. Oía las pisadas delante de mí y un gruñido
por parte del chico que me sostenía los brazos con fuerza.
-Daniel, pesa demasiado- gruñó uno de los chicos que me
sostenía fuertemente por la espalda.
¿Daniel? ¿Qué hacía ahí él? Se suponía que estaba hablando
con Liam a no ser que… él también estuviese involucrado en aquel asunto.
-Déjala ahí- dijo el que supuse que era Daniel. Caí de
bruces sobre algo duro y rocoso; el suelo.
Gemí e intenté levantarme pero antes de que pudiese completar la acción
un golpe aterrizó contra mi costado derecho tirándome de nuevo al suelo.
-Levántala, venga.
Forcejeé y me retorcí de nuevo en un intento por escapar del
agarre que sus ásperas manos ejercían sobre sus brazos. Grité pero sabía que
eso solo me traería severas consecuencias ya que nadie sería capaz de oírme
desde aquel lugar.
Unas manos me agarraron fuertemente de la cintura y me lanzaron
hacía algo sólido y duro lo cual me golpeó en la espalda quemándome por dentro.
A juzgar por su grosor y curvatura debería de ser una barandilla metálica. Jadeé y noté unas manos sobre mi espalda.
Las manos ejercían mucha fuerza sobre mi espalda por lo que
me vi obligada a arquear la espalda sobre la barandilla para aflojar la presión
de las manos en mi columna.
Mis píes dejaron de tocar el suelo y por unos instantes
deseé saber qué era lo que había detrás de la barandilla en la que amenazaba
por caer.
-Vaya, vaya, la señorita ______ está en apuros- se burló uno
de los chicos- ¡Llamad a Zayn para que venga a rescatarla!
Su voz sonó chillona y cursi, intentando imitar la mía
aunque no lo consiguió.
-Creo que ya no volverá a escuchar conversaciones ajenas
nunca más- opinó Daniel agarrándome del pelo.
Grité de dolor pero lo único que
conseguí con eso fue que tirase más y más del pelo, haciéndome cada vez más
daño.
-Creo que no vivirá para eso- sus risotadas más que de
alegría eran de venganza.
Daniel aflojó su agarre sobre mi pelo y mis brazos por lo
que aproveché aquella oportunidad para correr y escapar de allí. Me retorcí y
caí al suelo raspándome la rodilla contra el rocoso suelo de piedra.
Un brazo se aproximó a mi cara y lo mordí con todas mis fuerzas
notando el sabor a sangre en mi boca. Oí un grito de dolor seguido de un
chasquido. Algo duro me golpeó la cara y un dolor cálido me recorrió la mejilla
derecha.
El chico cuyo brazo estaría destrozado por mi reciente
mordisco, me tiró al suelo utilizando sus dos manos. Me golpeé el codo contra la roca pero fui lo
suficientemente ágil como para llevarme las manos a la cabeza y quitarme la
venda de los ojos de un rápido movimiento.
No tuve tiempo de dislumbrar la escena ya que un pie
aterrizó contra mi ojo derecho impactando contra él con fuerza.
Grité y jadeé dolorida por el reciente impacto.
El dolor era insoportable y no pude evitar soltar algunas
lágrimas que me resultaron frías en
comparación con el cálido y continuo dolor que me recorría el cuerpo.
Con mucho esfuerzo me incorporé y observé la escena que
tenía delante de mí.
Era demasiado borrosa pero entre las figuras difuminadas que
tenía delante conseguí ver a Liam, el cuál había dejado a uno de los chicos
tirado en el suelo, sin sentido por el puñetazo que le había propinado en la
mandíbula.
Noté como alguien me levantaba cogiéndome de los hombros y
después me agarraba del cuello con fuerza. La mano que me agarraba por el
cuello se contrajo impidiendo el paso de aire a mis pulmones. Mis articulaciones
comenzaron a moverse descontroladamente en busca de aíre con el que poder
recobrar la normalidad.
Mis pulmones se contraían pidiendo aíre pero Daniel apretaba
su mano contra mi tráquea impidiendo el paso de aíre. Tras varios segundos de
lucha noté como uno puntos negros se alzaban sobre mi campo de visión haciendo
que la imagen se volviese completamente vidriosa y oscura.
Oí un grito y noté como la mano de Daniel dejaba de
presionar mi garganta. Caí al suelo jadeando, recuperando el aíre mientras me masajeaba
el cuello dolorido.
-Ayuda- grazné con un hilo de voz.
Cerré los ojos, y unas manos me envolvieron los brazos justo
en la zona en la que se unen con los hombros. Me levantó por encima de la
barandilla y me apretó contra su pecho para cargarme en brazos, situando uno de
sus brazos bajo mis rodillas.
Mi cuerpo se relajó y perdí el sentido notando como una
brisa fresca me zarandeaba de un lado a otro.
……
Abrí los ojos lentamente, esperando encontrarme con alguna
otra escena desgarradora que me hiciese temblar de terror pero no ocurrió nada
de eso.
Busqué con la mirada a alguien o algo que pudiese agredirme
pero no encontré nada más que la cama donde me encontraba tumbada y una pequeña
mesilla de madera con una lámpara en ella.
La puerta de la habitación se abrió de un fuerte estruendo
dejando al descubierto una anatomía fuerte y robusta. Me encogí sobre el
colchón y gemí al notar un punzante dolor sobre mi costado derecho.
La figura se detuvo en medio de la oscuridad de la
habitación y me miró con los ojos brillantes. Se acercó a mí y cuando estuvo a
apenas escasos centímetros cerré los ojos y grité con todas mis fuerzas.
-No me hagas daño por favor- supliqué con las lágrimas
mojando la sábana que había sobre mí.
-Shh- dijo una voz muy familiar- no voy a hacerte daño.
-¿Liam?- mis ojos consiguieron adaptarse a la ténue luz que
ofrecía la lámpara y observé el rostro de Liam.
-Estoy aquí- susurró agarrándome de la mano y acariciándola
con suavidad. Aquel gesto de afecto me desconcertó pero decidí no prestar
demasiado a las emociones que me en ese momento me inundaban por completo.
-Zayn- grazné con la voz rota. Recordé como estuve a punto
de morir estrangulada por Daniel. Si no hubiera sido por Liam… yo estaría
muerta.
Varias lágrimas saladas se deslizaron por mis mejillas hasta
llegar a mi barbilla donde llegaban a parar a la costura de la sábana.
-Eh, no llores- me consoló Liam con tono compasivo- lo malo
ya ha pasado. Conmigo estás a salvo.
<< Conmigo >> una palabra muy fácil de
pronunciaba que despertaba miles de sentimientos en mí. Con él estaría segura
pero ¿Qué pasaría cuando estuviese completamente sin la constancia y la
protección de un hombre?
Negué con la cabeza y la apoyé sobre su hombro sollozando.
Aquella postura era tan cómoda que cuando Liam quiso levantarse de la cama
gruñí impidiéndole levantarse.
-No te vayas- supliqué con los ojos rojos. Me miró durante
unos largos segundos y se volvió a sentar a mi lado. Le devolví la mirada y me
complació no encontrar lástima en sus ojos. No me habría gustado que sintiese
eso por mí.
Me recosté sobre la almohada y cerré los ojos disfrutando la
paz que se respiraba en aquella habitación.
-¿Quién es Daniel?- pregunté con la voz ronca. Mis cuerdas
vocales habían sido víctimas del intento de estrangulamiento por parte de
Daniel, por lo que no podía hablar mucho ni muy alto.
-Es el director de este internado- respondió Liam con voz
firme. Abrí los ojos y le observé cuidadosamente.
Tenía la frente tensa y los
ojos fijos en algún lugar de la habitación. Respiraba entrecortadamente, como
si estuviese reviviendo algún recuerdo desde lo más profundo de sus entrañas.
Agité una de mis manos delante de sus ojos para que me prestase
atención y lo hizo.
-¿Por qué lo preguntas?- preguntó frunciendo el ceño.
-Lo oí todo- dije con un hilo de voz- aquella conversación
que tuviste con ese tal Daniel, cuando hablabais de Zayn.
Su rostro empalideció considerablemente y em asusté al pensar
que quizás haber estado presente en esa conversación, haberla escuchado, no
traería buenas consecuencias.
-¿Qué fue exactamente lo que oíste?- preguntó con cautela.
-Pues…- fruncí el ceño intentando recordar los detalles- Que
Daniel había amañado la categoría para poder retener a Zayn porque según él es
“Demasiado valioso”- acomillé con los dedos las dos últimas palabras.
Miré a
Liam el cuál me miraba fijamente sopesando su respuesta.
-¿No oíste nada más?- preguntó con voz pasiva. Intentaba
mantener la calma pero el temblor de sus manos le delataba.
-No- respondí secamente- ¿Qué planean hacer con Zayn?
¿Matarle, torturarle, obligarle a hacer trabajos sucios para vuestra
organización?
A medida que fui hablando mis palabras fueron aumentando de
tono por lo que mi última palabra fue prácticamente un grito de indignación.
-No es lo que tú crees- murmuró Liam entre dientes.-
-¿A no? ¿Entonces por qué Daniel quiere retenerlo
aquí?- pregunté con los ojos vidriosos. Respiré
profundamente para calmarme. Si quería obtener respuestas debería hacerlo de la
mejor manera posible.
-Eh… Zayn es… especial- me dijo Liam mirando al suelo. Me
quedé pensativa durante unos segundos sopesando sus palabras.
“¿Qué habrá querido decir con “Especial”?” preguntó una voz
en mi interior. Me encogí de hombros y decidí hacerle aquella pregunta
personalmente.
-A qué te refieres con que es especial- pregunté ladeando la
cabeza. Noté un agudo aguijoneo en el cuello al moverlo e hice una mueca de
dolor. Liam me miró preocupado pero yo hice un ademán con la mano, quitándole
importancia.
-Él… tiene una habilidad especial- me explicó Liam con
cuidado de no decir algo de lo que más tarde se arrepintiera- es difícil
encontrar a alguien con esas habilidades físicas y mentales. Y Zayn es una de
esas personas.
Sonreí al oír aquello. Zayn, me había abierto las puertas de
su corazón mostrándome su lado dulce y sensible. Para mí era una de las
personas más románticas y cariñosas que había conocido en mi vida pero las
personas que me rodeaban no compartían la misma opinión que yo.
Para ellos era el típico chico fuerte y guapo que va de
matón por la vida creyéndose el mejor, y ese no era él en realidad. El
verdadero Zayn era el chico del que yo me enamoré y al cual no olvidaría nunca.
-¿Qué piensan hacer con él?- pregunté con voz severa. Mi
estado emocional había dado un cambio brusco, más de lo que me hubiera gustado.
-No lo sé.
Miró al suelo evitando mirarme y pude notar el cinísmo en su
voz. Era un pésimo mentiroso.
-Mientes fatal ¿Lo sabías?- sonreí cuando me miró
indiferente, como si esperase de antemano que me diese cuenta de que me estaba
mintiendo.
-Me lo suelen decir.
Se encogió de hombros y esperó a que volviese a preguntar
pero no lo hice. Pasaron varios minutos hasta que pensé bien la pregunta, ya
que sería la última que le haría.
-¿Qué crees que harán con él o que le obligarán a hacer?-
pregunté cabizbaja. Quiz´s habría sido demasiado arriesgado preguntar aquello
ya que Liam podría pensar que mi único interés era saber lo que planeaban, pero
necesitaba defender a Zayn y alejarle del futuro que le esperaba.
-Eh… se supone que tengo porhibido revelar datos importantes
como estos- dijo Liam y añadió en un susurró- pero por ser tú te facilitaré la
información.
Abrí os ojos como platos y asentí ignorando el dolor que
aquel movimiento había implicado.
-Bien, cuando Daniel y los instructores de este internado o
cualquiera de los otros internados que tenemos en todos Estados Unidos,
encuentra a un chico con una fuerza física y mental demasiado alta, decide
someterle a varias pruebas y cuando se aseguran de su capacidad física les
obligan a trabajar para la policía o para los servicios de espinaje
>> Normalmente les suelen enviar a
organizaciones donde los preparan y los obligan a luchar por la paz, pero hace
varias semanas, este y muchos más internados se aliaron con una organización.
-¿Una
organización?- pregunté frunciendo el ceño. Me había prometido a mí misma no
volver a preguntarle nada a Liam que estuviese relacionado con aquel tema pero
todo se estaba volviendo demasiado interesante como para quedarme con las ganas
de preguntar.
-Es… la
misma organización que mandó a uno de los suyos para que te secuestrara-
susurró Liam con un hilo de voz- Lo más probable es que obliguen a Zayn a
trabajar para ellos.
Y pobre rayis...
ResponderEliminarLiam eres un ñiño malo...jajaja
Síguela pronto..
Alex!!! :3
senti lo que la rayis sintio :c pobre me senti mal. siguela muy pronto si?
ResponderEliminarliam la ha salvado! y le ha dejado dudas acerca de las habilidades especiales
escribes genial! :D espero que subas el proximo cap pronto! :)